Científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (KAUST), en Arabia Saudita, creen haber encontrado una creativa solución para disipar el calor de los focos LED en el alumbrado público. La respuesta estaría en su nanomaterial llamado nanoPE.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, describe las técnicas usadas para minimizar la temperatura del alumbrado público con la ayuda de polietileno nanoporoso, o nanoPE. Este material ha demostrado mejorar la disipación de calor en los focos LED en hasta 8° celsius.
El desarrollo de la tecnología LED supuso un gigante avance en la electrónica con respecto de su predecesor, la bombilla. Las aplicaciones que los LEDs tienen van más allá de la iluminación, pues la computación también se ha beneficiado ampliamente de la durabilidad y ahorro que ofrece cada uno de estos focos.
Sin embargo, aún hay algunos aspectos de los LED que suponen una desventaja y un obstáculo para extender estas prestaciones. El principal de ellos es la emisión de calor. Sucede que, a pesar de ser significativamente más baratos y ahorrativos que las bombillas, los focos LED pierden casi el 75% de su energía a través del calor, lo cual también causa desgaste en los componentes y merma su durabilidad.
Además, la extensión de la mancha urbana supone necesariamente un mayor consumo energético para mantener las calles iluminadas durante la noche, lo que conduce a un aumento en las emisiones de CO2.
Para enfrentar la situación, los investigadores de la KAUST emplearon nanoPE, un material desarrollado en 2016 que estaba enfocado en la tecnología textil con el fin de confeccionar prendas que ayudaran a mantener el cuerpo fresco en ambientes adversos como los de Arabia Saudí.
En esta ocasión, el nanoPE fue usado como una capa que cubrirá los LED, y que al mismo tiempo podrá reflejar la luz visible hacia las calles. Así, el nanoPE permite disipar la mayor cantidad de calor, presentada como radiación infrarroja, en lugar de absorberla.

Esto garantiza no solo una extensión de la vida útil de cada foco LED, sino también una disminución en las emisiones de CO2, consecuencia de la fabricación y mantenimiento del sistema de alumbrado público.
En números, se estima que si todas las calles de un país como Estados Unidos emplearan diseños con nanoPE integrado en su alumbrado público, se podría evitar la emisión de hasta un millón de toneladas métricas de CO2 al ambiente, sin mencionar la disminución en la temperatura de las calles por la noche.
Cortesía de Xataka
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