
El líder de la minoría demócrata en el Congreso de Estados Unidos, Hakeem Jeffries, acusó ayer 2 de noviembre, al presidente, Donald Trump, de “instrumentalizar el hambre”, cuando el cierre del gobierno provocó el cese de beneficios alimentarios a millones de personas.
Según el legislador, el oficialismo no se toma en serio la reapertura del gobierno, con servicios públicos paralizados desde hace cinco semanas en el marco de una falta de acuerdo presupuestal en el Congreso.
Jeffries señaló que los republicanos han fabricado una crisis al suspender los fondos para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que proporciona ayuda alimentaria a más de 42 millones de estadounidenses.
“Queremos reabrir el gobierno, queremos lograr un acuerdo de gasto bipartidista que realmente mejore la vida de los estadounidenses comunes”, dijo en el programa State of the Union de CNN.
“Es muy lamentable que Donald Trump y los republicanos hayan decidido instrumentalizar el hambre y suspender los beneficios del SNAP, incluso contraviniendo a dos tribunales federales que han dejado claro que ninguna persona en este país debería quedarse sin su asistencia nutricional”, afirmó.
Un juez federal ordenó recientemente al gobierno utilizar fondos de emergencia para garantizar la continuidad del beneficio.
Trump se mostró dispuesto a cumplir, pero dijo que necesitaba más aclaraciones sobre cómo la administración podría hacerlo legalmente.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, responsabilizó a su vez a los demócratas de querer “renegociar todo el sistema de salud”.
“Por eso tienen al gobierno como rehén”, declaró en el programa Sunday Morning Futures, de Fox News.
“Quieren añadir 1.7 billones de dólares en nuevos gastos y, de nuevo, otorgar Medicaid, financiado por los contribuyentes, a inmigrantes indocumentados. Eso es una línea roja para el presidente Trump y los republicanos”, afirmó.
Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos no son, sin embargo, elegibles para Medicaid, el programa federal de cobertura médica para estadounidenses de bajos ingresos, ni para SNAP.
Trump, listo a financiar asistencia alimentaria en EU
Trump se dijo el viernes dispuesto a financiar el principal programa de asistencia alimentaria de EU, un día antes de que unos 42 millones de personas pudieran perder su asistencia mensual debido a la parálisis presupuestaria del gobierno.
Después de que un juez federal, en respuesta a una petición de grupos de consumidores, ordenara el viernes al gobierno utilizar fondos de emergencia para financiar el SNAP, Trump dijo que estaba abierto a esa solución.
“No quiero que los estadounidenses pasen hambre (…) Si el tribunal nos da las directrices legales apropiadas, será MI HONOR proporcionar el financiamiento”, escribió en Truth Social.
La secretaria de Agricultura de Trump, Brooke Rollins, ha dicho que el SNAP se quedaría sin fondos después de un mes de shutdown.
Sin ayuda alimentaria del gobierno “no como”
Eric Dunham, padre de dos adolescentes y con una discapacidad, necesita de la ayuda alimenticia federal; pero con la parálisis presupuestaria en Estados Unidos, Donald Trump suspendió este programa de asistencia, arriesgando la alimentación de 40 millones de personas.
“Si no recibo mis vales de alimento, literalmente no como. Me sobran 24 dólares (del salario), el resto va para la manutención de mis hijos”, explica Eric, quien tras un accidente no puede trabajar al mismo ritmo que lo hacía antes, en el área de servicios.
El sábado, el hombre de 36 años almorzó gracias a la caridad de un restaurante en Houston, Texas. Se llevó unos sándwiches y bebidas del local Petit Beignets and Tapioca, en el noroeste de la ciudad.
Uno de cada ocho estadounidenses se beneficia de las denominadas food stamps o vales de alimentos que entrega desde hace más de seis décadas el Programa federal de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
Tras la parálisis presupuestaria producida por la falta de un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso, Trump anunció que dejaría de financiarlo por primera vez desde su creación.
“Hay muchos despidos y encima ahora la gente se queda sin beneficios de alimento, nadie sabía qué iba a pasar, así que hice sándwiches para aquellos del programa SNAP, para que al menos tengan una comida garantizada”, dijo Nhan Ngo, de 37 años, propietario del restaurante donde Eric se abasteció.
En tanto, en el sur de la ciudad, miles de personas que no recibieron sus food stamps o temen no recibirlas esta semana, hacen fila en sus autos afuera del NRG Stadium, donde voluntarios del Banco de Alimentos de Houston llenan los maleteros con frutas y productos no perecederos.
“Hoy se suspendió el programa de asistencia SNAP, algo sin precedentes en la historia. Esto afecta a aproximadamente 425,000 hogares solo en el área de Houston. Las comunidades están haciendo todo lo posible para ayudar a estas familias a salir adelante mientras tanto”, dijo el presidente del Banco de Alimentos de Houston, Brian Greene.
Cortesía de El Economista
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