Fármacos como Ozempic y Mounjaro ganan popularidad para bajar de peso: auge, riesgos y advertencias

En los últimos días, las redes sociales, especialmente TikTok, se han llenado de testimonios sobre el uso de medicamentos como Ozempic y Mounjaro para bajar de peso, aunque estos fármacos fueron desarrollados originalmente para tratar la diabetes tipo 2. 

Su efectividad en la pérdida de peso ha generado tanto entusiasmo como advertencias por parte de especialistas y autoridades sanitarias.

¿Qué son Ozempic y Mounjaro?

Ambos pertenecen a la nueva generación de medicamentos conocidos como análogos del GLP-1, una hormona que regula la glucosa y el metabolismo energético. Su impacto ha sido tal que ya se les considera una revolución en el tratamiento de enfermedades metabólicas como la obesidad.

De acuerdo con el médico infectólogo Alejandro Macías, estos fármacos “funcionan bastante bien para perder peso, pero deben ser una última instancia”. En un video publicado en sus redes, aclara que lo ideal es primero intentar con dieta, ejercicio y acompañamiento médico:

Qué dicen los expertos

De acuerdo con u n artículo publicado en la Gaceta UNAM en 2024, el endocrinólogo Sergio Alberto Mendoza Álvarez reconoció el valor de estos medicamentos, pero advertía que deben formar parte de un “combo” terapéutico que incluya alimentación saludable, actividad física (mínimo 150 minutos semanales) y, de ser necesario, atención emocional.

“Lo más interesante es que, cuando se utilizan los análogos del GLP-1 para ese objetivo, la concentración de glucosa, triglicéridos y colesterol mejora. Entonces, estos medicamentos tendrían que estar junto con el cambio de hábitos alimenticios, el ejercicio y, en ocasiones, la terapia cognitivo-conductual, en la caja de herramientas contra la obesidad”, sostuvo.

Un mercado en auge

De acuerdo con datos de Espacio Químico – Radar Farmacéutico, el mercado de medicamentos GLP-1, donde se encuentran Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound, proyecta un crecimiento que superará los 100 mil millones de dólares hacia 2030. Actualmente, se desarrollan nuevas formulaciones orales y combinaciones más potentes.

Además, se experimenta con su uso en enfermedades como Alzheimer, enfermedad cardiovascular y NASH (hígado graso no alcohólico).

México figura como el sexto país con más patentes activas relacionadas con GLP-1 (468), lo que muestra un alto interés comercial a nivel nacional.

Popularidad vs. falsificaciones: alerta de Cofepris

La alta demanda de estos fármacos ha desencadenado también casos de falsificación. El pasado 17 de junio de 2025, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta sanitaria sobre versiones falsificadas de Ozempic, en varias presentaciones y lotes:

Lotes como PP5K617, PP7K381, PP5M797 y otros fueron destinados originalmente a Colombia o directamente no existen en los registros oficiales.

Algunos productos falsificados presentaban números de serie inexistentes o etiquetas modificadas.

De acuerdo con la Cofepris, se detectaron ventas ilegales en sitios web y plataformas no autorizadas a precios significativamente más bajos.

“Estos productos no garantizan calidad, seguridad ni eficacia, y representan un riesgo para la salud”, señaló Cofepris, exhortando a no comprar medicamentos en redes sociales ni sin receta médica.

La autoridad sanitaria también advirtió sobre las irregularidades en empaques y condiciones de almacenamiento, recomendando que cualquier reacción adversa sea reportada de inmediato a través del sistema de farmacovigilancia.

Interés científico y desarrollo clínico

El interés en este tipo de tratamientos es creciente también en el ámbito académico:

  • En la última década se han publicado 32,410 artículos científicos sobre GLP-1, con un pico de 4,594 artículos en 2024.
  • Se desarrollan 1,313 estudios clínicos, principalmente con medicamentos (785), pero también con suplementos dietéticos, dispositivos médicos y terapias conductuales.
  • Han recibido más de 21 millones de dólares y 40 millones de euros en financiamiento para investigación, según reportes de ClinicalTrials y Horizon Europe.

¿Son para todos?

Aunque prometedores, estos medicamentos no son mágicos ni están exentos de efectos secundarios. En el artículo “Ozempic, Mounjaro: medicamentos prometedores más allá de la obesidad”, de la agencia AFP en enero de este año, se advierte que los beneficios observados frente a enfermedades como el Alzheimer, adicciones o trastornos metabólicos no implican causalidad, y aún deben ser confirmados con ensayos clínicos formales.

“La biología es compleja, y los receptores de GLP-1 no controlan un solo mecanismo”, explicó el epidemiólogo Ziyad Al Aly, quien participó en uno de los estudios más amplios sobre estos medicamentos.

En resumen, el auge de Ozempic, Mounjaro y otros análogos del GLP-1 representa una nueva esperanza frente a la epidemia de obesidad, pero también exige responsabilidad médica y regulatoria. 

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Cortesía de El Economista



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