Desde París
Apenas 14 horas después de haber anunciado los ministros que formaban parte de su nuevo gobierno, el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, comunicaba su renuncia al cargo en un discurso breve en las escalinatas del Palacio Matignon.
Lecornu deploraba el excesivo apetito partidario de las fuerzas políticas que pretendían imponer cada una su agenda a los demás como si fuesen mayoritarias en la Asamblea Nacional, la que está dividida en tres tercios: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Esta situación sería la que llevó a Lecornu a tomar la decisión de dimitir, después de tres semanas de intentar construir un acuerdo y proponer un presupuesto a la Asamblea.
Es el tercer primer ministro que pierde el presidente Emmanuel Macron, desde la disolución de la Asamblea Nacional en junio pasado.
El nombramiento de uno de los ministros del gobierno de Lecornu sería la causa del terremoto político. La nominación de Bruno Le Maire como ministro de Defensa fue muy mal recibida por uno de los aliados del macronismo, el titular de Interior, Bruno Retailleau.
El ministro de Interior, quien preside el partido de derecha Los Republicanos (LR) expresó su disconformidad señalando que “me escondieron” la llegada al gobierno de Bruno Le Maire, una figura política de peso en la centroderecha, misma familia política de LR. Retailleau señaló que se había roto la confianza y rechazó los señalamientos que lo acusaban de ser uno de los responables de la caída de Lecornu.
Consultada por PáginaI12, Séverine Véziès, miembro de la coordinación de La Francia Insumisa (LFI, izquierda) explica lo ocurrido “la semana pasada sellaron una alianza con el RN para repartirse los puestos en la Asamblea. Hoy, la base común ya no existe”, y es que la opción de Le Maire no figuraba en las conversaciones y aparentemente Retailleau se enteró por los medios del nombramiento del ministro de defensa.
Marine Le Pen, la lideresa de la ultraderecha Agrupamiento Nacional, RN por sus siglas en francés, llama al presidente Macron a disolver la Asamblea Nacional y a convocar a elecciones anticipadas para resolver el actual impasse, “debemos parar aquí, no podemos seguir hablando sobre primeros ministros de izquierda o derecha, estamos al final del camino, debemos regresar a las urnas”, sentenció Le Pen este lunes por la mañana. Más tarde Le Pen habló también de una segunda opción para solucionar la actual crisis política, según la cual Macron debería “dimitir”. En una hipotética elección los sondeos de opinión favorecen a los lepenistas.
Por parte de Véziès recuerda, “proponemos la destitución de Macron”, fundamenta la propuesta en que el mandatario “sufrió una derrota en las elecciones europeas y luego en las legislativas (del año pasado), y sigue obstinado en querer llevar a cabo la misma política al servicio de los más ricos”. La política de LFI nos cuenta el camino recorrido por su fuerza política para alcanzar el objetivo, “104 diputados han firmado nuestra moción de destitución. El miércoles será estudiada por la mesa de la Asamblea. Si los parlamentarios que se declaran opositores a Macron la votan, puede ser aprobada”.
El vértigo de la jornada no se detuvo, a las 17 horas Bruno Le Maire sorprendía a la opinión pública con un mensaje vía la red social X, “después de conocer las reacciones desproporcionadas”, (por el desplante de Retailleau) anunciaba su renuncia al puesto de ministro de Defensa del gobierno renunciante. Le Maire comunicó también que Macron había aceptado su propuesta, y agregó “espero que esta decisión permita reanudar las conversaciones con vistas a formar un nuevo gobierno”.
Poco más tarde las sorpresas continuaban, y a las 18 horas se dio a conocer desde el Elíseo, que el presidente de la República daría una segunda oportunidad a Lecornu, para formar un nuevo gobierno en las 48 horas siguientes.
A las 18h10 se coronaba la crónica política inédita con un mensaje del primer ministro saliente,por la red social X, “he aceptado la petición del presidente de mantener conversaciones definitivas con las fuerzas políticas para garantizar la estabilidad del país”.
La situación se plantea muy incierta, ¿qué alternativa tendría Macron en caso de que Lecornu no corone con éxito la misión? ¿La disolución de la Asamblea planteada por RN? ¿La dimisión del propio presidente para dar lugar a que los ciudadanos decidan?; esta última opción es la promovida por LFI. Los insumisos en un comunicado dado a conocer a las 18.30 por el coordinador nacional Manuel Bompard, han convocado a las fuerzas políticas fundadoras de la antigua coalición de izquierda, Nuevo Frente Popular, NFP, a reunirse el martes por la mañana para analizar todas las hipótesis abiertas por esta situación política inédita”.
El Partido Socialista, uno de los fundadores del NFP, no parece interesado en asistir a la invitación de los insumisos. En la noche del lunes el presidente de los diputados socialistas, Boris Vallaud, insistía que Macron debía convocar a los socialistas para formar un gobierno de izquierda. El PS ha repetido en distintas ocasiones que en ese hipotético gobierno no estarían incluido LFI, con lo cual busca seducir a la centro-derecha y a Macron que rechazan de plano cualquier acuerdo con los liderados por Jean-Luc Mélenchon.
Es importante recordar que según el propio Lecornu, él ya era “el primer ministro más débil de la quinta república”. Las intrigas de palacio, las idas y vueltas de un gobierno renunciante, dejarían a un hipotético segundo gobierno de Lecornu revivido in extremis, aún más frágil de lo que era antes de la renuncia del lunes por la mañana. Todo parece indicar que Macron deberá hacer frente a unas elecciones anticipadas, ya sean legislativas o presidenciales, si Lecornu no alcanza un acuerdo para formar gobierno.
Cortesía de Página 12
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