Mientras que existen personas que no tienen dificultades para conciliar el sueño, hay otras que sufren una terrible odisea cada vez que llega la hora de dormir.
No poder descansar es un problema que afecta al rendimiento y al estado de la persona a lo largo del día, además de sufrir situaciones desagradables cuando llega la noche al no conseguir pegar ojo.
Más de cuatro millones de adultos españoles sufren insomnio crónico. Estos datos, de la Sociedad Española de Neurología (SEM), confirman que alrededor de un 15% de los adultos de España tienen esta dificultad que deriva, a menudo, en problemas de salud mental y física.
Mejoras en el descanso
A pesar de que intervienen diferentes factores que determinan el grado de dificultad para dormirse -como son la edad, el estilo de vida, los horarios o el nivel de estrés, entre otros-, existen una serie de recomendaciones que pueden mejorar los hábitos de sueño.
Una de ellas, involucra el evitar las pantallas cuando estemos a punto de ir a dormir, así como ignorar la estrategia de mirar el móvil para relajarse, porque en realidad, provoca todo lo contrario.
Muchos se han acostumbrado a rutinas muy concretas antes de ir a dormir, como por ejemplo escuchar un pódcast o la radio, leer o, lo más habitual generalmente, poner la televisión de fondo.
Esta costumbre de relajarse en el sofá o en la cama mientras se mira la televisión para, finalmente, quedarse dormido en la mayoría de ocasiones, ayuda a conciliar el sueño generalmente porque es una actividad que desestresa.
Dependencia de las pantallas
Sin embargo, este hábito va en contra de lo que los expertos recomiendan para un pleno descanso. Según la psicología, las personas que se han acostumbrado a esta rutina buscan calmar una cierta sensación de “soledad” al sentirse acompañados por la pantalla, a la vez que responde a una necesidad constante de recibir estímulos.
Otro de los motivos por los que la psicología cree que la televisión de fondo es esencial en algunas personas para conciliar el sueño es por su capacidad de romper con el silencio de la noche y, de esa manera, calmar la inquietud.
Desprenderse de las malas rutinas
Los verdaderos hábitos que sí aconsejan los expertos para mejorar el descanso son hacer deporte, cuidar la alimentación, evitar el consumo de cafeína o teína pasado el mediodía y reducir las cenas abundantes.
Cuando se trata de casos más graves de insomnio, quizás con infusiones, buenos hábitos y técnicas de relajación no es suficiente, pues existen medicamentos que ayudan a combatir el insomnio en las circunstancias más graves. En ese caso, los expertos recomiendan acudir al médico para la receta de mejores antídotos según el paciente.
Cortesía de El Periodico
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