El incendio en la tienda Waldos de Hermosillo sigue rompiendo corazones, no solo de las decenas de familias que hoy viven el luto por sus seres queridos, sino también por las tristes historias que hay detrás de cada víctima y que han salido a la luz durante los funerales. Tal es el caso de Lupita Fernández, la mujer embarazada que perdió la vida junto a su hermanito Alejandro y su madre Guadalupe.
Lupita Fernández, de 24 años, tenía 8 meses de embarazo en el momento en que murió, estaba a semanas de convertirse en madre por primera vez, pero las llamas terminaron sus sueños y los de su familia, quienes estaban felices porque pronto conocerían al pequeño ser que llevaba adentro.
Por esa razón, durante los servicios funerarios de Lupita Fernández, su mamá y su hermanito, Ángel —también hermano de Lupita y Alejandro— decidió realizar una despedida especial para su hermana, quien estaba a punto de convertirse en madre.

El triste adiós a Lupita Fernández y su bebé
Entre flores, globos y porras, Ángel quiso que Lupita no se marchara de este mundo sin que la familia conociera el género del bebé, que llevaba ocho meses en su vientre, por lo que organizó una emotiva revelación.
La revelación de género, compartida a través de redes sociales, conmovió profundamente a familiares y amigos que acudieron a despedirla. Al salir el humo color rosa de una vela y de un extintor, un profundo silencio se apoderó del lugar, por un instante todos contuvieron el aliento. Segundos después, los presentes regalaron aplausos para Lupita y su bebé, quienes ahora descansan juntos en el mismo féretro.
Por su parte, Angel que sostenía el extintor rompió en llanto al ver el color rosa, después volteó al ataúd de su madre para decirle: “Era una niña, ama”. Fue, entonces, que la impotencia de no poder hacer nada invadió a los asistentes que comenzaron a llorar.
El esposo de Lupita recordó los momentos que vivió junto a la joven, de 24 años, así como las risas, los llantos y la ilusión que tenían de ser padres.
La tarde del pasado sábado 1 de noviembre, Lupita Fernández Castro, acudió al Waldos, ubicado en el centro de Hermosillo, Sonora, para hacer algunas compras con su madre y su hermano, pero la explosión de un transformador al exterior del comercio provocó un fuerte incendio que dejó 23 personas muertas y varias lesionadas e intoxicadas por el fuego.
Las autoridades confirmaron que entre los 23 fallecidos hay cuatro hombres, de 20 a 68 años; 11 mujeres, de 21 a 73 años; dos niñas mujeres de cuatro y ocho años; cuatro niños, un bebe año y 10 meses; tres de siete, nueve y 10 años, además, dos víctimas no han sido identificadas se trata de un hombre y una mujer adultos.
Cortesía de El Heraldo de México
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