Durante años, se ha debatido sobre el impacto de las dietas veganas y ovolactovegetarianas —aquellas que incluyen lácteos, miel y huevos, pero excluyen carne, aves, mariscos y pescado— en la pérdida de peso y la prevención de enfermedades cardiacas. Sin embargo, no existía un consenso que recopilara toda la evidencia de manera coherente, hasta ahora. Un equipo de médicos del Hospital Qilu de la Universidad de Shandong afirma haber encontrado ese punto de conexión.
Según los investigadores, la obesidad se está consolidando como la gran epidemia del siglo XXI, que afecta al menos a 1,900 millones de personas con sobrepeso y a unos 600 millones con obesidad en aumento.
Este panorama no sería alarmante si no fuera porque la obesidad y sus complicaciones asociadas no solo incrementan la morbilidad y la mortalidad, sino que también deterioran la calidad de vida de quienes la padecen.
Aunque ciertos medicamentos, como el Ozempic y otros desarrollos recientes para la pérdida de peso, han revolucionado la percepción del peso corporal, también han ayudado a entender que el metabolismo y el apetito son fenómenos biológicos, no cuestiones de voluntad moral.
A pesar de sus beneficios evidentes, estos tratamientos están lejos de ser la solución definitiva para los problemas de salud global. Además de ser extremadamente costosos, no reemplazan la necesidad de hábitos alimenticios saludables y equilibrados, algo que el equipo liderado por Yani Xu busca abordar mediante su investigación.
Información para respaldar sus teorías
Los científicos analizaron evidencia previamente pasada por alto en otras investigaciones y lograron reunir datos de 24 estudios que involucraron a más de 2,000 personas.
Estos estudios, de alta calidad debido al uso de ensayos clínicos aleatorizados, permitieron identificar una relación clara entre el consumo de vegetales crudos y un menor riesgo de obesidad y problemas cardiacos.
De acuerdo con sus hallazgos, “la dieta vegetariana es una opción viable para quienes desean controlar su peso corporal y prevenir enfermedades metabólicas”.
Los investigadores atribuyen este efecto a factores como el alto contenido de fitoesteroles y grasas insaturadas en los vegetales, que reducen la inflamación y el estrés oxidativo. Sin embargo, reconocen que esta conexión no está completamente definida, ya que históricamente ha sido uno de los mayores desafíos al estudiar la relación entre el veganismo y la pérdida de peso.
Por ahora, la evidencia disponible sugiere que incrementar progresivamente el consumo de vegetales, especialmente crudos, es una estrategia más efectiva de lo que se creía para bajar de peso.
Cortesía de Xataka
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