Esta fue la elección papal más larga en la historia de la Iglesia católica: una sede vacante que duró casi tres años

En los más de dos mil años de historia de la Iglesia católica, el proceso de elección papal ha pasado por numerosas transformaciones. Desde los tiempos de aclamación popular hasta la creación del sistema codificado de los cónclaves, los líderes eclesiásticos han ratificado su poder como cabezas de la institución apoyándose en la opinión de un grupo más o menos amplio. Sin embargo, ninguna elección papal ha sido tan larga, compleja y caótica como la que tuvo lugar entre 1268 y 1271. Esta elección, que se prolongó durante 1006 días, no solo puso a prueba la paciencia de la cristiandad, sino que sentó las bases de importantes reformas en el procedimiento para elegir al Sumo Pontífice.

El contexto histórico: tensiones políticas y eclesiásticas

El 29 de noviembre de 1268, el papa Clemente IV moría en Viterbo. Dejaba así vacante la silla de Pedro en un momento de gran inestabilidad política. Europa presenciaba la pugna entre güelfos y gibelinos, partidarios del papado los primeros, del Sacro Imperio Romano Germánico los segundos. Estas divisiones también se reflejaron dentro del Colegio Cardenalicio, que se encontraba fraccionado entre diferentes bloques políticos y nacionales.

Clemente IV había sido un papa aliado de Carlos de Anjou, el poderoso rey de Sicilia y hermano del rey de Francia. Su intervención en los asuntos italianos, en particular en el sur de la península, generó recelo entre muchos cardenales. Al morir Clemente, el Colegio debía encontrar un sucesor en un clima de intensa polarización. Por un lado, estaba los cardenales que deseaban continuar la alianza con los angevinos; por otro, aquellos que buscaban una mayor autonomía del papado frente a los poderes seculares.

cónclave cardenalicio
Recreación fantasiosa de un cónclave cardenalicio. Fuente: Midjourney/Erica Couto

El comienzo del cónclave de Viterbo

La elección papal se inició de forma oficial poco después de la muerte de Clemente IV, pero los cardenales tardaron tres años en alcanzar un acuerdo. El proceso tuvo lugar en la ciudad de Viterbo, donde Clemente había fallecido y donde se congregaron los cardenales. En aquel tiempo, el sistema del “cónclave” no estaba plenamente institucionalizado. Aunque, en 1059, Nicolás II había reformado el procedimiento de elección papal restringiéndolo al Colegio Cardenalicio, no existían aún normas estrictas que obligaran al encierro y el aislamiento de los electores.

Durante la elección de 1268-1271, participaron inicialmente 20 cardenales, de los cuales varios murieron durante el prolongado proceso. Las reuniones fueron constantes, pero infructuosas. El cónclave se dividió principalmente en tres facciones: los partidarios de Carlos de Anjou, los contrarios a su influencia y un grupo intermedio que fluctuaba entre ambos.

Viterbo, palacio y logia de los papas
Palacio papal de Viterbo. Fuente: Sailko/Wikimedia

Una ciudad harta y una intervención sin precedentes

La población de Viterbo, cansada de la interminable espera y del espectáculo de una Iglesia incapaz de tomar decisiones, decidió tomar medidas radicales. Los habitantes de la ciudad, liderados por el podestà Raniero Gatti, sellaron literalmente las puertas del Palacio Episcopal donde se alojaban los cardenales. Este gesto marcó uno de los primeros precedentes del encierro obligatorio que caracterizaría más adelante a los cónclaves.

A esta reclusión forzada se sumaron otras acciones extremas. Se redujeron las raciones de comida, se retiró el techo del palacio para exponer a los cardenales a las inclemencias del tiempo y se prohibió cualquier contacto con el exterior. Todo ello con la intención de acelerar la decisión.

El compromiso: elección de un no cardenal

Por fin, el 1 de septiembre de 1271, tras casi tres años de deliberaciones, los cardenales delegaron su poder de elección a una comisión de seis miembros. Esta medida extraordinaria tenía como objetivo romper el bloqueo interno y encontrar un candidato de consenso. La comisión optó por una figura inesperada: Teobaldo Visconti, un archidiácono de Lieja que no formaba parte del Colegio Cardenalicio y que, en ese momento, se encontraba en Tierra Santa como legado apostólico.

Visconti, sorprendido por su designación, tardó varios meses en regresar a Italia. Lo consagraron como obispo de Roma y fue coronado papa con el nombre de Gregorio X el 27 de marzo de 1272 en Roma. Su elección representó una solución de compromiso entre las diversas facciones y una apuesta por un pontífice alejado de las intrigas políticas europeas.

Elección de un papa, recreación ficticia
Recreación fantasiosa de una elección papal. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Gregorio X y la reforma del cónclave

La experiencia vivida en Viterbo tuvo profundas consecuencias institucionales. Gregorio X, plenamente consciente del escándalo que había supuesto la prolongada sede vacante, convocó el Segundo Concilio de Lyon en 1274. Entre sus decisiones más relevantes, figura la constitución Ubi periculum. Esto institucionalizó formalmente el sistema del cónclave como lo conocemos hoy: encierro obligatorio, reducción progresiva de alimentos en caso de demora y la imposibilidad de establecer contacto con el exterior.

Esta constitución fue la respuesta directa a los abusos presenciados entre 1268 y 1271. Aunque la normativa se suspendió temporalmente por sus sucesores inmediatos, marcó un antes y un después en la historia del papado.

Recreación fantasiosa de cardenales
Cardenales deliberando. Recración ficticia. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Repercusiones históricas de la elección más larga

La elección papal de 1268-1271 no solo dejó huella por su duración récord. También evidenció las tensiones internas de la Iglesia en un momento en que su autoridad estaba entrelazada con los intereses políticos de Europa. La incapacidad de los cardenales para alcanzar un acuerdo se percibió como una crisis institucional sin precedentes.

Asimismo, la elección de un papa ajeno al Colegio Cardenalicio mostró la necesidad de buscar líderes que pudieran representar una vía de reconciliación, aunque fueran externos a las estructuras de poder tradicionales. Teobaldo Visconti, más que por sus méritos teológicos o políticos, fue elegido por su carácter neutral.

Una crisis que transformó la Iglesia

La elección papal más larga de la historia, ocurrida entre 1268 y 1271, nació de una combinación de factores: las rivalidades políticas, la ausencia de normas claras, las presiones externas e internas y una profunda fragmentación del Colegio Cardenalicio. De esa crisis, sin embargo, emergió también una oportunidad de reforma.

Gregorio X reformó para siempre el proceso de elección papal y se aseguró de que la situación de una sede vacante de tan escandalosa duración no volviese a repetirse. La experiencia de Viterbo mostró que la legitimidad del papado dependía tanto de la estabilidad interna de la Iglesia como de su capacidad de adaptación institucional. Y, en ese sentido, la elección más prolongada de la historia se convirtió también en una de las más transformadoras.

Referencias

  • Baumgartner, Frederic. 2003. Behind locked doors: a history of the Papal elections. Palgrave Macmillan.
  • Fischer, Andreas. 2008. Kardinäle im Konklave: die lange Sedisvakanz der Jahre 1268 bis 1271. Max Niemeyer Verlag, 2008.

Cortesía de Muy Interesante



Dejanos un comentario: