Equipo de físicos teóricos llegan a una conclusión inquietante: la teoría de cuerdas es la única solución matemática para entender la naturaleza íntima del universo

Desde hace décadas, la física teórica ha intentado responder a una pregunta esencial: ¿cuál es la estructura más fundamental del universo? Entre las muchas respuestas propuestas, una de las más fascinantes sugiere que las partículas no son puntos indivisibles, sino pequeñas cuerdas que vibran a diferentes frecuencias. Esta idea, conocida como teoría de cuerdas, es objeto de debate e, incluso, forma parte del imaginario popular. Ahora, un reciente avance matemático ha dado un giro crucial: un equipo de físicos ha demostrado que esta teoría no solo es plausible, sino que podría ser la única manera de describir el universo.

El trabajo, publicado recientemente en la prestigiosa revista Physical Review Letters, utiliza un método llamado “bootstrap”, una técnica que busca construir teorías desde las bases matemáticas más fundamentales. Los autores, Clifford Cheung, Aaron Hillman y Grant N. Remmen, han demostrado que, al aplicar criterios específicos, las matemáticas seleccionan automáticamente las fórmulas de la teoría de cuerdas como la única respuesta válida. Este hallazgo no solo refuerza la validez de esta teoría, sino que también abre nuevas puertas en la búsqueda de una teoría unificada del universo.

  • Eugenio M. Fernández Aguilar

¿Qué es el método bootstrap?

El término “bootstrap” puede sonar familiar, especialmente en estadística, donde se utiliza para analizar datos y construir intervalos de confianza mediante remuestreo. Sin embargo, en física teórica, el bootstrap adquiere un significado diferente, aunque conserva su esencia: partir de principios básicos para generar resultados sin necesidad de hipótesis externas. Este enfoque recuerda la idea de “levantarse por sus propios medios”, enfatizando la autosuficiencia del método.

En el contexto del artículo, el bootstrap se emplea para determinar qué teorías físicas pueden existir bajo ciertas condiciones fundamentales, como la simetría de Lorentz, la causalidad y la unitariedad. Aplicando estas restricciones a las amplitudes de dispersión —fórmulas que describen cómo interactúan las partículas—, los investigadores lograron deducir que la teoría de cuerdas es la única que cumple con todas las condiciones matemáticas requeridas. En palabras de Grant N. Remmen, coautor del estudio, “Este artículo proporciona por primera vez una respuesta a esta pregunta sobre la teoría de cuerdas“​​​.

“Este artículo proporciona por primera vez una respuesta a esta pregunta sobre la teoría de cuerdas”. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

La teoría de cuerdas y sus fundamentos matemáticos

La teoría de cuerdas propone que las partículas fundamentales no son puntos indivisibles, sino cuerdas unidimensionales que vibran en distintas frecuencias, generando así diferentes partículas. Por ejemplo, una cuerda puede “vibrar” de forma que da lugar a un electrón o a un fotón. Aunque la idea puede parecer abstracta, tiene una base matemática sólida y ofrece una manera de reconciliar la teoría de la relatividad general de Einstein con la mecánica cuántica.

Un componente clave en esta teoría es la amplitud de Veneziano, una fórmula que describe cómo se dispersan las partículas en ciertos contextos y que fue uno de los primeros indicios matemáticos del modelo de cuerdas. El reciente estudio de Cheung y sus colegas demuestra que esta amplitud no solo es válida, sino que es la única solución posible dentro de un marco de suposiciones específicas. Según los autores, las condiciones matemáticas que impusieron —como la anulación de ciertas contribuciones a altas energías— hacen que la teoría de cuerdas sea inevitable desde un punto de vista lógico​​.

Las conclusiones de los autores hacen que la teoría de cuerdas sea inevitable desde un punto de vista lógico​. Fuente: ChatGPT / Eugenio Fdz.

Implicaciones en la búsqueda de la “Teoría del Todo”

El hallazgo también tiene implicaciones profundas en la búsqueda de una “teoría del todo”, un modelo único que explique todas las fuerzas fundamentales del universo. Una de las mayores dificultades para alcanzar esta meta ha sido unir la relatividad general, que describe la gravedad, con la mecánica cuántica, que explica las interacciones subatómicas.

El trabajo de Cheung, Hillman y Remmen refuerza la idea de que la teoría de cuerdas es la candidata más prometedora para esta unificación. Por otra parte, su método podría ser aplicado para explorar deformaciones de la teoría de cuerdas y mapear nuevas posibilidades en el campo de la gravedad cuántica. Como menciona el artículo, “El desarrollo de las herramientas descritas en nuestra investigación puede usarse para analizar deformaciones de la teoría de cuerdas, permitiéndonos mapear un espacio de posibilidades para la gravedad cuántica”​​​.

“El desarrollo de las herramientas descritas en nuestra investigación puede usarse para analizar deformaciones de la teoría de cuerdas, permitiéndonos mapear un espacio de posibilidades para la gravedad cuántica”​​​. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

¿Es la teoría de cuerdas la respuesta final?

A pesar de su elegancia matemática, la teoría de cuerdas no está exenta de críticas. Algunos físicos argumentan que, al no ser directamente verificable mediante experimentos, sigue siendo más una hipótesis que una teoría científica. Sin embargo, el enfoque bootstrap ayuda a mitigar este escepticismo al demostrar que, bajo ciertos principios básicos, no hay alternativas matemáticamente consistentes.

Esto no significa que el trabajo esté completo. Según los investigadores, quedan por explorar generalizaciones a interacciones más complejas, como las que involucran gravedad cuántica. También planean analizar cómo se comportan las amplitudes de dispersión en configuraciones de alta energía, un área que podría proporcionar pistas adicionales sobre la naturaleza última del universo​​.

Referencias

  • Clifford Cheung, Aaron Hillman, Grant N. Remmen, “Bootstrap Principle for the Spectrum and Scattering of Strings”, Physical Review Letters, 133, 251601 (2024). DOI: 10.1103/PhysRevLett.133.251601

Cortesía de Muy Interesante



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