“Es la única persona en el mundo compatible consigo misma”: descubren un grupo sanguíneo inédito en una mujer de Guadalupe, jamás visto en otro ser humano

En el mundo de la medicina moderna, donde creemos haber cartografiado ya cada rincón del cuerpo humano, aún quedan sorpresas que nos obligan a replantear lo que creíamos saber. El descubrimiento de un nuevo grupo sanguíneo, jamás visto antes en ningún otro ser humano, acaba de dar un vuelco a la ciencia médica. La portadora de esta sangre única es una mujer de 68 años originaria de la isla caribeña de Guadalupe, y su caso está causando un auténtico revuelo en la comunidad científica.

Este grupo sanguíneo, bautizado como “Gwada negativo”, ha sido oficialmente reconocido como el número 48 por la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre. Pero más allá del número, lo extraordinario es que hasta ahora, solo una persona en el planeta lo tiene. Y lo más inquietante: solo ella es compatible consigo misma.

Una historia que empezó hace más de una década

Aunque el hallazgo se ha hecho público hace unos días, la historia comienza muchos años antes. En 2011, la mujer fue sometida a unos análisis rutinarios antes de una intervención quirúrgica en París. Los resultados no cuadraban con ningún grupo sanguíneo conocido. Era como si su sangre no perteneciera a ningún sistema reconocido. Durante años, los científicos no pudieron encontrar una explicación. No fue hasta 2019, con el avance de las técnicas de secuenciación genética, que se reabrió el caso.

Tras dos años de estudio minucioso, los investigadores del Establecimiento Francés de Sangre (EFS) lograron secuenciar su genoma completo y hallaron una mutación nunca antes vista en un gen llamado PIGZ. Este gen está implicado en la forma en que ciertas proteínas se anclan a la superficie de los glóbulos rojos. La mutación altera este proceso de una manera tan singular que genera un tipo de sangre completamente nuevo.

Descubren un grupo sanguíneo único en el mundo
Descubren un grupo sanguíneo único en el mundo. Foto: Istock/Christian Pérez

¿Qué hace tan especial a “Gwada negativo”?

Los grupos sanguíneos se definen por la presencia o ausencia de antígenos en la superficie de los glóbulos rojos. Estos antígenos son reconocidos por el sistema inmunológico y determinan si la sangre de otra persona será compatible o será rechazada. Los sistemas más conocidos, como el ABO y el Rh, permiten clasificar la mayoría de la sangre humana en ocho tipos básicos. Pero existen otros sistemas menos conocidos, muchos de ellos genéticamente determinados y extremadamente raros.

Hasta ahora, se reconocían 47 sistemas sanguíneos diferentes. El nuevo “Gwada negativo” no encaja en ninguno de ellos. Es tan particular que ni siquiera los bancos de sangre más avanzados del mundo tenían registros de algo similar. Su rareza lo convierte en un rompecabezas clínico: si esta mujer necesitara una transfusión urgente, no podría recibir sangre de nadie más en la Tierra.

El hecho de que la mujer haya heredado esta mutación de ambos progenitores sugiere que se trata de un rasgo recesivo. Es decir, ambos padres portaban el gen mutado, aunque ellos mismos no presentaran el grupo sanguíneo “Gwada negativo”. Esto plantea una pregunta fascinante: ¿hay más personas en el mundo con esta mutación, pero sin saberlo? Los científicos creen que la clave podría estar en la región de donde proviene la mujer, Guadalupe, una isla con una historia genética compleja marcada por siglos de mestizaje.

Ahora, el objetivo del equipo de investigadores es rastrear esta mutación entre los donantes de sangre de la isla y regiones cercanas del Caribe. Podrían estar ante una población con una variación genética aún no descubierta, lo que abriría una nueva dimensión en la medicina transfusional.

Las implicaciones para la medicina

Este descubrimiento no es solo una curiosidad científica. Tiene implicaciones prácticas enormes. Para empezar, obliga a los bancos de sangre a revisar sus sistemas de clasificación y a considerar que todavía hay grupos sanguíneos desconocidos que pueden poner en peligro a pacientes con tipologías extremadamente raras. También pone de relieve la necesidad de desarrollar bancos de sangre específicos para pacientes con grupos poco frecuentes, algo que en muchos países aún es una asignatura pendiente.

Además, la existencia de un grupo tan exclusivo nos recuerda lo poco que aún sabemos sobre la diversidad biológica humana. A pesar de los avances en genética y biotecnología, hay aspectos del cuerpo humano que siguen fuera del radar de la medicina tradicional. La aparición de un grupo sanguíneo nuevo en pleno siglo XXI es la prueba más clara de ello.

Según los investigadores, se trataría de la sangre más rara del mundo
Según los investigadores, se trataría de la sangre más rara del mundo. Foto: Istock/Christian Pérez

En los últimos años, el uso de herramientas de secuenciación genética masiva ha permitido descubrir otros grupos sanguíneos muy poco frecuentes, como el sistema “Er”, identificado en 2022. Todo indica que no estamos ante una excepción, sino ante el comienzo de una nueva era en la clasificación de la sangre humana.

Si cada una de estas nuevas variantes implica incompatibilidades potencialmente mortales en transfusiones o trasplantes, conocerlas y detectarlas a tiempo podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte para ciertos pacientes. Y como la mayoría de estos grupos están ligados a herencias genéticas específicas de regiones o comunidades, también podrían ayudar a los científicos a trazar con más precisión los mapas genéticos de la humanidad.

¿Y si no es la única?

El equipo de investigación que trabaja con la paciente guadalupeña ya ha lanzado campañas para buscar casos similares. La posibilidad de encontrar a otros portadores —aunque sea parcial o heterocigótica— es real. De confirmarse, no solo se abriría una nueva línea de investigación médica, sino también antropológica: podríamos estar ante un linaje genético único, cuyas raíces se remontan a tiempos y migraciones desconocidas.

En cualquier caso, el descubrimiento de “Gwada negativo” ya es, por derecho propio, uno de los hallazgos más fascinantes de la ciencia médica reciente. Nos recuerda que, por más avanzados que creamos estar, el cuerpo humano aún guarda secretos que ni siquiera imaginamos. Y que a veces, esos secretos viajan en una gota de sangre.

Cortesía de Muy Interesante



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