¿Cuántos continentes existen? En principio esta puede parecer una pregunta cuya respuesta es muy simple: seis. No obstante, investigadores de la Universidad de Derby, en Inglaterra, aseguran que existe un (micro)continente ubicado exactamente entre Groenlandia y Norteamérica, en un punto llamado Estrecho de Davis, el cual mide 1,143 kilómetros.
En un área tan extensa, ¿cómo podría haberse pedido un continente? Pues bien, aquí es donde todo se complica. En primer lugar hay que preguntarse qué es eso a lo que llamamos “continente“. Quizás lo más intuitivo es pensar en “una gran superficie de tierra rodeada por agua“, algo correcto en teoría, pero no así en la práctica.
¿Existen los continentes?
Si reflexionamos en nuestra pregunta inicial, ¿cuántos continentes existen? nos daremos cuenta de seis no es un número mágico ni una respuesta universal, como explica un artículo de Mapas Millhaud, en varios países existen diferentes divisiones continentales basadas en criterios “puramente históricos y culturales“.
Puede que en países como México, España y otros donde se hablan lenguas romances se reconozcan seis continentes. Sin embargo, en naciones anglosajonas como Estados Unidos y Reino Unido se tiende a dividir América en dos continentes: América del Norte y América del Sur, con lo que el número sube a siete. De hecho, países de la antigua Unión Soviética también distinguen seis continentes, pero con una curiosa variación: separan América pero unen Europa y Asia.
Y como estos podríamos aplicar muchos criterios. Unir África, Europa y Asia en un solo continente, o no considerar a la Antártida como uno ya que sin su gruesa capa de hielo solo sería un archipiélago cuya isla más grande serían menor que Australia. En fin, que lo que llamamos “continentes” no son más que constructos sociales y no un concepto geológico. En ese sentido valdría más hablar de placas tectónicas.
¿Entonces qué pasa con lo que encontraron en el Estrecho de Davis?
Para asegurar la existencia de un microcontinente en el Estrecho de Davis, los investigadores de la Universidad de Derby usaron datos del grosor de la corteza terrestre. En general hay dos tipos de cortezas: la continental (de 35 kilómetros de grosor) y la oceánica (de entre 8 y 10 kilómetros).
El equipo descubrió que, a medida de las placas tectónicas entre Canadá y Groenlandia se han desplazado, la corteza terrestre se ha reconfigurado. Como resultado se formó una corteza protocontinental extremadamente gruesa en lugar de lo que debería ser una corteza océnica. Este hallazgo es interesante, ya que ofrece la oportunidad de entender fenómenos tectónicos como la gran grieta del Rift, que divide a África en dos.
Cortesía de Xataka
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