Las demandas de Nintendo son un tema recurrente en la industria de los videojuegos. Varios casos de personas que modifican sus consolas han terminado en juicios con la compañía japonesa o, en el peor de los casos, cumpliendo una condena en prisión, como le sucedió a Gary Bowser. Sin embargo, hay un individuo que estuvo comercializando modchips para Nintendo Switch y, a pesar de haber sido advertido por Nintendo hace unos años, continuó vendiéndolos. Ahora, deberá pagar dos millones de dólares a la creadora de Switch 2.
Esto se da a conocer a través de una actualización de la demanda llevada a cabo en julio de 2024, en la que Nintendo denunció a Ryan Daly, un joven acusado de vender cartuchos y chips modificados para ejecutar títulos pirateados en la consola híbrida. Esta tienda, con sede en Michigan y llamada Modded Hardware, había sido advertida de cerrar y cesar sus operaciones. Por no hacerlo, se le acusa de “tráfico de dispositivos de elusión” e infracción por derechos de autor.
Además de los dos millones de dólares que deberá pagar a Nintendo, a Daly se le prohíbe permanentemente manipular, vender o promocionar cualquier dispositivo o consola modificada, así como soporte o documentos que ayuden a los clientes a realizar dicho proceso para la ejecución de juegos ilícitos en el dispositivo. Estos modchips se conocen como MIG y se encargan de saltar las barreras de seguridad de Nintendo Switch.
Si bien Daly ya se había presentado ante los tribunales y había manifestado una defensa que apuntaba a eximirlo de cualquier responsabilidad frente a las acusaciones de violación de derechos de autor y distribución de dispositivos piratas, Nintendo procedió de acuerdo con la denuncia hecha en 2024, por lo que el acusado cedió ante los términos de la empresa japonesa y aceptó pagar el dinero establecido.
Es importante mencionar que es posible que el acusado haya aceptado este pago con la opción de no ir a prisión. Recordamos que este tipo de casos suelen terminar, en el peor de los casos, con una condena en la cárcel o prisión de cara a los derechos de autor violados y la distribución de dispositivos ilegales. Tal es el caso del ya mencionado Gary Bowser, el cual, si bien ya no se encuentra tras las rejas, seguirá pagando a Nintendo “por el resto de su vida”.
“Les pagaré lo que pueda, que no será mucho dinero, eso seguro”.

Gary Bowser enfrentó 11 cargos y, aunque no está actualmente en prisión, debe continuar pagando los 4.5 millones de dólares como sanción impuesta por Nintendo. Estas se deben a la violación de la seguridad de los dispositivos, el hackeo de los mismos y la distribución comercial de hardware modificado.
Cortesía de Xataka
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