En medio del bullicio del Barrio de la Merced, al final de la calle Manzanares y de espaldas a Circunvalación, se encuentra la iglesia más pequeña de la CDMX o, mejor conocida como la Capilla del Señor de la humildad.
Este pequeño recinto es un gran vestigio de la historia de la CDMX, el cual mide nueve metros de largo por cuatro metros de ancho y solo caben 20 personas sentadas, lo que no es impedimento para ser un espacio icónico entre los vecinos de la Merced.
En Chilango la fuimos a visitar y acá te contamos sobre su historia, arquitectura y el simbolismo cultural que el religioso Flavio César, misionero de la Santísima Virgen de los Dolores, nos contó en entrevista.
La iglesia más pequeña es una ermita del siglo XVI
El nombre oficial de la iglesia es Rectoría del Señor de la humildad, es decir, que es un espacio donde puedes realizar trámites religiosos como bautizos, primeras comuniones, matrimonios, etc.
La construcción es en su origen una de las siete ermitas que Hernán Cortés mandó a construir alrededor de Tenochtitlán, aproximadamente en el año 1521, después de la conquista. De esas siete, la Capilla del Señor de la humildad es la única que se mantiene en pie.
De acuerdo al religioso Flavio César, se conoce que Cortés construyó las siete ermitas en los límites de lo que era la ciudad de Tenochtitlán por dos razones: en el simbolismo católico el número siete significa plenitud o perfección; asimismo, rodeaban a la ciudad con el propósito de evitar que “el mal” entrara al nuevo espacio conquistado.
De hecho, la fachada cuenta con la una inscripción en latín que dice: In hog signo vinces, que quiere significa: “bajo este signo vencerás”, haciendo alusión al signo de la cruz empleado para evangelizar durante la conquista espiritual.

A lo largo de los años, a este recinto se le ha conocido por varios nombres, siendo los más populares la Capilla del Señor de la humildad, Capilla Manzanares y Rectoría del Señor de la humildad.
En un principio, la iglesia más pequeña de la CDMX estaba bajo el resguardo de la congregación de las Carmelitas Descalzas Aliadas, pero actualmente está bajo el cuidado de los Misioneros de la Santísima Virgen de los dolores con la Hermana Rosa María de Jesús Chico Paredes al mando.
Un “Oasis en medio del desierto”
Mientras platicamos, el religioso Flavio César a veces hacía pausas para atender a los devotos que tocaban el timbre de la iglesia o veía el paso de la Hermana Rosa María, quien atendía a los que necesitaban ser escuchados en su confesión. Desde la sacristía se oían los rezos murmurados frente a la imagen del Señor de la humildad y contrastaban con el bullicio de los comerciantes y autos de la Merced.
“Yo digo que es un espacio de mucha fe. Es como un oasis en medio del desierto” dijo con voz baja el religioso Flavio, quien también asegura que la iglesia más pequeña de la CDMX es un espacio de descanso para quienes buscan un pedacito de paz en medio del caos rutinario.

Desde la llegada de la congregación, las y los misioneros se han dedicado a mantener abierta la capilla con la exposición constante del Santísimo, invitando a las personas a pasar para descansar y depositar sus plegarias.
“Anteriormente se le conocía como la capilla de los ladrones… Venían a pedir protección para hacer sus fechorías y pues no, así no funciona” y soltó una risa el religioso Flavio, quien detalló que actualmente, la Capilla del Señor de la humildad tiene un nuevo significado para su comunidad.
Una iglesia pequeña con grandes plegarias
Dentro de la iglesia más pequeña de la CDMX, el bullicio de la Merced se aleja por la música que se reproduce a través de una bocina escondida en el coro de la mini iglesia. Algunas personas entran curiosas por su tamaño y arquitectura, observan fascinadas y aprovechan para descansar en sus banquitas. Otras llegan cargadas de paquetes pesados, los dejan caer a un lado y después se arrodillan para dar gracias, persignarse y dejar su limosna.
A veces te encuentras con alguien que reza fervoroso el rosario; a tu lado se puede sentar quien entre lágrimas, suplica por el alivio de un dolor. También están las madres que entran con sus hijos y los bendicen con agua bendita, o las personas de la tercera edad que con esfuerzo, se arrodillan.

