“Estoy disfrutando un poquito el descanso” dice un cansado Guillermo Francella. Ya contará todo lo que viene haciendo desde hace poco más de un año, y todo lo que hará en 2026. Principalmente, cumplir un sueño. Un anhelo que guardaba en su cabeza cada vez que la apoyaba en la almohada, y que no conseguía cumplir.
Francella será Chauncey Gardiner (o simplemente Chance), el personaje de Desde el jardín, la película que protagonizó Peter Sellers, en teatro. Y el amor que siente el argentino por el astro británico se desliza en cada palabra que pronuncia en el encuentro con Clarín.
Chance es un hombre que cuida un jardín en una casa, hasta que el dueño del lugar fallece y Chance se queda sin hogar. Nunca había salido a la calle, es una persona dentro del espectro autista, que es atropellado y llevado al hogar de los millonarios dueños del automóvil, con conexiones políticas en el Gobierno de los Estados Unidos. Y Chauncey, con sus simples reflexiones de un hombre común e inocente, es tomado por muchos como un gurú.
Pero Desde el jardín no será lo único que haga, y en lo que lo veremos en 2026. De eso hablamos largo y tendido en esta entrevista, antes de que viajara a España -nos contará por qué-, y del fenómeno inacabable de Homo Argentum.
Francella y un año movido
-Venís de vivir un año bastante movido.
-La verdad es que estos meses los tengo muy tranquilo, porque venía de una paliza muy fuerte. Venía de filmar agosto y septiembre del año pasado Playa de Lobos, allá en Fuerteventura (una isla en el Océano Atlántico), la película que hice de Javier Veiga, con Dani Rovira, que es por lo que viajo al estreno en España. Luego Homo Argentum, que me llevó octubre, noviembre y diciembre, que fue re duro e intenso, y filmamos algo en enero en Italia, de Homo Argentum. Y después fue la cuarta temporada de El encargado, que terminé en junio. Así que vine de un palizón fuerte, fuerte, fuerte. Y después en estos meses acompañé al estreno de Homo Argentum. Y el año que viene sí, ya me meto en carrera con este proyecto que hace tantos años tenía ganas de llevar a cabo.
-Tu 2026 en el campo laboral, ¿cómo viene? Al margen de “Desde el jardín”, ¿tenés planeada alguna otra cosa para hacer?
-Sí, hay un proyecto que estamos por plasmar. Todavía no te puedo confirmar qué, pero es un proyecto cinematográfico que voy a llevar a cabo en junio, una vez estrenado en teatro Desde el jardín. Y están dando vueltas cositas, pero lo que está cerrado son estas dos cosas.
Guillermo lamenta no poder adelantar nada de la película a rodar en junio. “Es que faltan algunos hilos para atar”, se limita a contar, así que habrá que sacarle algún que otro dato con sacacorchos.
-¿La película la vas a filmar acá?
-Sí, sí, acá en la Argentina.
-¿Es comedia o drama?
-Es comedia.
“Desde el jardín”, la película que siempre amó
Desde el jardín va a estrenar a fines de marzo en el teatro Metropolitan, y esta semana comienzan a vender las entradas para la temporada. “Esta pieza deliciosa de Jerzy Kosinski -dice, en referencia al libro del autor polaco- hace muchos años que yo la quiero plasmar en un escenario. Pero nunca hubo una versión teatral de Desde el jardín, y ahora para hacer el estreno mundial, sí.”
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Trailer de “Desde el jardín”
Y entonces cuenta que está más que ilusionado. “Logramos comprar los derechos de la película e hicimos nuestra versión teatral con adaptación de Marcos Carnevale. Y estamos acá sumados a este sueño de, te repito, muchos años que, por una cosa o por otra, no la podía llevar a cabo.”
-¿Era tu sueño interpretar a Chauncey Gardiner?
-Y, siempre amé interpretarlo. Para mí, en él convive una ambigüedad hermosa. O sea, él es alguien tan especial, tan peculiar, su forma de estar en el mundo nace de una limitación intelectual.
-¿Vos recordás cuando leíste por primera vez “Desde el jardín”?
-Hace muchos años, y me impactó. Bueno, yo fui amante de Peter Sellers desde siempre. Desde sus películas, como La Pantera Rosa o La fiesta inolvidable. Leí muchas cosas de él, leí muchas cosas de Kubrick -con quien filmó Dr. Insólito-, del vínculo que tenían ellos. Y a mí realmente me voló siempre la cabeza su modo de interpretar. Es que yo tengo vidas antagónicas.
-¿Cómo es eso?
-Tengo dos corrientes interpretativas absolutamente antagónicas entre sí, que son la italiana y la británica. La italiana, siempre lo he dicho, me han vuelto loco los cinco grandes, Gassman, Manfredi, Tognazzi, Sordi, Marcello (por Mastroianni). Ellos para mí lo han sido todo, como también esa línea de directores italianos tan maravillosos. Y en una línea mucho más austera, pero con una eficacia interpretativa descomunal, a mí me volvía loco Peter Sellers, siempre me gustó.
Y cuando lo veo en esta película (de Hal Ashby, el director de Regreso sin gloria), que era algo totalmente distinto en el modo de interpretar… No era el inspector torpe, ni el de las caídas, ni el de humor subrayado de La fiesta inolvidable. Al contrario, era de una austeridad y economía gestual tan profunda que me impactó mucho.
“La comedia fue una anécdota en mi vida”
-¿Vos la película la viste cuando se estrenó en la Argentina en agosto de 1980, luego de su paso por el Festival de Cannes?
-Sí, sí. Porque me gustaban tanto él y las cosas que se decían de este libro. Todo el mundo opinaba de él, todo el mundo decía lo que había sido la novela. Para mí es una de las obras de la década, de aquel momento. Era como otra época.
-Vos, por aquel entonces, ¿qué estabas haciendo laboralmente?
-En 1980 estaba haciendo una obra de teatro, que se llamó Proceso interior, que dirigió Rodolfo Ledo, con producción de Jorge Lozano Soriano, fuera del circuito comercial. Pero esa obra me permitió a mí que mucha gente venga a verla, porque Lozano, que era primo hermano de Carlos Lozano Dana, era productor de Canal 13. Y entonces autores, directores, actores, todos vinieron a ver la obra, y fue mi carta de presentación luego para presentarme en los canales por laburo. Era mi comienzo.
-“Proceso interior” no era precisamente una comedia…
-No era una comedia, tenía momentos reideros, pero no… Digamos, la comedia fue una anécdota en mi vida. No es que me preparé o quise trabajar como actor de comedia. Lo único que deseaba, Pablo, era trabajar como actor. Después, la comedia se generó como una circunstancia. Fui efectivo para los productores y me empezaron a convocar en esa línea, pero en aquel momento era la búsqueda de trabajo, y eso fue muy importante para mí. Fue una carta de presentación maravillosa que me dieron, y luego con Ledo, me presenté en un casting y todo fue bien.
Obtuve el papel, y con él hice grandes éxitos, en tele y en cine, como Todos los días la misma historia, De carnes somos, Naranja y media, Papá se volvió loco. Muchas cosas hice con Ledo, pero todo empezó con aquel Proceso interior.
-¿Vos qué dirías que es “Desde el jardín? ¿La ves como una sátira, una comedia, un drama?
-Mirá, tiene mucha profundidad. No lo veo como una sátira, como una comedia profunda se la podría definir. Es un contraste y diría que es un regalo para cualquier actor llevar a cabo ese rol.
-¿Sabías que a Peter Sellers también le demandó mucho tiempo conseguir que un estudio de Hollywood le financiara la película? Nueve años estuvo tratando de que alguien le pusiera plata para poder hacerla.
Peter Sellers como el inspector Clouseau. Un ídolo de siempre para Francella.-No lo sabía, no.
-Ahí tenés otro punto en común con Peter Sellers, que me decías que te costó bastante conseguir los derechos y llevar a cabo el proyecto.
-¿Y supiste por qué no conseguía la financiación?
-Básicamente era porque él no estaba en su mejor momento, ya los tiempos de “La Pantera Rosa” habían pasado, y además nadie creía que él podía hacer ese tipo de personaje.
-¡Guau! Mirá que he leído, ¿eh?, he leído un montón, y eso no lo sabía. Acá me han regalado un libro tan divino, que lo mandé encuadernar porque estaba medio roto. Las cosas que decían de él, hasta Buñuel, eran tan hermosas.
-¿Qué decía Luis Buñuel?
