
Los nueve bancos más grandes de Estados Unidos (EU) habían impuesto restricciones a la prestación de servicios financieros a algunas industrias controvertidas, en una práctica comúnmente descrita como “desbancarización”, según afirmó el regulador que supervisa los grandes bancos nacionales en un informe publicado ayer.
La Oficina del Contralor de la Moneda inició su revisión después de que el presidente de EU, Donald Trump, firmara, en agosto, una orden ejecutiva en la que ordenaba una revisión regulatoria de todos los bancos para detectar cualquier práctica actual o pasada que pudiera excluir efectivamente a clientes por sus creencias políticas o religiosas.
Sin proporcionar ejemplos específicos de irregularidades en los bancos, la OCC afirmó que su revisión en curso había revelado que todas las entidades tenían políticas que, entre el 2020 y 2023, denegaban servicios a algunos sectores o exigían niveles de escrutinio superiores a los riesgos financieros reales.
“Es lamentable que los bancos más grandes del país consideraran que estas políticas perjudiciales de exclusión bancaria eran un uso adecuado de su carta constitutiva otorgada por el gobierno y de su poder de mercado. Aunque muchas de estas políticas se llevaron a cabo a la vista de todos e incluso se anunciaron públicamente, algunos bancos han seguido insistiendo en que no participaron en la exclusión bancaria”, afirmó el contralor de la moneda Jonathan Gould en un comunicado.
“En el futuro, la OCC exigirá responsabilidades a los bancos por estas acciones y se asegurará de que no continúen las prácticas ilegales de exclusión bancaria”, afirmó Gould.
La agencia señaló que su investigación sigue en curso y que tiene previsto exigir responsabilidades a los bancos, lo que incluye posibles remisiones al Departamento de Justicia.
La OCC afirmó que tiene previsto seguir examinando el asunto y que está revisando “miles” de denuncias en busca de ejemplos de exclusión bancaria por motivos políticos o religiosos.
Cortesía de El Economista
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