Son distintas las personas que visitan diario la Rectoría del señor de la humildad, pero todos dejan a su paso, sin darse cuenta, un pedacito de su fe en los muros del recinto. “La iglesia se mantiene con las personas que vienen” dice el religioso Flavio, quien narró cómo la congregación brinda acompañamiento a través de la escucha para quienes lo necesitan. “Los escuchamos y oramos por ellos”, concluye el religioso, compartiendo que muchos de los feligreses son comerciantes o personas en situación de riesgo que buscan paz y orientación.
La “mini catedral” de la CDMX
En el portal web México City, se detalla que la ermita fue reconstruida en el año de 1793 como capilla, cuando se le anexó las dos torres de campanario, cúpula con linternilla, sacristía y atrio principal con fachada de estilo churrigueresco.
“Tiene su comulgatorio… de hecho en la torre tiene sus escaleras para subir al campanario, sientes que te da claustrofobia” comentó el religioso Flavio, quien también detalló que el inmueble, al estar en el catálogo del INAH, ha recibido la visita de profesionales en el tema quienes han dado un diagnóstico de restauración para el inmueble, pero por falta de dinero no se ha realizado como se debe.
La capilla aún mantiene su estructura original y materiales de construcción, como las escaleras al campanario que, aunque estrechas, destacan por su recubierto en talavera. La torre del campanario conserva sus cuatro campanas del siglo XVIII que todavía tocan para llamar a misa, aunque ahora lo hacen desde un lazo amarrado, pues el tamaño del campanario solo permite el acceso a una persona de complexión baja y delgada, pues de otra forma, se corre el riesgo de quedar atorado.

Sin embargo, aunque el retablo de madera sigue siendo del siglo XVIII, con los años perdió su cobertura de oro y fue repintado en su lugar. Las imágenes del Señor de la humildad, así como la Virgen María y el San José que lo acompañan a su lado son las piezas que trajeron desde España cuando la ermita cambió a capilla. Por otro lado, la casa sacerdotal que se encuentra en la parte posterior de la capilla es una construcción moderna de la primera mitad del siglo XX.

La iglesia más pequeña de la CDMX es también un espacio de celebración
La iglesia más pequeña de CDMX celebra su fiesta cada 6 de agosto. La comunidad se prepara con tres meses de anticipación y el 28 de julio inician con el novenario que termina hasta el 6 de agosto “el día que nadie duerme” detalla el religioso Flavio. La celebración consta de una procesión por las calles aledañas, celebración del rosario, misa y novenario. Durante el festejo, se le cambia de atuendo a la imagen del Señor de la humildad y se lleva en la procesión una réplica, pues la original está muy dañada para exponerla.
Además, no puede faltar el templete para los danzantes y el mariachi; tampoco falta los castillos de fuegos artificiales, la colorida decoración, las letanías y toda la gente que se reúne para comer, bailar y rezar por una vida mejor, aunque en la capilla solo quepan 20 personas.

Pese al tiempo y las heridas arquitectónicas, la iglesia más pequeña de la CDMX se mantiene de pie. “La gente nos ha dicho, que lo que la han mantenido, es la oración” expresó el religioso Flavio, mientras recorría con su vista las paredes del recinto, después añadió “la quisieron cerrar, pero la comunidad se unió, y dijeron no, queremos nuestra capilla, y se quedó abierta” afirmó con la determinación de un misionero que cumple su labor.
La Capilla del Señor de la humildad permanece abierta todos los días de 10:00 a 18:00 horas. Un timbre a lado de la sacristía siempre está disponible para llamar a las monjas o al religioso Flavio para solicitar su apoyo, además siempre hay una banca disponible para sentarse, parar un momento tu marcha y envolverte por el silencio, mientras un pedacito de historia se sostiene por la memoria comunitaria.
- Dónde: Calle Manzanares 32, Centro Histórico de la Ciudad de México, Centro, Cuauhtémoc
- Horarios: Lunes a domingo de 10:00 a 18:00 h. Celebración de la misa: lunes a sábado 12:00 h y domingo 11:00 y 17:00 h.
Cortesía de Chilango
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