Eventos portadores de futuro


Si leyéramos los diarios, si escucháramos y viéramos la radio, la televisión y las redes sociales en clave de documentos y narraciones históricas, como si viviéramos, digamos, en 2050, podríamos concluir que México estaba sumido, en agosto de 2025, en un caos, de esos que anteceden a la instauración de un orden diferente al previo. Claro, tendríamos que imaginar también aquel tiempo, que sería consecuencia lógica del caos de veinticinco años antes, o sea, ¿desde cuál realidad contrastaríamos los sucesos del hoy que revisamos como si fuera el pasado? Aquel año sabríamos a lo que condujo el caos del primer cuarto del siglo XXI, por lo que, naturalmente, tendremos un prejuicio respecto a aquellos acontecimientos históricos: produjeron el medio social, político, económico y también el geográfico, al cambio climático se le habrán agudizado los colmillos.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Obviemos la subjetividad con la que, en nuestra calidad de habitantes del futuro, nutriríamos nuestras ínfulas de historiadores. ¿Se sostendrá lo dicho antes, que miraremos en los diarios y en cuanto registro encontremos sobre México, un caos casi bíblico? “La tierra era una soledad caótica y las tinieblas cubrían el abismo”, uno que fue catalizador de muchos acontecimientos anteriores que llevaron a lo que vivimos y creemos en el sospechado 2050.

Los historiadores, mujeres y hombres, discriminan para armar el paisaje en el que ponen la mirada, al tenor de: esto sí tiene la dimensión de histórico, esto no. Ejemplos bastos; muchas veces la brújula para historiar han sido las guerras, las disputas por el poder y por territorios; otras, se privilegian los conflictos religiosos -que suelen estar relacionados con las disputas por el poder y por territorios-, o las relaciones económicas, las ideologías o la microhistoria (casos particulares y específicos de individuos o comunidades), o el método muy socorrido, transversal, casi una pulsión, vigente en las entronizaciones de autoritarismos y dictaduras plenas, según lo expresó el escocés Carlyle en el siglo XIX: “la historia del mundo es la biografía de los grandes hombres”.

Pues bien, desde 2050 miremos dos o tres rasgos de la sociedad de 2025. Los líderes políticos debaten sobre dónde pasan sus vacaciones y lo que gastan: ¡viajaban a Japón y pagaban lo que era mucho dinero por pasar la noche! ¡Y debatirlo era esencial para la política! Ahora Japón está, casi todo, bajo el mar. Esos mismos líderes políticos se la pasaban concentrados en el pasado, y a fuerza de no querer ser como los de antes, acababan siendo como ellos. Era tal su fobia a lo pretérito, que mediante cambios a las reglas electorales y a las instituciones de justicia querían mejorar el futuro, aunque el presente de la población, su salud, su seguridad, su trabajo, las libertades, sus negocios y empresas, eran meros tributarios de sus diatribas: nada más importante que sus ropas y sus fiestas y sus ignorancias, o sea: su talante moral, que confundían con la política. Por eso los gobernantes se desentendieron de las guerras por todo el suelo patrio: criminales contras criminales y todos estos, contra el orden constitucional, y por supuesto no hicieron caso de las advertencias de Estados Unidos que terminó por… en fin.

En 2025 mataban niños que eran puestos en garantía de préstamos que a valor actual equivalían a 80 pesos o por la deuda de un mototaxi (excentricidad del “transporte público”). Los que en esos años eran considerados criminales, o parte del concepto “crimen organizado”, cobraban tributo para que las empresas no fueran incendiadas o sus dueños asesinados (“derecho de piso”, le decían, o “extorsión”), falsificaban medicinas y sin freno las vendían a los enfermos. Las autoridades por educación entendían regalar útiles escolares (las herramientas que entonces usaban los estudiantes para leer, escribir o practicar la geometría), la lógica era: a más útiles entregados, mejor educación. Para una mayoría empleaban métodos curativos que seguramente eran tradicionales: a los enfermos los metían en edificios, sin atenderlos o darles medicamentos, al parecer creían que bastaba tener esas construcciones (las conocían como “hospitales”) para que sus familiares los llevaran; a algunos los ponían en camas, otros preferían permanecer en el piso, horas, días, quejándose. Más o menos así sucedía con la persecución de los que en aquellos días eran catalogados como delincuentes (cuánto cambian las cosas): la procuración de justicia comenzaba y terminaba con “abrir carpetas de investigación”, en medio, la gente se dolía por la impunidad, por fallas del sistema educativo no entendían que el fin virtuoso no era que “el que la hiciera la pagara” sino abrir las más carpetas de investigación posibles.

Por eso en 2050 hay pocos delincuentes; el crimen más perseguido es pedir democracia, justica y libertad. Quien se enferma sabe, y actúa en consecuencia, que sus males lo convierten en una carga, para su familia y para el Estado, que no empleará recursos en quien no supo cuidar su cuerpo o simplemente tuvo mala suerte. Ningún empresario paga por el derecho de su negocio a existir, ese tributo se fusionó con los otros y se colectan de célula en célula. Igual sucede con los derechos humanos: en cada célula significan diferente, según los entienda el jefe o la jefa de plaza (que dios los guarde muchos años), y nadie los exige: si alguien siente el impulso por hacerlo, rápidamente es aleccionado, si considera que debe exigir derechos es señal de que disfruta del único que realmente vale la pena: el derecho a la vida, y a lo que sigue: respirar, trabajar y adaptarte a tu célula, porque afortunadamente ya nadie tiene que migrar, todo, vida y muerte, están predeterminados y territorialmente fijados.

Cómo será la vida en 2050 ¿sabrán que en 2025 comenzó a imponerse la sociedad desde la pluralidad y la diversidad democráticas? O historiarán desde lo que hoy trasluce del oficialismo: honrarán el pasado que será la biografía de dos o tres mujeres y hombres no necesariamente “grandes”.

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OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Informador



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