En Luisiana, Estados Unidos, un hombre llamado Victor Sheppard logró una hazaña que parece imposible incluso para los estándares de Toyota. Condujo su pick-up Tundra 2014 hasta marcar 1.6 millones de kilómetros, cifra tan alta que el odómetro ya no sumaba. Lo más sorprendente es que no era la primera vez que lo hacía. En 2016, ya había alcanzado el millón de millas con su Tundra 2007 y la marca decidió intercambiarla por una nueva. Esta vez, repitió la historia y volvió a poner a prueba los límites mecánicos de la misma familia de camionetas.
El caso comenzó a llamar la atención hace casi una década, cuando su primera Tundra pasó la barrera de las siete cifras en el contador. Toyota tomó el vehículo, lo desarmó pieza por pieza y analizó cómo sus componentes habían soportado semejante desgaste. Sheppard, que entonces recibió una Tundra 2016 como reconocimiento, no se conformó. Tenía una Tundra 2014 que utilizaba para el trabajo diario y decidió exprimirla igual que la anterior y recorrió un promedio de 400 kilómetros cada día.
La mecánica resistió más de lo que cualquiera imaginaría. El motor V8 de 5.7 litros mantuvo un rendimiento estable, aunque a las 860,000 millas (1.3 millones de kilómetros) la transmisión automática dejó de responder en pendientes y tuvo que ser reemplazada. Más allá de ese incidente, la camioneta rodó hasta alcanzar nuevamente el millón de millas. Incluso con el desgaste, la defensa cromada todavía refleja la luz y la carrocería solo muestra golpes menores. La durabilidad no solo se cuenta en números, también en el estado estético que conservó.
En el primer capítulo de esta historia, Toyota aprovechó para presumir la confiabilidad de su mecánica. La pregunta ahora es si volverá a premiar a Sheppard por un récord que ya nadie discute. Si bien la marca no ha confirmado un nuevo obsequio, el impacto mediático es evidente. La Tundra, según estudios como el de IseeCars, es uno de los pocos modelos capaces de superar sin problemas los 400 mil kilómetros. Multiplicar esa cifra por cuatro sigue siendo un logro casi inalcanzable para la mayoría.
La nueva Toyota Tundra de Victor Sheppard.
Conducir semejante distancia equivale a recorrer el planeta 40 veces. No es solo una historia de lealtad a una marca, sino una demostración de hasta dónde puede llegar un vehículo cuando se combina un diseño robusto con mantenimiento constante. Sheppard no es un conductor promedio. Su rutina laboral exige desplazamientos largos y continuos, y tal parece que encontró en la Tundra una herramienta que soporta el desgaste extremo sin perder funcionalidad.
Más allá de la anécdota, esta historia confirma por qué ciertos modelos de Toyota encabezan los listados de durabilidad. El Camry y el Prius, por ejemplo, también aparecen entre los vehículos que superan los 300,000 kilómetros. En un mercado donde muchos autos no logran llegar a esa cifra sin reparaciones mayores, la reputación de la marca se alimenta de casos como este, que parecen salidos de una película.

Victor Sheppard y la Toyota Tundra 2007 que inició todo.
La hazaña de Sheppard podría repetirse solo si mantiene su ritmo y encuentra un tercer vehículo dispuesto a seguirle el paso. De momento, ya tiene dos récords históricos que cualquier fabricante automotriz usaría como ejemplo de durabilidad. La diferencia es que él no lo hizo para un anuncio, sino porque su trabajo lo obligó a exprimir cada kilómetro. Y, de paso, demostró que una Tundra puede sobrevivir a lo que otros autos no soportarían ni en sueños.
Cortesía de Xataka
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