Fuente de la imagen, Reuters
-
- Autor, Paul Adams
- Título del autor, Corresponsal diplomático de la BBC
A medida que la guerra en Gaza se prolonga, el aislamiento internacional de Israel parece profundizarse.
¿Se acerca un “momento Sudáfrica”, cuando una combinación de presión política y boicots económicos, deportivos y culturales contribuyó a obligar a Pretoria a abandonar el apartheid?
¿O podrá el gobierno de derecha del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, capear el temporal diplomático, dejando a Israel en libertad de perseguir sus objetivos en Gaza y la Cisjordania ocupada sin causar un daño permanente a su imagen internacional?
Dos ex primeros ministros israelíes, Ehud Barak y Ehud Olmert, ya han acusado a Netanyahu de convertir a Israel en un paria internacional.
Debido a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, el número de países a los que Netanyahu puede viajar sin riesgo de ser arrestado se ha reducido drásticamente.
En la ONU, varios países -entre ellos Reino Unido, Francia, Australia, Bélgica y Canadá- han anunciado que planean reconocer a Palestina como Estado la próxima semana.
Y los países del Golfo, reaccionando con furia al ataque israelí del martes 9 de septiembre contra los líderes de Hamás en Qatar, se reunieron en Doha para debatir una respuesta unificada.
Algunos han pedido a los países que mantienen relaciones con Israel que reconsideren sus posturas.
Pero con imágenes de la hambruna de Gaza durante el verano boreal y el ejército israelí invadiendo —y muy posiblemente arrasando— Ciudad de Gaza, cada vez más gobiernos europeos muestran su descontento de maneras que van más allá de las meras declaraciones.

Fuente de la imagen, Reuters
A principios de mes, Bélgica anunció una serie de sanciones, incluyendo la prohibición de las importaciones procedentes de asentamientos judíos ilegales en Cisjordania, la revisión de las políticas de adquisición con empresas israelíes y restricciones a la asistencia consular a los belgas que viven en asentamientos.
También declaró personas non gratas a dos ministros israelíes de línea dura, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, junto con colonos judíos acusados de violencia contra palestinos en Cisjordania.
Otros países, como Reino Unido y Francia, ya habían tomado medidas similares.
Sin embargo, las sanciones impuestas por la administración Biden el año pasado a los colonos violentos fueron eliminadas el primer día de Donald Trump en la Casa Blanca.
El factor España
Una semana después de la decisión de Bélgica, España anunció sus propias medidas: convirtió en ley un embargo de armas de facto existente, anunció una prohibición parcial de las importaciones, prohibió la entrada a territorio español a cualquier persona involucrada en genocidio o crímenes de guerra en Gaza y prohibió a los barcos y aviones con destino a Israel que transporten armas atracar en puertos españoles o entrar en su espacio aéreo.
El combativo ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, acusó a España de promover políticas antisemitas y sugirió que España sufriría más que Israel por la prohibición del comercio de armas.

Fuente de la imagen, EPA
Pero hay otras señales alarmantes para Israel.
En agosto, el vasto fondo soberano de inversión de Noruega, con un valor de US$2 billones, anunció que comenzaría a desinvertir en empresas que cotizan en Israel.
A mediados de mes, se habían retirado las inversiones en 23 empresas y el ministro de Finanzas noruego, Jens Stoltenberg, indicó que lo mismo podría ocurrir con otras.
Mientras tanto, la Unión Europea (UE), el mayor socio comercial de Israel, propuso sancionar a ministros de extrema derecha y aprobó suspender parcialmente los aspectos comerciales de su acuerdo de asociación con Israel.
En su discurso sobre el Estado de la Unión del 10 de septiembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que los acontecimientos en Gaza han “sacudido la conciencia del mundo”.
Un día después, 314 exdiplomáticos y funcionarios europeos escribieron a Von der Leyen y a la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, pidiendo medidas más severas, incluida la suspensión total del acuerdo de asociación.
El miércoles 17, la Comisión Europea presentó la propuesta de suspensión de determinadas disposiciones relacionadas con el pacto comercial con Israel, debido a que “las acciones tomadas por el gobierno israelí representan una violación de elementos esenciales relacionados con el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos”, informó en un comunicado.
La Comisión Europea enumeró el “rápido deterioro de la situación humanitaria en Gaza tras la intervención militar de Israel, el bloqueo de la ayuda humanitaria, la intensificación de las operaciones militares y la decisión de las autoridades israelíes de avanzar en el plan de asentamiento en la llamada zona E1 de Cisjordania, lo que socava aún más la solución de dos Estados”.
Una característica de las sanciones impuestas a Sudáfrica entre la década de 1960 y el fin del apartheid —una política de segregación racial y discriminación aplicada por el gobierno de la minoría blanca en Sudáfrica contra la mayoría negra del país— en la década de 1990 fue una serie de boicots culturales y deportivos.
De nuevo, hay indicios de que esto está empezando a ocurrir con Israel.
Boicot cultural
El Festival de la Canción de Eurovisión puede no parecer un evento significativo en este contexto, pero Israel tiene una larga e ilustre historia con la competición, que ha ganado cuatro veces desde 1973.
Para Israel, la participación simboliza la aceptación del Estado judío en la familia de naciones.
Sin embargo, España, Irlanda, Países Bajos y Eslovenia han dicho que se retirarán en 2026 si se permite a Israel competir, y se espera una decisión para diciembre.

Fuente de la imagen, EPA
En Hollywood, una carta que llama al boicot contra las productoras, festivales y emisoras israelíes “implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino” ha reunido más de 4.000 firmas en una semana, incluidos nombres tan conocidos como Javier Bardem y Emma Stone.
Tzvika Gottlieb, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Cine y Televisión de Israel, calificó la petición de “profundamente errónea”.
“Al atacarnos a nosotros, los creadores que damos voz a diversas narrativas y fomentamos el diálogo, estos firmantes están socavando su propia causa e intentando silenciarnos”, declaró.
El plano deportivo
Luego está el deporte. La Vuelta de España fue interrumpida repetidamente por grupos que protestaban por la presencia del equipo Israel-Premier Tech, lo que obligó a un final prematuro y desordenado el sábado y a la cancelación de la etapa final el domingo.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, calificó las protestas como un motivo de “orgullo”, pero los políticos de la oposición afirmaron que las acciones del gobierno habían causado vergüenza internacional.
También en España, siete ajedrecistas israelíes se retiraron de un torneo tras ser informados de que no podrían competir bajo su bandera.
La respuesta del gobierno israelí a lo que los medios de comunicación ya han calificado de “tsunami diplomático” ha sido, en general, desafiante.
Netanyahu acusó a España de una “flagrante amenaza genocida” después de que su primer ministro afirmara que su país, al carecer de bombas nucleares, portaaviones o grandes reservas de petróleo, no era capaz de detener por sí solo la ofensiva israelí en Gaza.
Tras el anuncio de las sanciones por parte de Bélgica, Gideon Saar escribió en X que era “lamentable que, incluso cuando Israel lucha contra una amenaza existencial, lo cual es de vital interés para Europa, haya quienes no puedan resistir su obsesión antiisraelí”.

Fuente de la imagen, Reuters
Visión diplomática
Entre quienes han representado a Israel en el extranjero, existe una profunda ansiedad.
Jeremy Issacharoff, embajador de Israel en Alemania de 2017 a 2021, me comentó que no recordaba que la posición internacional de Israel se hubiera visto tan “deteriorada”, pero señaló que muchas de las medidas eran “lamentables”, ya que inevitablemente se consideraban dirigidas contra todos los israelíes.
“En lugar de señalar las políticas del gobierno, se está alejando a muchos israelíes en el terreno ideológico”.
Añadió que algunas medidas, como el reconocimiento del Estado de Palestina, probablemente resultarían contraproducentes, ya que “da argumentos a personas como Smotrich y Ben Gvir e incluso refuerza su argumento para anexar [Cisjordania]”.
A pesar de sus temores, el exembajador no cree que el aislamiento diplomático de Israel sea irreversible.
“No estamos en un momento sudafricano, pero sí en un posible preámbulo de un momento sudafricano”, afirmó.
Otros creen que se necesitan cambios más profundos para detener la caída de Israel hacia una condición de paria.
“Tenemos que recuperar nuestro lugar en la familia de naciones”, me dijo otro exdiplomático, Ilan Baruch.
“Necesitamos volver a la normalidad”, añadió.
Baruch, quien fue embajador en Sudáfrica una década después del fin del apartheid, renunció al servicio diplomático en 2011, bajo el argumento de que ya no podía defender la ocupación israelí.
Desde su jubilación, ha sido un crítico vehemente del gobierno y partidario de la solución de dos Estados.
Baruch cree que las sanciones recientes son necesarias, y apunta: “Así fue como Sudáfrica fue sometida”.

Fuente de la imagen, Reuters
“Diría que cualquier presión firme sobre Israel, de cualquier manera que los europeos consideren a su alcance, debería ser bienvenida”, continuó Baruch.
De ser necesario, afirmó, esto debería incluir cambios en los regímenes de visados y boicots culturales, y añadió: “Estoy preparado para el sufrimiento”.
A pesar de todas las expresiones de indignación y los rumores de presión, algunos observadores veteranos dudan que Israel esté al borde de un precipicio diplomático.
“Quienes están dispuestos a seguir el camino español siguen siendo excepcionales”, me dijo Daniel Levy, exnegociador de paz israelí.
Añadió que es poco probable que los esfuerzos para tomar medidas colectivas dentro de la UE —eliminar elementos del acuerdo de asociación o incluso, como algunos han sugerido, excluir a Israel del programa de investigación e innovación Horizonte de la UE— obtengan el apoyo suficiente, ya que Alemania, Italia y Hungría se encuentran entre los miembros que se resisten a tales medidas.
Israel también cuenta con el firme respaldo de EE.UU. El secretario de Estado de ese país, Marco Rubio, afirmó al partir de visita oficial que la relación de Washington con Israel se mantendrá sólida.
Levy aún cree que el aislamiento internacional de Israel es irreversible, pero afirma que el continuo apoyo del gobierno de Trump significa que todavía no ha llegado al punto de poder cambiar el curso de los acontecimientos en Gaza.
“Netanyahu se está quedando sin camino”, declaró Levy. “Pero aún no hemos llegado al final de ese camino”.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Cortesía de BBC Noticias
Dejanos un comentario: