
Washington. La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó ayer a la administración del presidente Donald Trump a deportar a un grupo de migrantes de varias nacionalidades, incluyendo a un mexicano, varado en una base militar estadounidense en Yibuti, hacia Sudán del Sur, un país africano devastado por la guerra.
En mayo, los ocho migrantes fueron trasladados en avión a Sudán del Sur desde Estados Unidos, pero cuando un tribunal suspendió las deportaciones a terceros países terminaron en una base estadounidense en Yibuti, un país africano que limita con Eritrea, Somalia y Etiopía.
El tribunal había alegado que a los migrantes no se les estaba dando una “oportunidad significativa” para impugnar la expulsión de Estados Unidos.
Sin embargo, el 23 de junio la Corte Suprema levantó la suspensión y dio vía libre a las deportaciones a terceros países, una decisión que rechazaron las magistradas Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson.
Entre ellos figuran dos cubanos: Enrique Arias Hierro, acusado de homicidio y robo a mano armada, y José Manuel Rodríguez Quiñones, condenado por intento de asesinato y tráfico de cocaína, según el Departamento de Seguridad Interior.
También el mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez, sentenciado a cadena perpetua por asesinato. Hay dos birmanos, un vietnamita, un laosiano y un sursudanés.
“Lo que el Gobierno pretende es enviar a gente que expulsó ilegalmente de EU donde serán entregados (…) a las autoridades sin importar que puedan ser torturados o muertos”, declaró Sotomayor.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: