Ya es parte de la TV argentina y, sin embargo, no tiene reparos en admitir que “no veía nada de tele, soy un desastre con eso. Me la pasaba estudiando y dando clases 24/7″. La voz de Gabriela Gianatassio, la primera brasileña en participar de la versión local de Gran hermano (a las 22.15, por Telefe), combina emoción, alegría y sorpresa. Eliminada del juego hace menos de 48 horas, ahora le confiesa a Clarín que “no puedo creer que tengo fans. Es una locura. Me dejaron ver recién un ratito el celular y tengo clubes de fanáticos”.
Gabriela -a la que Santiago del Moro nombra estirando la ele como si fueran dos eles– integraba el grupo de “Los nuevos”, el contingente que entró a la casa con el juego ya empezado. Y estuvo encerrada tres meses: “En mi mejor fantasía pensaba que no iba a durar más de 15 días, pero me pude adaptar. Y desde que salí estoy muy feliz”.
La jugadora brasileña quedó afuera en medio de una placa positiva, integrada por diez participantes. Y ella no sólo fue la que menos votos recibió, sino que, al salir, no había nadie de su familia esperándola en el estudio: “Es que ellos vinieron al país varias veces porque estuve en placa muchos domingos y podía llegar a salir, pero pensaban que esta vez me quedaba. Cuesta mucho viajar”.
-¿Y vos qué pensabas?
-Yo también pensaba que seguía en competencia, pero cuando Santi dijo que había un sobre rojo con el nombre de quien se iba y uno naranja también con pocos votos imaginé que uno de los dos era el mío. En otras placas había estado ansiosa, pero esta vez me puse verdaderamente nerviosa.
-¿Por qué creés que no te votaron masivamente?
-Se me empezó a ver muy cansada. En los últimos días ya estaba como apagada. Las peleas en ese encierro te desgastan mucho, y además no estaba durmiendo bien y estaba comiendo de una manera poco saludable. Comí tanto dulce de leche como nunca en mi vida.
-¿Y eso te preocupaba?
-No me preocupaba lo del dulce de leche, pero sí el modo ansioso de comer. Comía a cada rato y cosas que no comía habitualmente afuera de la casa. Y eso me hizo engordar un montón y no me estaba gustando mi imagen, para nada. Además no me estaba entrando la ropa… por eso estaba siempre con las mismas tres prendas locas.
Futura cirujana plástica
-¿Sos de estar pendiente del espejo?
-Bueno, como casi todas las mujeres, por más que no todas lo digan. El mundo de hoy sigue teniendo un patrón de belleza y una queda medio presa de eso, por más que no quiera. Pero, más allá de eso, no me estaba haciendo bien comer de esa manera, a toda hora y cualquier cosa.
Mientras toda su familia vive en Torres, en Brasil, ella lleva 8 años instalada en Buenos Aires, donde estudia medicina. Le falta un año para recibirse en la UBA y, paralelamente, daba clases de anatomía.

-¿Desde chica querías ser médica?
-No, la verdad es que me anoté en medicina para darle el gusto a mi padre, pero una vez que empecé me fascinó. Mi sueño, desde los 6 años, era ser modelo. Por eso mi idea es estar abierta a todo lo que vaya surgiendo en este tiempo post Gran hermano, si es en modelaje mejor, pero aceptaría cualquier papel en los medios si me lo ofrecieran. Y el año que viene, tal vez, me enfocaría en terminar la carrera.
-¿Ya hablaste con tu papá sobre este parate en el estudio?
-Sí, hablé con él, con mi mamá, mi hermano y con mi abuela. Hace un rato hicimos una videollamada y están todos muy felices con cómo me está yendo. Todos confían en mí.
Cuenta que su abuela Lucy, de 80 años, estaba todo el día pegada a la pantalla de DirecTV Go para ver a su nieta.
La futura cirujana plástica colgó el delantal y los resúmenes por un tiempo y está con la mira en la casa, donde todavía quedan diez participantes. ¿Su pálpito para la final?: “Mi corazón está dividido, porque quiero mucho a Ulises, pero sinceramente me gustaría que ganara una mujer. Y entre ellas elijo a Selva, que es intensa pero una gran jugadora, muy divertida, o a Lulú (Lourdes).
-Cuando saliste de la casa, más de uno imaginó que al entrar al estudio te ibas a besar con Papucho…
-Ay, no, ya me contaron eso. ¿De dónde salió? No, es un buen compañero, pero Papucho no me gusta. ¿Quién inventó eso?
-Surgió a partir de la simpática declaración que él te hizo en una fiesta de los viernes.
-Ah, pero me dijo que le gustaba y yo me reí, pero no, no está en mis planes salir con él. Está claro que todo lo que pasa en la casa se potencia mucho. Estoy bajando de a poco.
Cortesía de Clarín
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