Entró el 22 de septiembre con un resoplido naranja que enfrío el ambiente. De repente, las lluvias bochornosas dejaron de sentirse para darle pie a las lluvias con clima bajo. Se trata del otoño, la estación del año ubicada astronómicamente entre el equinoccio y el solsticio, que se caracteriza por un descenso de las temperaturas, el acortamiento de las horas de luz, el cambio de color y caída de las hojas de los árboles caducifolios.
Para muchos, es su estación del año favorita y para otros un gran problema por los problemas en casa como pudieran ser las goteras, el frío en la noche o simplemente que la ropa no se seca del todo cuando se tiene que tender dentro de la casa. Sin embargo, hay una función de las lavadoras tradicionales (no lavasecadoras) tienen y saca la ropa casi al terminar el ciclo.
Cuál es la función para lavar tu ropa en épocas de frío y sin sufrir
Quienes viven casa tienen un tesoro y no lo saben: espacios al aire libre y “encerrados” para colgar tu ropa sin que afecte tu movilidad. Quienes vivimos en departamentos sabemos del suplicio que es hacer que nuestra ropa se seque cuando lavamos. En épocas de calor es medianamente tolerable, pero en temporadas de frío pueden pasar días o semanas hasta que la ropa se seca o comienza a oler a humedad. A veces pasa al mismo tiempo.
Esta función de la lavadora puede venir por defecto, quizá la tengas que agregar manualmente. Se trata del doble centrifugado. Para quien no conozca el centrifugado es, de acuerdo con Coppel, es una función que permite eliminar el exceso de agua de tu ropa al finalizar el ciclo de lavado.
Al llegar el centrifugado, el tambor de la lavadora gira a alta velocidad para extraer el exceso de agua de la ropa. Funciona porque utiliza fuerza centrífuga, valga la redundancia, que empuja el agua fuera de las fibras de la tela hacia las paredes del tambor, y luego, al sistema de drenaje de la lavadora. Como dijimos, su objetivo es reducir la humedad en la ropa al final del ciclo, lo que no solo facilita el secado posterior, sino que también ayuda a prevenir malos olores y la formación de moho.
Hoy en día hay lavadoras que tienen un doble ciclo de centrifugado y se usa principalmente para toallas, ropa de cama y prendas pesadas. Pero si lo activamos justo para nuestras prendas del día al día, su potencia de velocidad, que puede alcanzar las 1,400 revoluciones por minuto (RPM). Al hacerlo dos veces, el aire generado dentro y la fuerza de giro, deja la ropa menos húmeda y a punto de secarse.
Si no viene por defecto esta función, solamente debes esperar a que acabe tu ciclo de lavado, con todo y centrifugado, y poner un nuevo ciclo, pero dejando únicamente la función centrifugar. Al sacar tu ropa, debería estar más seca y debería costar menos el secarla en días de frío.
Cortesía de Xataka
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