Este fenómeno se hizo popular en Nueva York y ahora ha llegado a Japón: barrios que tienen más chinos que japoneses

No es descabellado decir que Nueva York es una ciudad con gran diversidad cultural y racial en el mundo. Sin embargo, la comunidad más prolífica en el área metropolitana neoyorkina es nada menos que la china. De hecho, la población chino-estadounidense superó las 893,000 personas en 2017, y continúa en ascenso. Esto convierte a la urbe en el hogar de la mayor población de origen chino fuera de Asia.

Pero el Chinatown estadounidense es solo un ejemplo de las distintas ciudades donde la migración china se ha vuelto una cuestión imparable. De acuerdo con información de Nikkei Asia, Japón comienza a experimentar una transformación demográfica radical. En Tokio, ya existen barrios en los que los chinos viven, trabajan y socializan. Todo sin necesidad de hablar japonés.

Restaurantes, supermercados, farmacias o tiendas de tecnología son algunos de los servicios ya establecidos por chinos para chinos en Japón. Por mencionar uno de los epicentros de este fenómeno se encuentra Ikebukuro, donde el alto número de migrantes hace que se mantengan los vínculos sociales y culturales entre compatriotas. Además, entre ellos se ayudan para conseguir departamentos o permisos de conducir.

Y esto no es único de la capital nipona. El complejo de apartamentos Shinazono, ubicado en los suburbios de Kawaguchi funge como otra locación para los migrantes fuera de las grandes ciudades, pero que también han adaptado a su forma de vivir. Allí, de las 2,454 unidades que conforman la zona, cerca del 50% están habitadas por personas de origen chino.

Con el auge de escuelas infantiles o supermercados manejados por chinos, y todo rotulado en su idioma, gran parte de los migrantes optan por establecerse de manera permanente. Otros lugares en los que se ve reflejada esta situación es en Warabi, donde los chinos representan el 8% de la población total, y Mihama en la que la presencia de esta comunidad asciende a los 5,700 residentes.

A tal grado ha llegado la situación que de los 1,741 municipios de Japón, los habitantes chinos se han establecido en 1,603. Otros ejemplos son Shimukappu, localidad en la que los ciudadanos chinos constituyen el 5% de la población total. Situaciones parecidas se observan en lugares como Tobishima y Kawakami, donde trabajadores chinos se han incorporado en actividades agrícolas e industriales.

Pexels Tuan Vy 903011268 31001642

Si tomamos en cuenta el contexto social nipón, aquel en que existe un envejeciendo demográfico acelerado, la comunidad china ha aprovechado estos “vacíos” poblacionales. A la par, construyen redes de apoyo, comercio y culturales que propician la residencia permanente sin perder su identidad nacional. Como resultado, las nuevas generaciones nacen, crecen y construyen su futuro en Japón.

El caso de Tetsuya Mashimo, un hombre de 86 años, es la clara ilustración de esta transición. Al vivir en la misma unidad habitacional desde 1978, ahora ve su vecindario convertido en un “complejo de viviendas chino”. Una tendencia que da pauta para preguntarse sobre el futuro social en la tierra del sol naciente. Entre paisajes urbanos rotulados en chino, es clara la integración silenciosa, pero profunda.

Cortesía de Xataka



Dejanos un comentario: