La expansión del gusano barrenador hacia zonas ganaderas estratégicas en México eleva el riesgo de un desabasto nacional de carne, advirtió César Rafael Ocaña Romo, director de NexusAgronegocios, destacando que, con la plaga confirmada en Oaxaca y Veracruz, y sin un control efectivo, la seguridad alimentaria del país podría estar en juego, impactando precios y disponibilidad para los consumidores.
Mientras el debate público se centra en la suspensión de exportaciones de ganado a Estados Unidos, vigente desde el 11 de mayo, el verdadero peligro, según Ocaña Romo, es la posible propagación del parásito a regiones clave como el centro y norte del país, donde se concentra la mayor producción ganadera.
“El riesgo no es dejar de vender carne al exterior, sino dejar de tener suficiente para nuestro consumo interno”, afirmó el consultor. De no contener la plaga, los efectos incluirían mortandad de reses, menor productividad, aumento en costos de producción y, finalmente, encarecimiento de la carne en los mercados nacionales.
A pesar de que el gusano barrenador ingresó por la frontera sur, las autoridades no han implementado controles rigurosos en la movilización de ganado, lo que facilita su avance. “Una regionalización en papel no sirve si no hay trazabilidad real”, criticó Ocaña Romo.
Cortesía de Unomásuno.
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