-Y, Buñuel dice “quizá sea el libro que más me ha impresionado”. O (Sam) Shepard, que dice que ese libro es una devastadora andanada programada con perfecto ritmo, satírico y con profundidad metafísica. Es un desafío a la inteligencia. La verdad que creo que estoy con algo tan hermoso en la mano, que me quería dar ese gusto como actor.
-¿Vas a tener como modelo a Peter Sellers, o el personaje lo vas a construir desde otro punto de vista?
-Sin duda que esa inocencia o ese tema… Porque, digamos, él no interpreta nada, ¿no? Lo que dice es simple, y lo que provoca es enorme. De modo que no hace falta hacer el estilo de Peter Sellers. Voy a tratar de construirlo con mis herramientas, con la ayuda de Marcos, con el elenco tan lindo que estoy armando.
-¿Y cuándo se te ocurrió que querías interpretar a Chance en una obra de teatro?
-Hará unos 25 años. Porque siempre lo tuve como expresión de deseo. Cuando me preguntaban “si tuvieras una asignatura pendiente, si quisieras hacer algo, ¿qué sería?” Hacer Desde el jardín era mi respuesta. ¿Viste cuando, por ejemplo, te hablan de películas que te han marcado, o que te han emocionado o hecho reflexionar? Bueno, Desde el jardín siempre era una de las primeras que se me cruzaba por la mente, la que siempre decía “qué lindo sería llevar a cabo esto”. Yo creo que la gente la va a disfrutar muchísimo.
25 años de demora
-¿Qué fue lo que la demoró tanto? ¿La compra de los derechos, básicamente?
-O tal vez yo estaba con otros proyectos, o algunos me decían “sí, esa pieza la tengo, hay como un estreno de algo experimental que se hizo en tal país…”. O sea, siempre había personas que me transmitían que existía la posibilidad de traerla, pero nunca se hacía. Hasta que nos pusimos con Adrián Suar juntos, a decir, ¿la hacemos? Y ahí empezó todo. Empezó este trabajo, se incorporó también a Pablo Kompel, a Marcos, para hacer una gran producción. Una gran producción y también un diseño de puesta que también va a impactar.
-¿Van a mantener el momento en el que transcurría la historia original?
-Sí, sí, sí. Queremos tratar de llevarla a la época en que ocurría. A mí lo que me interesa, por sobre todas las cosas, es trabajar su misterio, ¿no? O sea, es un hombre que no entiende las metáforas y, sin embargo, se convierte en una. A mí eso me demuele, esta cosa de que cada uno interpreta lo que quiere interpretar ante sus metáforas climáticas o de jardinería. Me parece algo… Porque quedan esos silencios, esas pausas, como diciendo ah, ahora entiendo lo que está queriendo decir.
Chauncey Gardiner, personaje con autismo
-Chance es una persona con autismo, esa condición no se menciona explícitamente en la novela original, pero se infiere fuertemente a través de su comportamiento que es una persona con autismo. ¿Vos hiciste algún trabajo de estudio con respecto a ello?
-No, estamos empezando a hablarlo. Justamente Marcos hizo una película relacionada con esa condición (se refiere a Goyo, con Nicolás Furtado) y hablamos mucho, estamos hablando mucho. Estamos trabajando mucho. Faltan meses para empezar, pero estamos trabajando mucho cada personaje, lo que son, sus objetivos, qué le pasa a cada uno. A mí me parece que amerita tener esa profundidad en el trabajo. Yo estoy convencido que es la manera que hay que llevarlo a cabo. No es hacer teatro con las letras sabidas, sino al contrario, es tirar a morir cada parlamento, cada situación, todo lo que vayas llevando.
-Supongo que tanto Andrea Frigerio como Víctor Laplace o Martín Seefeld no pasaron por algún tipo de casting, ¿no? O sea, directamente hablaste con ellos vos como productor y listo.
-No, no, no, no. Hubo casting para los personajes secundarios, seguro. Pero no para Daniel Miglioranza, que va a ser el médico, ni para Horacio Erman, el chofer. Hubo para la abogada, que hará Carla Pandolfi.
-¿Por qué elegiste a Andrea, a Víctor y a Martín?
