Bill Murray ha mantenido un bajo perfil dentro de la industria del cine en los últimos años. A pesar de su apogeo durante las décadas de los 80, 90 y principios de los 2000, actualmente tiene cada vez menos ofertas de trabajo con apariciones limitadas a personajes secundarios. Y hasta él está consciente de la razón.
Para quienes desconozcan el contexto, resulta que Murray ha tenido problemas para obtener papeles debido a acusaciones por comportamientos inapropiados dentro del set. La gota que derramó el vaso fue cuando besó a una compañera de la producción Being Mortal, por lo que se suspendió el rodaje, según informes.
Según recuperó Variety, durante el Festival de Cine de Sundance la estrella de Los Cazafantasmas reconoció que su carrera se ha estancado. Tras la decisión de Searchlight Pictures por frenar aquel proyecto, solo apareció en filmes independientes como Riff Raff y The Friend en 2024, así como personajes menores en franquicias.
“He sido un holgazán. Ya no tengo agente, así que no soy la primera persona en la que la gente piensa para trabajar en películas de estudio”.
Bill Murray.
En este sentido, se le preguntó qué se siente interpretar a hombres con “un encanto venenoso”. Esto en referencia a las películas ya mencionadas, donde dio vida a un ex delincuente quien se ve sumido en el caos y un escritor suicida que deja su mascota a cargo de su aprendiz. En pocas palabras, aceptó que ha hecho daño.
“Siempre es interesante interpretar a alguien que ha causado daño. Yo he causado daño. Es una especie de penitencia interpretarlos; demostrar que aceptas la responsabilidad. Ciertamente, siempre causa daño inconscientemente, pero eres responsable del daño que causas”.

Vale la pena mencionar que este no fue el único incidente de Murray. En el año 2000 tuvo discrepancias con Lucy Liu en Los Ángeles de Charlie, y Geena Davis llegó a expresar que fue acosada por el actor en 1990 cuando filmaron Quick Change. Por ahora, está seguro que su presencia en Hollywood pasa por un mal camino en su búsqueda de oportunidades.
“Solo este último año, haciendo estas películas independientes, me ha despertado la curiosidad por buscar material. He vivido como un vago esperando a que algo me caiga encima. Si algo me cae en la boca, me lo como”.
Desconocemos si el futuro tendrá buena pinta para Murray. Aunque su “cancelación” no ha llegado a extremos como el de otros artistas, como Kevin Spacey por ejemplo, parece que aquella icónica figura noventera no volverá a ser la misma. De menos, tiene trabajo asegurado con el director Wes Anderson.
Cortesía de Xataka
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