Esta es la novela más larga publicada hasta el momento: un récord Guiness y clásico de la literatura universal con más de 1.200.000 palabras

En el vasto panorama de la literatura universal, algunas obras han destacado no solo por su profundidad argumental, su estética o su influencia cultural, sino también por su descomunal envergadura. Tal es el caso de En busca del tiempo perdido, la monumental novela escrita por Marcel Proust que el Guinness World Records ha reconocido como la más larga jamás escrita. La obra más famosa de Proust, que está compuesta por siete volúmenes y se publicó entre 1913 y 1927, se ha convertido en uno de los pilares indiscutibles de la literatura del siglo XX.

Una obra de dimensiones extraordinarias

Según el Guinness World Records, En busca del tiempo perdido contiene unas 1.267.069 palabras en su edición original en francés. Esta cifra convierte a la novela en la más extensa de la historia en cuanto a número total de palabras publicadas. Supera, con creces, a otras obras clásicas de gran longitud como Guerra y paz (1869), de León Tolstói o Clarissa (1748), de Samuel Richardson.

Tamaña extensión responde a una arquitectura narrativa perfectamente estructurada, en la que los temas de la memoria, el tiempo, el deseo y el arte se entrelazan con precisión milimétrica a lo largo de más de un millón de palabras.

Recreación fantasiosa de Marcel Proust. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Una novela en siete partes

La publicación de En busca del tiempo perdido se llevó a cabo a lo largo de catorce años, y cada una de sus partes funciona como un ladrillo dentro de una construcción literaria única. Los siete volúmenes que componen la obra son los siguientes: Por el camino de Swann (Du côté de chez Swann, 1913); A la sombra de las muchachas en flor (À l’ombre des jeunes filles en fleurs, 1919); El mundo de Guermantes (Le Côté de Guermantes, 1920–1921); Sodoma y Gomorra (Sodome et Gomorrhe, 1921–1922); La prisionera (La Prisonnière, 1923); La fugitiva (Albertine disparue o La Fugitive, 1925) y El tiempo recobrado (Le Temps retrouvé, 1927).

    Cada volumen explora diferentes etapas de la vida del narrador, en un recorrido no lineal que explora los vericuetos de la memoria involuntaria, así como los mecanismos subjetivos de la percepción. Aunque, con frecuencia, se la califica como novela autobiográfica, En busca del tiempo perdido escapa de esa categoría para instalarse en el terreno de la ficción introspectiva y experimental.

    Un viaje al interior del tiempo

    Una de las principales aportaciones de Marcel Proust a la historia de la literatura reside en su concepción del tiempo como una dimensión plástica y recuperable a través de la memoria. En lugar de organizar la narración siguiendo una secuencia cronológica convencional, Proust se sumerge en el pasado mediante asociaciones sensoriales, como el célebre episodio de la magdalena mojada en té, que activa el recuerdo del pueblo de Combray.

    Esta forma de narrar constituye una auténtica “arquitectura en el tiempo”, donde el tiempo no es un escenario, sino el verdadero material de construcción de la novela. El narrador reconstruye su existencia a partir de las emociones y sensaciones recuperadas por la memoria involuntaria.

    Marcel Proust
    Recreación fantasiosa de Marcel Proust. Fuente: Midjourney/Erica Couto

    Relevancia literaria y cultural

    En busca del tiempo perdido no solo es la novela publicada más larga, sino también una de las más influyentes en la literatura moderna. Su estilo introspectivo, su sintaxis compleja y su tratamiento innovador del tiempo y la conciencia han ejercido una enorme influencia los sobre escritores y filósofos del siglo XX, desde Virginia Woolf hasta Roland Barthes, pasando por Samuel Beckett y Walter Benjamin.

    El segundo volumen de la novela, A la sombra de las muchachas en flor, se galardonó con el prestigioso Premio Goncourt en 1919, lo que consolidó la posición de Proust dentro del panorama literario francés. No obstante, la acogida crítica inicial resultó ambivalente. Muchos consideraron su estilo prolijo en exceso y su narrativa demasiado introspectiva. Con el paso del tiempo, sin embargo, la obra se reivindió como una de las cumbres del arte novelístico.

    Magdalena
    La célebre magdalena de Proust. Fuente: Pixabay. Imagen editada

    La escritura como construcción de sentido

    Una de las claves de la extensión de la novela reside en la particular forma de escribir de Proust. Sus frases son ya famosas por su longitud, su complejidad sintáctica y su riqueza léxica. Cada oración parece extenderse como una sinfonía, al desarrollar temas y motivos que se repiten y se transforman a lo largo de la obra. Este estilo, deliberadamente lento y reflexivo, obliga al lector a desacelerar y a sumergirse en una lectura meditativa. Esta densidad constituye una parte esencial del proyecto estético de Proust.

    Una obra póstuma y definitiva

    Marcel Proust murió en 1922, sin haber visto publicada la totalidad de su obra magna. Su hermano, Robert Proust, editó los últimos tres volúmenes póstumamente, a partir de los manuscritos que el autor había dejado. La edición definitiva de En busca del tiempo perdido se considera, por tanto, un proyecto que trasciende incluso la vida de su creador.

    La salida del liceo Condorcet, de Jean Béraud
    En busca del tiempo perdido, una exploración de la memoria. La salida del liceo Condorcet, de Jean Béraud. Fuente: Wikimedia

    Un récord que aún permanece

    El récord alcanzado por En busca del tiempo perdido como la novela más larga del mundo, tal y como lo ha establecido el Guinness World Records, no ha sido superado por ninguna otra obra de ficción escrita. Aunque, en las últimas décadas, han proliferado las novelas y experimentos literarios de gran longitud, ninguna ha alcanzado la complejidad, unidad y extensión de la obra proustiana en un solo ciclo narrativo coherente.

    Más allá de esta marca cuantitativa, lo que verdaderamente distingue a la novela de Proust es su calidad literaria, su hondura filosófica y su capacidad para interpelar al lector sobre los grandes temas de la existencia: el paso del tiempo, la pérdida, la memoria, el deseo, el amor y el arte.

    Con más de 1.260.000 palabras en su versión original y siete volúmenes que abarcan toda una vida de recuerdos, emociones y descubrimientos interiores, En busca del tiempo perdido no solo ostenta el récord de ser la novela más larga jamás escrita, sino que se erige como una de las más ambiciosas empresas literarias de todos los tiempos. Marcel Proust escribió, así, todo un universo, un viaje profundo al corazón de la experiencia humana, moldeado por el tiempo y rescatado por la memoria.

    Referencias

    Cortesía de Muy Interesante



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