Marco Antonio López. Reportero
Como un acto de provocación al que no va a responder su gobierno, calificó el presidente Andrés Manuel López Obrador la protesta de amigos y padres de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, que terminó con el derribamiento de la puerta principal de Palacio Nacional.
Pese a lo inédito de este acontecimiento y de que aclarar el caso Ayotzinapa fue promesa de campaña y cinco años después de su mandato aún no hay resultados claros de la investigación. Ni han aparecido los normalistas de Ayotzinapa. López Obrador restó importancia al movimiento y los acusó de estar manipulados hasta por la Organización de Estados Americanos.
“O sea es un plan de provocación, clarísimo. Nosotros, pues no vamos a caer en una provocación, quisieran que nosotros respondiéramos de manera violenta, no lo vamos a hacer. Pero, se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema, pero lo que quieren es provocar”.
En asuntos del Poder Judicial, López Obrador negó que haya influido en resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por medio del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea
“Llevábamos una muy buena relación con el presidente de la Corte muy respetuosa porque ni él ni yo, somos súbditos o vasallos. Lo que sucedía cuando estaba el ministro presidente Zaldívar es que había muy buena relación y había cooperación en casos que considerábamos fundamentales”.
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