Este es el circo romano más grande jamás construido

El Circo Máximo de Roma se ha convertido en un emblema de la cultura romana antigua. Su historia se extiende a lo largo de varios siglos durante los que fue expuesto a diversas fases de construcción, renovación e incluso pillaje. Centro de la vida política y social de Roma, este gigantesco recinto se utilizaba para albergar principalmente carreras de cuadrigas, espectáculos multitudinarios de gran renombre en la antigüedad, pero también festivales y celebraciones cívicas.

La grandeza del Circo Máximo no solo se mide en importancia y fama. Fue y sigue siendo el circo romano más grande jamás construido.

Ilustración de una gema incisa en la que se representa las carreras de carros en el circo, Handbook of Engraved Gems (1885). Fuente: Wikimedia Commons

El origen del Circo Máximo

Los orígenes del Circo Máximo se remontan a los primeros días de la ciudad, cuando, según cuenta la tradición romana, en el siglo VI a.e.c. el rey Tarquinio Prisco utilizó el espacio para la celebración de los Ludi Romani o Juegos Romanos. En sus primeras versiones, el circo consistía en un espacio llano sin ninguna estructura permanente. Con el paso del tiempo, el recinto del circo adquirió, poco a poco, una forma monumental, con la adición de gradas de madera y, posteriormente, de piedra.

La intervención de Julio César en el siglo I a.e.c. permitió expandir y mejorar el Circo Máximo. A lo largo de los siglos, otros emperadores como Augusto, Nerón y Trajano añadieron sus propias modificaciones. Bajo el mandato de Trajano, el circo alcanzó su mayor capacidad de aforo: podía albergar entre 200000 y 250000 espectadores, una cifra asombrosa para cualquier estructura de la antigüedad. Aunque, probablemente, las fuentes hayan exagerado su capacidad, el apunte histórico sin duda refleja la enorme capacidad del Circo Máximo para acoger a una parte significativa de la población de Roma​.

La estructura del mayor circo romano

El Circo Máximo contaba con un diseño arquitectónico colosal. Con una longitud de 600 metros y una anchura que rondaba los 140, disponía de una pista central, la spina, decorada con obeliscos y otras estructuras arquitectónicas. Traídos desde las tierras de Egipto, los obeliscos de la spina funcionaron como un símbolo del poder imperial y de las hazañas militares protagonizadas por Roma más allá de sus fronteras.  

El Circo Máximo contaba con tres niveles de gradas. La ima cavea se reservaba para la élite; la media cavea, para los ciudadanos de clase media; y la summa cavea, para los miembros de la plebe. Esta distribución reflejaba la estratificación social de Roma, donde la ubicación de los asientos en los eventos públicos ejercía de marcador del estatus social. En la parte superior, la estructura estaba coronada por galerías cubiertas que proporcionaban sombra y protección contras las inclemencias climatológicas.

Escena de venatio romana
Lucha con fieras en una pieza arqueológica del Museo Nacional Romano. Fuente: Wikimedia

Carreras de cuadrigas y otros eventos espectaculares

Las carreras de cuadrigas constituían el principal atractivo del Circo Máximo. En su pista se concentraban los equipos que competían entre sí en una serie de frenéticas carreras alrededor de la spina. Los equipos estaban formados por carros tirados por cuatro caballos que corrían siete vueltas. Los enfrentamientos entre las cuadrigas tenían una connotación política, ya que los equipos solían representar a facciones específicas de la sociedad romana. Los conductores de los carros o aurigas adquirían fama y fortuna si lograban sobrevivir y ganar varias carreras. Entre los aurigas más famosos se recuerda a Cayo Apuleyo Diocles, quien se retiró, después de 24 años de carrera, dueño de una gran fortuna.

Además de las carreras, el Circo Máximo acogió otros eventos de carácter religioso, como desfiles triunfales, juegos e incluso procesiones religiosas que incluían sacrificios y representaciones míticas. Estos rituales subrayaban la importancia del circo no solo como un espacio de entretenimiento, sino también como un centro cultural y religioso vital para la identidad romana.

Las venationes o cacerías de animales salvajes también formaban parte de los espectáculos del circo. En la arena,sSe liberaban animales exóticos traídos de todas las partes del imperio, desde leones y tigres hasta elefantes y osos, para ser cazados por gladiadores especialmente entrenados o incluso por prisioneros condenados.

Un evento particularmente relevante ocurrió en el año 46 a.e.c. En este año. Julio César organizó unos juegos extraordinarios en el Circo Máximo como parte de las celebraciones de su cuádruple triunfo. Durante estos juegos, no solo hubo carreras de cuadrigas, sino también exhibiciones masivas de animales, como elefantes y jirafas, traídos a Roma por primera vez.

El Circo Máximo funcionó, igualmente, como escenario de representaciones teatrales, combates de gladiadores e incluso naumaquias. Estos eventos reflejaban el poder del Estado romano, la integración de la religión en la vida pública y la importancia del entretenimiento masivo como una forma de mantener el orden social.

Speculum Romanae Magnificentiae Circus Maximus 1553
Recreación de las carreras del Circo Máximo en un grabado del siglo XVI, Fuente: Wikimedia Commons

Espectáculos políticos en el circo

A lo largo de la historia del Imperio, los emperadores utilizaron el Circo Máximo como una herramienta para ganarse el favor del pueblo. Los Ludi Romani, uno de los festivales más antiguos de Roma, tenían lugar anualmente en septiembre y se dedicaban al dios Júpiter. Durante este evento, se realizaban carreras de cuadrigas, desfiles y competiciones atléticas. Los magistrados del gobierno eran los responsables de organizar y financiar esta festividad.

Los generales victoriosos organizaban elaboradas procesiones en el Circo Máximo para exhibir públicamente su éxito militar. Durante los desfiles, mostraban a los prisioneros capturados, los botines y riquezas saqueadas, así como los símbolos de las tierras conquistadas. Uno de los desfiles triunfales más sonados de la historia lo protagonizó Escipión el Africano, quien, tras derrotar a Aníbal en la Batalla de Zama (202 a.e.c.), realizó un fastuoso desfile por las calles de Roma que culminó en el Circo Máximo.

Carrera de carros romanos. Fuente: Poniol/Wikimedia

Transformación, decadencia y recuperación del Circo Máximo

Con el colapso del Imperio Romano, el Circo Máximo cayó en desuso, y su estructura comenzó a deteriorarse. A partir del siglo V, la pista del Circo Máximo se abandonó y sus monumentos empezaron a ser saqueados o reutilizados en otras construcciones. En el siglo XII, la familia Frangipane instaló un molino en el lugar y construyó, además, la Torre de la Moletta, una edificación que aún sobrevive.

En el siglo XX, el régimen fascista de Benito Mussolini redescubrió el lugar y lo restauró en parte. El fascismo italiano lo utilizó para albergar grandes eventos públicos, celebraciones de corte patriótico y otras manifestaciones públicas que buscaban exaltar el pasado glorioso de Roma.

Referencias

  • Buonfiglio, Marialetizia. 2023. “Circus Maximus”, en Oxford Classical Dictionary. DOI: https://doi.org/10.1093/acrefore/9780199381135.013.8872
  • Ciancio Rossetto, Paola. 1993. “Circus Maximus”, en Eva Margareta Steinby (ed.), Lexicon Topographicum Urbis Romae, vol. 1. Roma: Quasar.
  • Ciancio Rossetto, Paola. 2018. “Circo Massimo: la riscoperta di un monumento eccezionale. Bullettino della Commissione Archeologica Comunale di Roma, 119: 201-219.

Cortesía de Muy Interesante



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