¿Estás amamantando o por comenzar esta etapa? Resolver dudas sobre lactancia materna es clave para vivir una experiencia saludable tanto para la mamá como para el bebé. Desde la alimentación durante este periodo, hasta la técnica correcta de agarre o el uso del extractor de leche, hay mucha información —y también muchos mitos— circulando.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025, que se conmemora del 1 al 7 de agosto, platicamos con Sara Mariano Trancorona, pediatra y consultora certificada de la Asociación de Consultores Certificados en Lactancia Materna (ACCLAM), para despejar las dudas más comunes.
La especialista explica por qué amamantar no debe doler, qué productos conviene evitar durante la lactancia, cuándo sí es recomendable usar un extractor de leche y si realmente es necesario limpiar la boca del bebé después de cada toma.
Además, te contamos qué es la ACCLAM, cómo trabajan sus consultoras y por qué es importante recibir asesoría profesional desde los primeros días.
¿Qué alimentación debe tener una mujer que está lactando?
Según Sara Mariano Trancorona, consultora certificada de la ACCLAM, las mujeres que amamantan pueden llevar una dieta similar a la de cualquier mujer en edad reproductiva, pero con especial atención a la variedad y el equilibrio nutricional.
Aunque es normal que aumente el apetito durante la lactancia, esto no significa que debas descuidar la calidad de los alimentos.
La especialista enfatiza la importancia de mantener una dieta completa, variada y equilibrada, que aporte la energía y los nutrientes necesarios para la mamá y el bebé.
“Debe tener una alimentación variada, una alimentación equilibrada, nutritiva. Uno de los grandes mitos que gira en torno a la lactancia es que las mamás deben de tener muchas restricciones mientras dan pecho. Pero es un mito, las mamás pueden y deben de comer prácticamente de todo”.

No obstante, sí existen ciertos productos que deben evitarse por completo durante la etapa de lactancia, ya que pueden afectar al bebé.
“El alcohol, por ejemplo, es algo que las mamás no pueden consumir mientras están amamantando, algunas bebidas estimulantes como café o bebidas energéticas”.
¿Cuál es la técnica correcta para amantar? Cómo tener un buen agarre
Uno de los aspectos clave para una lactancia exitosa es lograr un buen agarre del bebé al pecho, especialmente en las primeras semanas. Esto no solo facilita la alimentación, sino que también evita molestias o complicaciones como el dolor o heridas.
La consultora explica que el tamaño del pecho y la boca del bebé juegan un papel importante en esta técnica:
“El pecho es un objeto grande y redondo y la boquita del bebé es una boca pequeña. Entonces yo les digo a las mamás que para que pueda haber una buena técnica debe de haber un buen agarre de la boca al pecho de la mamá”.
Para lograrlo, se requiere coordinación y técnica entre el bebé y la madre:
“Pues que el pecho que es un objeto grande y redondo se haga chiquito y la boca de bebé que es chiquita se haga grande, y esto debe de suceder al mismo tiempo y además juntarlos”.
También es importante recordar que amamantar no debe doler. La creencia de que es normal sentir dolor o que “se está haciendo callo” es un mito común.
“Dar pecho no debe de doler. Entonces, si te duele hay que volver a intentar lograr el agarre, y si te vuelve a doler, pues lo vuelves a intentar, y si te vuelve a doler, lo vuelves a intentar. Y si lo quieres intentar muchísimas veces, lo intentarás. Y si no te funciona, entonces busca asesoría, y una asesoría que sea profesional”.

¿Qué tan recomendable es usar extractor de leche?
Durante las primeras cuatro semanas después del parto, el enfoque principal debe ser establecer adecuadamente la lactancia, y esto se logra únicamente a través del contacto directo entre la madre y el bebé.
“Las primeras cuatro semanas, el cuerpo de la mamá debe de producir leche con base a las necesidades del bebé sin ningún extractor”, explica la consultora.
“Entonces sí, los extractores son una muy buena herramienta para mamás que requieren extraerse la leche en ausencia de sus bebés nada más”.
En este periodo inicial, no es necesario utilizar extractores ni otro tipo de dispositivos, ya que el estímulo natural del bebé al mamar es suficiente para regular la producción de leche, siempre y cuando se tenga una técnica adecuada.

