Quienes circulen por las autopistas alemanas podrían notar algo inusual en los próximos años: algunos autos llevan luces turquesa encendidas, tanto al frente como en la parte trasera. No se trata de una moda, ni de un capricho visual. Son Mercedes-Benz con conducción autónoma activada. Alemania acaba de permitir este tipo de iluminación para los vehículos que operan bajo el sistema de manejo automatizado condicional conocido como DRIVE PILOT, y el color no es ninguna coincidencia.
La autorización fue concedida por el Consejo Regional de Stuttgart. Por ahora solo es válida para pruebas y durará hasta julio de 2028. A pesar de su carácter temporal, marca un momento histórico. Es la primera vez que un país europeo permite un color diferente a los ya conocidos (blanco, rojo, ámbar) en el alumbrado exterior de un vehículo. La razón es clara: comunicar a todos en la vía, incluida la policía, que el auto se encuentra en modo autónomo Nivel 3. Esto significa que el conductor puede leer, usar su celular o simplemente desconectarse del tráfico, aunque debe estar listo para tomar el control si el auto lo pide.
Mercedes-Benz fue el primer fabricante en recibir una homologación internacional para conducción autónoma condicional desde 2021. Desde entonces ha afinado su tecnología DRIVE PILOT. La versión más reciente, presentada en 2024, ya es capaz de circular sin intervención humana hasta a 95 kilómetros por hora. Esto lo convierte en uno de los sistema más rápido del mundo en esta categoría. El detalle es que ahora, cuando el sistema está activado, el vehículo enciende luces turquesa visibles también en los espejos laterales. El mensaje es inequívoco: no hay nadie al volante… por ahora.
¿Por qué turquesa? Porque no se parece a ninguna otra señal luminosa en las calles. No compite con el rojo de las luces de freno, ni con el ámbar de los intermitentes, ni con las luces de emergencia. El tono azul-verde tiene un nivel alto de visibilidad y resulta fácil de distinguir. Varios estudios respaldan su uso por encima de otros colores, tanto por la velocidad con la que el ojo humano lo detecta como por su efecto en la percepción de seguridad. El color ya fue incluido en reglamentos internacionales como la SAE J3134 y otros proyectos en China y la ONU.
Mercedes-Benz autorizado para probar luces turquesa en Alemania.
Los ingenieros de Mercedes-Benz trabajaron con autoridades, especialistas en ética y protección de datos para definir este sistema. En un futuro cercano, otros fabricantes podrían adoptar el mismo código visual. Pero por ahora, Alemania es el único país europeo donde esta iluminación es legal. Estados Unidos también avanza en la misma dirección: tanto California como Nevada ya aprobaron el uso del turquesa en modelos de prueba.
A simple vista puede parecer un detalle cosmético, pero esta luz marca un antes y un después en cómo nos relacionamos con los autos. Es la primera vez que la iluminación comunica algo más que dirección o frenado. En este caso, informa que el cerebro al mando no es humano. Y si el experimento es exitoso, no faltará mucho para ver más colores inéditos invadiendo las carreteras del mundo.
Cortesía de Xataka
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