-¿Por qué los elijo? Bueno, los conozco, confío plenamente en ellos, sé la calidad de actores que son. Yo con Andrea, lo último que hicimos fue La extorsión, y cada vez crece más como actriz. Me fascina todo lo que viene viviendo ella como actriz. Y, bueno, ¿qué puedo decir de Víctor? Este brillante actor que yo siempre admiro y con el que nunca trabajé.
-Eso te iba a comentar, nunca en tantos años hicieron nada juntos.
-Nunca. Nunca trabajé con Víctor. Y cuando lo convoco nos dijimos, “al final nunca hicimos nada juntos”. Y es verdad. Con Martín sí, he hecho varias cosas. Trabajó en El encargado conmigo. Estaba viendo una película, Un día en el paraíso, y también estuvo él, y en Granizo. Hemos hecho varias cosas juntos con Martín, además de apreciarlo. Y con Miglioranza, un actor que quiero mucho desde la época de La familia Benvenuto. Y Horacio Erman también. Así que también me gustó reunirme con gente que quiero, además de respetarlos tanto.
-¿No pensaste en dirigirla vos?
-En un momento tenía ganas, pero me parece como demasiado para meterme en la piel de Chauncey. Me parece que necesitaba que alguien también me mire. Es muy difícil estar en todo.
Yo tuve la oportunidad de dirigir y actuar en La cena de los tontos. Y fue lindo, me gustó. El resultado fue maravilloso, pero estar arriba mirando como el Maestro Ciruela todo, no lo disfruté tanto como sí disfruté la dirección de Perfectos desconocidos. O la de Casados con hijos, aunque haya interpretado conociendo ya cada personaje del derecho y del revés. Pero ahí no había que componer tanto, porque ya sabíamos cómo era, porque lo teníamos en nuestra piel. Pero Chance, no. Necesito que alguien esté detrás mío.
-Marcos no te había dirigido en teatro.
-No, me dirigió en Corazón de León y en Granizo, o sea en películas. No me dirigió en teatro.
¿Habrá “Homo Argentum 2”?
-Ahora que pasó el tiempo, quizá se pueda reflexionar un poco más calmo sobre todo lo que pasó, todo lo que se dijo alrededor de “Homo Argentum”. ¿Qué te dejó a vos todo esto?
-La satisfacción de haber podido llevar a cabo esos 16 personajes. Justamente en España, cuando salían del cine, nadie entendía qué había pasado en la Argentina, ¿no? Porque me preguntabas recién si Desde el jardín podía ser una sátira, que yo digo que no, pero Homo Argentum, sí. Una sátira como las viejas películas italianas. Y acá se hizo todo un rollo, todo un vuelo, que allá decían “pero ¿qué es lo que pasa?”. Incluso la gente, cuando iba a ver la película, a ver “esto que decían que era”… La verdad que nada de esto fue nuestra intención, ni tampoco lo fue la película en sí. Pero bueno, nada más que eso, para reflexionar.
-¿Habrá “Homo Argentum 2”? ¿Van a filmar otras mini historias? O ya quedó en el éxito que fue…
-Y hasta ahí llegamos. Sí, se habla siempre de eso. Pero me parece más que hasta ahí llegamos. Se ha generado algo muy fuerte con la película, se va a estrenar en España fin de diciembre. Hubo una première por estos días, que yo no pude ir, que fueron Cohn y Duprat, y fue extraordinaria la recepción que tuvo. Me ha llamado mucha gente de allí, de Madrid y después de Barcelona. De modo que estamos contentos con el viaje que viene teniendo. Hoy, por ejemplo, me llamaron que también la seleccionaron para el Miami Film Festival, que es en abril.
Así que está empezando a caminar, pero no creo que haya más episodios.
-¿Y con “El encargado”, hasta cuándo vas a seguir?
-De la cuarta temporada de El encargado, Disney me está confirmando cuál es la fecha de estreno aquí. En principio, primero se va a estrenar Playa de Lobos en cines, creo que en febrero. Tampoco sé puntualmente la fecha. Y luego viene sí viene el estreno de El encargado.
-Tu 2026 en el campo laboral está bastante claro, ¿no?
-Bastante claro, sí.
-Bueno, todo bien con el trabajo, y sentimentalmente, ¿cómo estás ahora?
-Bien, querido, bien. ¿Por qué? Estoy rodeado de mucho amor con mi familia, sí. Estoy muy bien.
Cortesía de Clarín
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