“Los extractores de leche surgieron con la necesidad de mamás, sobre todo que trabajan o mamás que tuvieron a sus bebés hospitalizados, o sea recién nacidos en unidades de cuidados intensivos neonatales, y que esos bebés obviamente requieren comer. Y que bueno, ahí sí requieren estarse extrayendo la leche, pero para eso nada más”.
Sin embargo, en la actualidad, muchas madres son influenciadas por la mercadotecnia, redes sociales e incluso influencers que promueven el uso del extractor desde el nacimiento, lo cual puede generar complicaciones.
Este uso prematuro y sin indicación puede provocar problemas como hiperproducción de leche, obstrucciones mamarias o incluso mastitis.
“A mayor succión, mayor producción, y si estás succionando además con el extractor, pues tu cuerpo se puede ir al otro lado, que tampoco está bien”.
En resumen, el uso de extractores debe reservarse para situaciones específicas —como la separación temporal del bebé— y no debe reemplazar el contacto directo madre-bebé en las primeras semanas de vida.

¿Qué hacer cuando un bebé termina de comer?
Uno de los mitos comunes en torno a la lactancia es la creencia de que se debe limpiar la boca del bebé después de cada toma, algo que, de acuerdo con especialistas, no sólo es innecesario, sino que puede ser contraproducente.
“Un bebé nace sin dientes, entonces, pues no hay riesgo de caries”.
Además, la leche materna es un alimento vivo que contiene bacterias beneficiosas, las cuales forman parte de la microbiota del bebé.
“Todas esas bacterias que están en nuestra piel, en nuestro intestino, en las orejas, en la nariz, que tienen una función buena en nuestro cuerpo. Entonces, la leche humana, que es un alimento vivo, también entra a la boca de bebé y está colonizando la boca de bebé con las bacterias buenas de la leche de la mamá”.

Cuando se limpia la boca del bebé con gasas, pañuelos o pedazos de tela, se eliminan estas bacterias buenas que ayudan a fortalecer su sistema inmunológico.
“Entonces, si uno llega y le quita, pues que con la gasa o con el dedal o con lo que haya, pues estás barriendo esa microbiota”.
Por otro lado, introducir objetos en la boca del bebé puede generar sensaciones incómodas o desagradables. Esto podría influir negativamente en su relación con la alimentación.
“Y además, se ha visto que esto de estar metiendo y sacando objetos a la boca del bebé llega a ser algo no tan agradable para el bebé. No es una sensación tan linda, tan agradable para el bebé. Sobre todo considerando que ese bebé en algún momento va a comer y entonces puede empezar a asociar eso, esa cosa extraña que entra en su boca como para un aseo con alimentos y pues no le va a gustar”.
Finalmente, la especialista destaca que durante la etapa oral, todo lo que entra en la boca del bebé debería ser una experiencia positiva.
“Entonces no está tan bien, además de por los otros dos factores que comentamos, estar como hiperestimulando la boca del bebé con una sensación que no es agradable. O sea, todo lo que entra por la famosa etapa oral debe de ser agradable para el bebé. Entonces por eso no”.

¿Qué es ACCLAM?
La Asociación de Consultores Certificados en Lactancia Materna (ACCLAM) es una organización mexicana con una trayectoria de 10 años. Sus integrantes son profesionales certificados por el Consejo Internacional de Certificación, conocido como International Board of Lactation Consultant Examiners (IBLCE®).
“ACCLAM existe desde hace 10 años”, explica Sara Mariano Trancorona, consultora de la asociación. “El objetivo principal es dar consultas de lactancia con personas altamente capacitadas”.
Los miembros de ACCLAM son consultores certificados en lactancia materna. Son profesionales de la salud con formación especializada y experiencia clínica en el manejo de este proceso. Su certificación es otorgada por el IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant Examination), organismo que aplica un examen a nivel mundial para avalar sus conocimientos.
“Ese consejo se encarga de hacer un examen a nivel mundial en determinada época del año. Ese examen se aplica en diferentes partes del mundo, obviamente en diferentes idiomas, y para realizarlo tienes que haber cumplido ciertos requisitos. Una vez que pasas el examen tienes la certificación por cinco años y después tienes que recertificar”.
Estos consultores y consultoras deben renovar su certificación cada cinco años para continuar ofreciendo sus servicios tanto en hospitales como en consultorios, clínicas o de manera privada, con el objetivo de promover y apoyar la lactancia materna en todos los contextos posibles.
Puedes encontrar una consultora experta que te guíe en el camino de la lactancia en su sitio web: https://acclam.org.mx/

Cortesía de Chilango
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