El tiempo no pasa en vano, y los videojuegos son prueba viviente de ello. Hace más de un cuarto de siglo, la industria era muy distinta. Nintendo y Sony peleaban codo a codo por el trono de las consolas, mientras Sega ondeaba la bandera blanca en una retirada que parecía imposible. En medio de ese escenario cambiante, los juegos de pelea vivían su época dorada, liderados por dos grandes titanes: Capcom y SNK.
Fue en esa época que nació una rivalidad memorable. Street Fighter II y Fatal Fury protagonizaron una batalla icónica que marcó a toda una generación. Y aunque Capcom continuó con más entregas y spin-offs, SNK decidió jugar a lo seguro. El último gran exponente de la franquicia, Garou: Mark of the Wolves, salió en 1999. Lo que no sabíamos entonces es que esa entrega sería la última por más de dos décadas. En pleno 2025, Fatal Fury: City of the Wolves finalmente llega como una secuela espiritual —y directa— de aquel clásico. El hype es real, pero también lo es la pregunta: ¿valió la pena la espera?
Una ciudad llena de historia (y puños)
City of the Wolves retoma la historia justo donde la dejó Mark of the Wolves. South Town, esa ciudad corrupta y peligrosa, vuelve a ser el escenario de combates donde el legado de Geese Howard aún resuena. El nuevo título mantiene su esencia, pero no se conforma con la nostalgia. SNK actualizó el sistema de juego, implementó nuevas mecánicas y apostó por una experiencia que puede ser tan accesible o tan profunda como cada jugador quiera.
Uno de los mayores aciertos es su disponibilidad: City of the Wolves no se limita a la nueva generación. Está disponible en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC. Esta decisión abre la puerta a más jugadores y demuestra que SNK busca comunidad, no exclusividad.
Modos para todo tipo de peleador
El Modo Arcade cumple con su objetivo de ser una introducción al universo del juego. Aquí conoceremos a los personajes, sus motivaciones y un poco del contexto de South Town. No es una historia profunda, pero sirve como una base sólida para quienes apenas se integran o para quienes disfrutan la narrativa ligera entre rounds. Los veteranos encontrarán guiños al pasado, mientras que los nuevos no se sentirán perdidos.

En cuanto al juego en línea, las bases están bien cubiertas. Tiene rollback netcode y juego cruzado, dos características clave para que los combates sean estables y justos. Las partidas clasificatorias, casuales y la opción de crear salas privadas están presentes, con filtros por región, reglas y modos de juego. Las salas pueden tener hasta 12 jugadores, con listas de espera, personalización de reglas y chat mediante stickers o texto.
Una opción muy curiosa —y prometedora— es el Modo Clon, donde una IA estudia nuestro estilo de juego en línea para crear una versión “clon” que otros jugadores podrán enfrentar. También podremos enviar a nuestro clon a competir, funcionando como una especie de avatar personalizado. Este sistema, si funciona bien, puede dar muchísimo de qué hablar.

Otra adición interesante es el modo “Episodios de South Town”, una especie de mini RPG donde ganamos experiencia para subir de nivel y desbloquear habilidades. Es una campaña individual más relajada, con un enfoque en progresión y exploración de personajes. Si bien no busca reemplazar a otros modos, sí ofrece una experiencia distinta y algo más casual.
Complejidad para quienes la buscan
El estigma de que los juegos de pelea son difíciles sigue vigente. SNK lo sabe, y por eso implementó dos esquemas de control: el clásico y el moderno. El moderno simplifica los comandos, permitiendo ejecutar combos con solo presionar un botón. Ideal para novatos que quieren probar sin sentirse abrumados. Pero si te enamoras del sistema, el juego te invita a dar el salto al modo clásico, donde la precisión y los reflejos lo son todo.

Los controles se dividen en seis botones: dos puños (ligero y fuerte), dos patadas (ligera y fuerte), un botón para agarres y otro para activar el sistema REV. Este sistema introduce movimientos especiales con un nuevo enfoque. El Rev Blow, por ejemplo, es un ataque imparable que puede aturdir al rival, pero que tiene un costo: si abusamos del medidor REV, entra en estado de sobrecalentamiento y quedamos temporalmente vulnerables.
Este balance entre poder y riesgo es una constante en City of the Wolves. El sistema de S.P.G. (Selective Potential Gear) nos permite elegir en qué momento de la barra de vida queremos un aumento de poder: al inicio, a la mitad o al final del combate. Esto cambia la estrategia según nuestro estilo, ofreciendo decisiones tácticas desde antes de que suene la campana.

Las opciones defensivas también brillan por su variedad. Podemos realizar bloqueos precisos, que si se ejecutan en el momento exacto, recompensan con recuperación de salud o reducción del medidor REV. Más avanzado aún es el sistema de Hiperdefensa, que requiere un movimiento direccional en el instante del impacto, lo cual exige reflejos, conocimiento del rival y un monitor con baja latencia.
¿Quieres jugar mentalmente con tu oponente? Prueba la finta, una técnica donde fingimos todo un ataque especial para confundir al rival y castigarlo con un movimiento real. Estos detalles convierten a City of the Wolves en un título que puede ser tan técnico y profundo como uno quiera.

Mezclando tradición con pasión
El juego cuenta con más de 15 personajes, incluyendo varios clásicos como Rock Howard, Terry Bogard o Hotaru. Pero también hay espacio para locuras, como la inclusión del DJ Salvatore Ganacci y el futbolista Cristiano Ronaldo, que aunque no se siente como un peleador natural, aporta un factor de espectáculo y curiosidad que muchos disfrutarán.

Fatal Fury: City of the Wolves utiliza Unreal Engine 4 con un estilo de cel-shading bastante marcado. A nivel visual cumple, aunque no compite directamente con los pesos pesados del género como Tekken 8 o Street Fighter 6. Aun así, se nota una mejora clara respecto a lo visto en The King of Fighters XV. Hay amor y dedicación en cada animación, en cada escenario y en los efectos visuales de los ataques especiales.
Donde el juego brilla es en su identidad. No intenta parecerse a los demás, sino que toma su historia, su legado y lo transforma en una experiencia moderna. No tiene los recursos de los estudios más grandes, pero SNK sabe trabajar con lo que tiene.

Los juegos de pelea ya no viven en los arcades, pero su espíritu sigue en cada consola, torneo o sala virtual. Fatal Fury: City of the Wolves no es solo una secuela, es una carta de amor a sus fans y un puente para una nueva generación. Combina accesibilidad, profundidad, carisma y un toque de locura que lo distingue de los demás.
Tal vez no sea el mejor gráficamente, ni el más publicitado, pero tiene algo que muchos buscan: autenticidad. Y eso, en esta industria, vale oro.
Cortesía de Xataka
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