Esta ciudad bajó el límite de velocidad a 30 km/h y logró algo histórico: un año sin muertes por accidentes de tráfico

Helsinki, Finlandia, acaba de lograr lo que para muchas ciudades parecía una utopía: completar 12 meses sin una sola muerte por accidente de tráfico. La noticia fue confirmada por autoridades municipales y de policía esta semana, lo que marca un hito que podría cambiar la forma en que se diseñan las calles del futuro. La última víctima fatal se reportó en julio de 2024, en el distrito de Kontula. Desde entonces, no se ha repetido un solo caso.

El cambio que detonó este logro no fue una solución costosa ni un experimento tecnológico. Fue una decisión política sencilla: reducir el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en más de la mitad de las calles de la ciudad. A eso se sumó una transformación silenciosa pero efectiva en la forma de entender el espacio público. Se rediseñaron intersecciones, se reforzaron cruces peatonales y se integraron ciclovías con mejor protección. El enfoque fue tan claro como ambicioso: salvar vidas.

La reducción de velocidad no vino sola. Se instalaron más cámaras, se mejoró la iluminación y se hizo equipo con la policía de tránsito para vigilar zonas conflictivas. En paralelo, la ciudad impulsó con fuerza el transporte público. En Helsinki, no tener auto ya no es un problema. Al contrario, es una ventaja. Al disminuir el número de coches en circulación, bajaron también los accidentes. A eso se suman autos más seguros y una ciudadanía más consciente.

Detrás de este avance hay una estrategia a largo plazo. Desde 2022, Helsinki puso en marcha un plan de seguridad vial centrado en peatones, ciclistas y niños. Nada de medidas temporales o campañas de temporada. El rediseño fue permanente. Cada semáforo, cada cruce y cada banqueta se modificaron usando datos reales. Las zonas escolares ahora tienen límites de 30 kilómetros por hora durante todo el año. La ciudad aprendió que proteger la vida no requiere inventar nada: solo hace falta voluntad.

Mercedes-Benz SL en calles de Helsinki, Finlandia.

La diferencia más brutal está en los números. En los años ochenta, Helsinki registraba cerca de mil accidentes con heridos cada año. Hoy, apenas superan los 270. Las muertes por tráfico, que antes rondaban las 30 al año, han desaparecido. No por arte de magia, sino porque la ciudad decidió no conformarse. Cambió su diseño urbano, cultura vial y manera de medir el éxito.

Incluso problemas nuevos como los scooters eléctricos encontraron solución. Cuando explotaron en popularidad hace cinco años, no hubo histeria ni prohibiciones. Se regularon, se ubicaron mejor las zonas de uso y se integraron al sistema de movilidad con normas claras. Fue otro ejemplo de cómo una ciudad puede adaptarse rápido cuando pone la seguridad por delante del caos.

Finlandia Scooters Regulacion

Los scooters eléctricos también fueron regulados.

Cero muertes viales para 2050

Para Roni Utriainen, ingeniero de tráfico de la División de Medio Ambiente Urbano, lo más valioso no es la cifra cero en sí, sino todo lo que representa. “Para nosotros, lo importante es cómo el objetivo guía nuestras acciones diarias”, explicó. En un continente que aspira a eliminar todas las muertes viales para 2050 con la política “Visión Cero”, Helsinki acaba de demostrar que no es un sueño lejano.

Esta ciudad no salvó vidas con discursos, sino con cambios reales. Si una capital nórdica con clima extremo, tráfico intenso y usuarios diversos lo consiguió, ¿por qué no podría hacerlo el resto del mundo?

Cortesía de Xataka



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