os vínculos comerciales de México con Israel e Irán apenas se asoman en las estadísticas. Con uno hay tratado; con el otro, distancia. Pero en ambos casos, la relación económica sigue en los márgenes.
En 2024, México exportó a Israel apenas 204 millones de dólares, según datos del Banco de México. Le compró seis veces más: 1,223 millones. La balanza quedó en rojo con un déficit de 1,019 millones de dólares.
Israel no es un socio menor por protocolo. Desde el año 2000 existe un Tratado de Libre Comercio entre ambos países. En teoría, eso debería abrir camino. En la práctica, el intercambio se mantiene discreto. Las exportaciones mexicanas a Israel representan solo 0.033% del total nacional. Las importaciones llegan al 0.2%.
Los camiones lideran la lista de exportaciones. México vendió sobre todo vehículos para transporte de mercancías, con una participación de 15.4%. El mismo porcentaje aparece en las máquinas para procesamiento de datos. Más abajo figuran los automóviles particulares (7.7%) y los teléfonos móviles (5.1%).
Del lado contrario, lo que más llega desde Israel son circuitos electrónicos integrados (25.7%), teléfonos móviles (10.1%) y aparatos médicos (6.1%).
A pesar de su bajo peso en el mapa comercial global, Israel ocupa un lugar clave en Medio Oriente para México. Es el principal socio de la región: concentra el 45.2% del comercio bilateral con países de esa zona. También es el segundo destino de exportaciones mexicanas hacia Medio Oriente y el primer proveedor de la región hacia México.
En 24 años de tratado, el comercio bilateral creció 157.8%. La cifra suena alta, aunque parte de una base modesta. El potencial sigue ahí, intacto, aunque por ahora sin grandes apuestas.
Por el lado de la inversión extranjera directa, Israel suma flujos por 2,414 millones de dólares de 2006 al primer trimetre de 2025. La mayor parte se encuentra en la fabricación de productos farmacéuticos (2,320 millones).
Irán: cercanía diplomática, distancia económica
Si la relación económica de México con Israel es mínima, con Irán resulta prácticamente nula. Según datos del Banco de México, las exportaciones hacia ese país representan 0.000025% del total, mientras que las importaciones alcanzan 0.00088%.
En 2024, las ventas mexicanas sumaron apenas 152,000 dólares, frente a compras por 5.5 millones, lo que dejó un déficit comercial de 5.3 millones de dólares.
Los crustáceos ocuparon el primer lugar en las exportaciones, con 53.3% del total, seguidos por productos inmunológicos y biotecnológicos, con 43.4%.
En el rubro de importaciones, destacaron los circuitos electrónicos integrados (57.3%), los polímeros de propileno (24.8%) y las pieles curtidas o sin curtir (5.53%).
México no registra inversión directa procedente de Irán ni presencia significativa de migrantes. Apenas hay 116 ciudadanos iraníes, concentrados en Ciudad de México y Michoacán.
Hasta el momento, los acercamientos entre gobiernos incluyen reuniones diplomáticas y propuestas de cooperación. México busca aprender sobre generación de gas y energía nuclear. Irán muestra interés en el desarrollo de autopartes y en estrechar vínculos empresariales.
Cortesía de Expansión
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