A veces, la historia no se revela golpeando piedras o cavando ruinas. A veces, lo hace con rayos X, algoritmos de aprendizaje automático y mucha, muchísima paciencia. El reciente hallazgo anunciado por el equipo del Vesuvius Challenge marca un antes y un después en la lectura de los famosos rollos de Herculano, los únicos documentos conservados de una biblioteca de la Antigüedad clásica, sepultada por la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años.
Por primera vez en la historia, un título ha sido leído en un rollo que aún permanece cerrado. Se trata del papiro catalogado como PHerc. 172, que ha revelado contener una obra filosófica atribuida al epicúreo Filodemo de Gadara, titulada Sobre los vicios. Aunque se sospechaba que el autor del rollo era Filodemo, esta es la primera confirmación no invasiva que se consigue de forma directa gracias a una combinación de tecnología avanzada y análisis paleográfico.
La biblioteca que el Vesubio olvidó
En el siglo XVIII, un campesino descubrió de forma fortuita una lujosa villa romana en Herculano, entonces soterrada por metros de ceniza volcánica. Allí, oculto en lo que probablemente fue la residencia veraniega del suegro de Julio César, apareció algo único: una biblioteca entera de rollos de papiro, ennegrecidos y comprimidos por el calor extremo. Desde entonces, han sido objeto de deseo de arqueólogos y eruditos.
Pero hasta hace poco, leer esos rollos sin destruirlos era prácticamente imposible. Al intentar desplegarlos, el material se deshacía. Las tintas, hechas a base de carbón vegetal, eran invisibles incluso bajo microscopios. Así fue hasta que una comunidad internacional de investigadores se embarcó en el ambicioso Vesuvius Challenge, lanzado en 2023 con más de un millón de dólares en premios para quienes lograsen leer textos de estos papiros sin abrirlos.
El resultado más reciente es precisamente el del título del PHerc. 172, descubierto simultáneamente por el investigador Sean Johnson y, de forma independiente, por los informáticos alemanes Marcel Roth y Micha Nowak, quienes recibieron el primer “First Title Prize” de 60.000 dólares. No se trata solo de un reconocimiento económico, sino de un hito sin precedentes: jamás se había identificado el título de un rollo aún cerrado desde su hallazgo hace más de 270 años.

Lo que decía el título y lo que insinúa
Según el equipo de paleografía liderado por la experta italiana Federica Nicolardi, el título hallado reza “Sobre los vicios”, seguido posiblemente del número de libro “I” (alfa). Aunque no se ha confirmado del todo, esta peculiaridad ya plantea nuevas preguntas sobre el contenido de la obra y su organización.
Normalmente, los títulos en los papiros de Herculano aparecen en líneas separadas: primero el autor, luego el título y, por último, el número del libro. Pero en este caso, todo aparece en una misma línea, flanqueado por adornos. Esto rompe el patrón conocido y podría indicar una copia especial, una edición privada o incluso una versión intermedia en proceso de revisión.
Más intrigante aún es el hecho de que este supuesto “libro primero” no se corresponde con otro conocido de Filodemo, Sobre la adulación, que tradicionalmente se identificaba como la primera entrega de Sobre los vicios. El texto, por tanto, podría estar reordenando lo que los estudiosos creían saber sobre la estructura de la obra.
Y hay más: Sobre los vicios es uno de los tratados más personales de Filodemo. En él, menciona explícitamente a amigos suyos como Virgilio, Plocio Tucca y Quintilio Varo, todos personajes clave de la literatura latina. De confirmarse que el rollo recuperado contiene estas partes, el hallazgo no solo tendría valor filosófico, sino también literario e histórico, por arrojar luz sobre las redes sociales e intelectuales del siglo I a.C.
Tecnología al servicio de los clásicos
Para conseguir esta lectura, los investigadores aplicaron técnicas innovadoras de escaneo por rayos X en instalaciones como Diamond Light Source en Reino Unido, y desarrollaron modelos de detección de tinta capaces de identificar rastros ínfimos que, a simple vista, son indetectables.
Lo interesante del caso de PHerc. 172 es que parte de la tinta era visible en los escaneos, algo poco común. Los expertos sospechan que podría deberse a la presencia de metales pesados, como el plomo, en la composición del pigmento, lo cual aumenta el contraste en las imágenes por rayos X. Si esta hipótesis se confirma, podría cambiar radicalmente la forma en que se priorizan los rollos a escanear, dando ventaja a aquellos con tintas más densas.
No todo es perfecto, sin embargo. Los sistemas de autosegmentación aún enfrentan problemas como los “saltos de hoja”, errores en los que el modelo interpreta que ha llegado al final de una hoja y pasa a otra cuando no es así. Aun así, la calidad de las imágenes mejora cada mes y los científicos confían en que pronto se podrán leer textos completos.

Lo que viene: premios, promesas y más rollos
Aunque la atención se ha centrado recientemente en PHerc. 172 —por ser uno de los más “visibles”—, existen al menos otros cuatro rollos ya escaneados que podrían contener títulos esperando ser descubiertos. Y cada uno de ellos tiene su propio premio de 60.000 dólares. Además, hay un incentivo aún mayor: un premio de 200.000 dólares para quien logre leer un rollo entero.
Se trata, en definitiva, de una carrera entre humanistas y tecnólogos que promete cambiar para siempre nuestra visión del mundo antiguo. Hoy son solo unas pocas palabras: Sobre los vicios, de Filodemo. Pero mañana podrían ser capítulos enteros sobre ética, literatura o política del siglo I a.C., conservados contra todo pronóstico por un volcán, y rescatados no por manos humanas, sino por redes neuronales artificiales.
Una revolución desde las cenizas
El hallazgo del título en PHerc. 172 representa mucho más que un avance técnico. Es una señal de que estamos en el umbral de una nueva era en los estudios clásicos. Por primera vez, el pasado deja de depender exclusivamente de lo que los arqueólogos pueden excavar, y empieza a revelarse gracias a técnicas que parecen sacadas de una novela de ciencia ficción.
Con cada línea descifrada, no solo se reconstruye una biblioteca perdida. Se reescribe también la historia del pensamiento antiguo, con matices, voces y detalles que llevaban dos milenios esperando su momento para volver a hablar.
Cortesía de Muy Interesante
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