En México habitan poco más de 10 millones de personas adultas mayores de 65 años. Y aunque llegar a esta edad representa, por una parte, un cúmulo de experiencias y conocimiento, por otro también significa convivir con un mayor riesgo de padecimientos que amenazan la salud. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2024, en el país se contabilizaron, de manera preliminar, 818,437 defunciones. La institución aclara que la cifra definitiva se dará a conocer el próximo mes de noviembre de 2025.
Por grupos de edad, el de 65 años y más fue el que concentró el mayor número de defunciones: 57.9%. Por cada 100,000 habitantes se registraron 4,450 defunciones de personas en ese rango de edad. La principal causa de muerte en personas de más de 65 años de edad fueron las enfermedades del corazón, 145,932 perdieron la vida en 2024 a causa de estos padecimientos.
La segunda causa de muerte para este rango de edad fue la diabetes mellitus, con 71,985 defunciones; la tercera fueron los tumores malignos, con 52,729; la cuarta fueron las enfermedades cerebrovasculares, con 25,189, y la quinta fue la influenza y neumonía , con 24,601 defunciones.

Tendencia al alza en cuidado de adultos mayores en el hogar
El deterioro físico al que se enfrentan los adultos mayores, a causa del proceso natural de envejecimiento, asociado a la presencia de enfermedades y el estilo de vida que mantengan, puede incidir en limitaciones o impedimentos para realizar por sí mismos las actividades más elementales en su día a día.
La tendencia en los últimos años apunta a que el cuidado de los adultos mayores en el hogar ha aumentado, por lo que este espacio es el principal escenario en el cual se realiza la atención de este sector de la población; esta tarea a menudo recae en la familia, principalmente en las mujeres.

Los cuidadores requieren información básica para ejercer su labor
De acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los adultos mayores pueden necesitar ayuda para actividades como acostarse o levantarse de la cama, el aseo y limpieza personal, comer, tomar medicamentos y monitorear su salud.
En ese sentido, la institución señal que para lograr que los cuidados sean adecuados y adaptados a cada persona, de tal manera que esto impacte de manera positiva en su calidad de vida “es importante contar con información básica que permita conocer los padecimientos y sus posibles complicaciones para prevenirlas. También lo es que el cuidador cuente con información sobre su autocuidado, para no enfermar y para no manifestar sobrecarga“.
Cortesía de El Heraldo de México
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