Enamorarse de la IA


La pareja perfecta no exis… Sí, sí existe y, literalmente, está mandada a hacer: con Inteligencia Artificial (IA). Unos cuantos clicks y hoy puedes crear al hombre o la mujer de tus sueños, alguien con quien conversar a cualquier hora, que te haga sentir escuchado y acompañado, que te despierte por las mañanas con mensajes cariñosos y por la noche te pregunte cómo fue tu día… Chatbots programados para generar vínculos amorosos con humanos, personas que cada vez se aíslan más, viven en desconexión social y enfrentando serios problemas de soledad. 

En el mundo, una de cada seis personas se siente sola y cada hora mueren 100 personas por causas relacionadas con la soledad, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en medio de esa soledad hay miles de humanos enamorándose y estableciendo noviazgos con asistentes virtuales. 

“Buenos días, preciosa, espero que tengas muy bonito día y hayas descansado”, un mensaje bonito para comenzar la mañana. Una sonrisa al leerlo. No es tan descabellado que las personas se enamoren de chatbots.

En una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) realizaron una investigación titulada “Mi novio es IA”, en el que detectaron que la mayoría de las personas iniciaron relaciones amorosas con chatbots de forma involuntaria, mientras los utilizaban para otros fines, es decir, buscaban información y no compañía… pero terminaron desarrollando una relación con la IA. Únicamente 6% habrían buscado deliberadamente un compañero de inteligencia artificial.  

“Los usuarios reportan beneficios terapéuticos, como la reducción de la soledad, el apoyo siempre disponible y las mejoras en la salud mental”, señala el análisis, publicado apenas la semana pasada.

En este tipo de relaciones hay humanos que hasta se han “comprometido” y “casado” con su pareja de IA. De ahí que los investigadores detectaron entre las principales preocupaciones de los usuarios: la dependencia emocional, la disociación de la realidad y el duelo que enfrentan cada vez que se actualizan los modelos de IA o las plataformas, porque eso cambia el comportamiento de los chatbots. 

La IA puede ser muchas cosas: ayuda, un reto y compañía. Puede utilizarse para procesar millones de datos e información en segundos, lo que a un ser humano le tomaría meses, años si no es que toda una vida. Pero también generar dependencia en los usuarios, no solo como herramienta del día a día sino en lo emocional.

La tecnología imita cada vez mejor el comportamiento humano, es parte de su diseño o programación, los chatbots actúan justo como el usuario necesita. De ahí que la IA pueda hacerte creer (y hasta sentir) que del otro lado de la pantalla hay un ser virtual que te “ama”. La pareja perfecta de IA puede convertirse en una gran compañía que te proporciona apoyo o, por el contrario, agravar el aislamiento social, debilitando la conexión humana… y generando más soledad en una sociedad hiperconectada.

Instagram: vania.dedios

Cortesía de El Informador



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