Las multitudinarias protestas de Los Ángeles han abandonado las calles del centro de la ciudad, pero no se han apagado del todo. Las manifestaciones se registran desde hace días en locaciones menos llamativas de la periferia angelina, allí donde el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, el temido ICE, lleva a cabo su guerra contra los indocumentados. Los policías de migración enfrentan cada vez más resistencia para hacer el trabajo encomendado por Donald Trump. Activistas y gente de a pie se han convertido en un heterogéneo movimiento de resistencia que está dispuesto a servir de oposición a los agentes federales. El grupo se ha propuesto incluso dejar sin descanso al ICE.
Adrian Martinez, un estadounidense de 20 años, fue arrestado el martes en Pico Rivera, a 18 kilómetros al sur de Los Ángeles, después de empujar un bote de basura frente a un vehículo de la Patrulla Fronteriza para frenarle el paso. Los agentes de esta fuerza acudieron a la ciudad, que tiene un 90% de población latina, para realizar aprehensiones. En el estacionamiento de una tienda Lowe’s arrestaron a un trabajador que estaba barriendo el lugar. “¿Qué está haciendo? Solo está trabajando arduamente”, les gritó Martinez, un empleado de un Walmart cercano que se bajó de su auto cuando vio la escena. A la zona llegaron rápidamente varios testigos que grabaron el incidente con sus móviles. Otros conductores cortaron el paso a los vehículos oficiales. La tensión aumentó velozmente.
La escena se hizo viral en las redes sociales, especialmente cuando una camioneta sin sellos llena de policías fuertemente armados aparece en el lugar para apoyar a quienes se querían llevar al barrendero. Un video muestra a un oficial cortando cartucho de su rifle de alto poder y grita a las personas quienes lo rodean que se aparten. El grupo detiene a Martinez a la fuerza, mientras los presentes gritan: “¡es un ciudadano americano!“.
Bil Essayli, el fiscal federal de Los Ángeles nombrado por Trump, ha presentado cargos contra Martinez por oponerse a las labores de los empleados federales. Essayli acusa al detenido de haber dado un puñetazo en el rostro a uno de los oficiales de la Patrulla Fronteriza, algo que ningún video muestra y que tampoco figura en la acusación presentada en los tribunales.
El Departamento de Seguridad Interior aseguró este jueves que han detectado un incremento de 500% en los casos de acoso a los policías encargados de llevar a cabo las operaciones contra indocumentados. “Tan solo esta semana, uno de los integrantes del ICE fue arrastrado 45 metros por un coche cuando intentaba detener a un ilegal acusado de abuso sexual”, señaló la subdirectora Tricia McLaughlin.
La funcionaria acusa a los políticos demócratas, entre estos a Karen Bass, la alcaldesa de Los Ángeles, de azuzar el repudio contra los oficiales. “Desde compararlos con una moderna Gestapo hasta glorificar a los manifestantes, la violenta retórica de los políticos de las ciudades santuario debe terminar. La violencia contra el ICE debe acabar”, añadió.

Las quejas vertidas desde Washington no han frenado la resistencia que existe en las comunidades migrantes, en las que cada día desaparecen arrestadas decenas de personas que llevan décadas en Estados Unidos y que no tienen antecedentes penales. Entre el 6 y 11 de junio pasados habían sido detenidas en las calles 330 personas, de acuerdo a cifras oficiales.
Imágenes como las de Pico Rivera han sido amplificadas por grupos que tienen una sólida presencia en las redes sociales. Uno de los más frecuentados es Unión del Barrio, una organización política independiente nacida en el legendario barrio Logan de San Diego, que tiene una fuerte presencia latina. Los voluntarios de esta red funcionan como ojos repartidos en todo el sur de California que advierten de la presencia de autoridades de ICE en centros comerciales, tiendas y espacios públicos. Los vídeos de sus operaciones son después publicados en Facebook, y sirven para documentar los abusos del Gobierno y el perfilamiento racial de las corporaciones.
Confirmado – 19 de junio. 7:20AM – Hollywood – Home Depot – Sunset y Western.
Publicada por Unión del Barrio en Jueves, 19 de junio de 2025
La organización difundió este jueves un hostil intercambio entre policías y ciudadanos afuera de un Home Depot en Hollywood. Los uniformados llegaron al sitio, no muy lejos del corazón turístico de Los Ángeles, con chalecos antibalas y rifles semiautomáticos. En el operativo, apenas minutos después de las 07.00, fueron arrestadas una decena de personas frente a gente que grababa la operación e incrementaba a los responsables. “¡Ojalá te mueras, hijo de puta!“, gritaba un estadounidense a un policía del ICE.
El trabajo reciente de Unión del Barrio no ha pasado de alto para las autoridades trumpistas. El senador republicano Josh Hawley, uno de los integrantes de la derecha más populista del partido, acusó al grupo de brindar “recursos logísticos y financieros” a las protestas que se llevaron a cabo en Los Ángeles hace unas semanas. La Unión ha negado los señalamientos y acusa al legislador de Misuri de intentar amedrentarlos con el objetivo de “dejar de organizar la autodefensa de las comunidades y someterlas al silencio para reescribir la historia sobre quiénes son los verdaderos criminales violentos detrás de estos eventos”.
Iniciativas similares han nacido al calor de las protestas callejeras de Los Ángeles. Las redes sociales han servido para organizar un movimiento sin rostros ni liderazgos. Una de ellas, llamada No Sleep for ICE (Sin descanso para el ICE) organiza convocatorias diarias para que se realicen protestas afuera de los hoteles donde están alojados los agentes que llevan a cabo las redadas. “Nuestra misión es muy sencilla, sacar al ICE de nuestras ciudades mediante acciones coordinadas realizadas por el pueblo”, indican los organizadores, quienes piden a sus cerca de 8.000 seguidores compartir información y videos de las actividades de las fuerzas del orden.
Uno de los llamados recientes del grupo fue para un Hilton en Pomona, una ciudad al este de Los Ángeles. Unas 30 personas acudieron a las instalaciones del hotel la madrugada del jueves para hacer un cacerolazo y ondear banderas de México y Estados Unidos frente a un despliegue de la policía local. Era solo una de las cinco convocatorias para ese día en la región metropolitana. Los manifestantes están invitados a hacer ruido suficiente para que los gerentes de los negocios no tengan otra opción más que expulsar a los policías del establecimiento. “If we cant sleep, nor should they (si nosotros no podemos dormir, ellos tampoco deberían)”, es el lema que lleva a dejar insomne a la gran maquinaria de la deportación trumpista.
Cortesía de El País
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