Hallazgo histórico: un estudio de ADN revela que los hombres de la Edad de Hierro dejaban sus hogares para unirse a las familias de sus esposas, destacando el papel central de las mujeres en la Gran Bretaña celta

El descubrimiento de un cementerio de la Edad de Hierro en el sur de Inglaterra ha sacado a la luz un fascinante aspecto de la organización social en la prehistoria europea. En una excavación que ha aportado más de cincuenta genomas antiguos, los investigadores han revelado que esta comunidad británica estaba basada en un sistema de parentesco centrado en las mujeres. Este hallazgo no solo reescribe lo que sabemos sobre los antiguos celtas, sino que también desafía las concepciones comunes sobre las dinámicas de poder y la herencia en las sociedades prehistóricas.

El cementerio, situado en Dorset, ofrece una rara oportunidad de analizar cómo vivían, se relacionaban y entendían el mundo las gentes de la Edad de Hierro. Entre los restos analizados, destaca una clara prevalencia de linajes femeninos, lo que sugiere que las mujeres no solo desempeñaban un papel central en la transmisión de bienes y tierras, sino también en la identidad social de sus comunidades. Este tipo de organización, conocida como matrilocalidad, implica que los hombres se mudaban al grupo de sus esposas tras el matrimonio, una práctica poco documentada en la Europa prehistórica y que ha desconcertado a los especialistas.

Un sistema social inesperado

El hallazgo ha sido descrito como único por los expertos, ya que contradice la norma establecida en las sociedades antiguas, donde era común que las mujeres abandonaran su hogar para integrarse en el de sus maridos. Las pruebas genéticas indican que la mayoría de los individuos enterrados en el lugar compartían un ancestro femenino común, mientras que los vínculos paternos eran casi inexistentes. Esto sugiere que las mujeres no solo permanecían en su comunidad natal, sino que ocupaban un lugar destacado en la estructura social, algo que rara vez se observa en los registros arqueológicos europeos.

El descubrimiento también está respaldado por las ofrendas funerarias, que en este caso son especialmente llamativas. Los objetos más ricos y elaborados, como espejos, joyas y amuletos, pertenecían principalmente a mujeres, lo que refuerza la hipótesis de su alta posición social. Estas prácticas funerarias no solo indican respeto hacia ellas, sino que también reflejan un sistema de valores donde la descendencia femenina era clave para la continuidad del grupo.

En la Edad de Hierro, era común que las mujeres fueran enterradas junto a objetos de gran valor
En la Edad de Hierro, era común que las mujeres fueran enterradas junto a objetos de gran valor. En el yacimiento de Dorset, destaca la tumba de una mujer joven acompañada de un espejo (visible en el panel derecho) y diversas joyas, entre ellas un amuleto elaborado con una moneda romana que representa a una figura femenina. Foto: Universidad de Bournemouth/PA

Más allá de Dorset: una práctica generalizada

Lo que hace aún más asombroso este descubrimiento es que el patrón no parece ser exclusivo de Dorset. Al analizar otros cementerios de la Edad de Hierro en Gran Bretaña, los investigadores han encontrado una repetición de este esquema social basado en linajes femeninos. Desde Yorkshire hasta la costa sur, los datos apuntan a que esta práctica estaba profundamente arraigada en la sociedad británica de la época.

Los romanos, que llegaron a la isla en el siglo I, dejaron constancia escrita de que las mujeres británicas gozaban de una independencia notable y ocupaban posiciones de poder. Ejemplos como Boudica, la célebre reina guerrera de los icenos, o Cartimandua, líder de los brigantes, no eran simples excepciones. Según los nuevos datos, estas mujeres podrían haber sido el reflejo de una estructura social donde las mujeres tenían una influencia significativa en muchos aspectos de la vida cotidiana, desde la política hasta la economía.

La tradición literaria romana, a menudo desacreditada por su tendencia a exagerar los relatos sobre los pueblos que conquistaban, parece haber sido corroborada por la genética. Lejos de ser un elemento anecdótico, el poder de las mujeres parece haber sido una realidad cotidiana en la sociedad de la Edad de Hierro en Gran Bretaña.

Una conexión con el pasado celta

El estudio también ha revelado nuevas pistas sobre las migraciones y los contactos culturales durante la Edad de Hierro. Los análisis genéticos han detectado una notable mezcla de ADN, lo que sugiere que las comunidades locales interactuaban de manera regular con grupos de la Europa continental. Este movimiento de personas podría estar relacionado con la llegada de los idiomas celtas, cuya introducción en la isla aún genera intensos debates entre los especialistas.

Las migraciones a través del Canal de la Mancha habrían contribuido no solo al intercambio de bienes y tecnologías, sino también a la difusión de prácticas sociales innovadoras, como la matrilocalidad. Este sistema podría haber surgido como una estrategia para fortalecer las alianzas tribales y garantizar la cohesión en tiempos de cambio.

Excavación de una tumba de la Edad de Hierro en Dorset, Inglaterra
Excavación de una tumba de la Edad de Hierro en Dorset, Inglaterra. Foto: Universidad de Bournemouth/PA

Una nueva mirada a la Edad de Hierro

El descubrimiento de este cementerio y los análisis realizados han transformado la percepción de las sociedades de la Edad de Hierro en Gran Bretaña. Lejos de ser un periodo oscuro y violento, estas comunidades se muestran ahora como sistemas complejos, con estructuras sociales que desafiaban las normas tradicionales. La matrilocalidad, aunque rara en la actualidad, aparece aquí como un modelo exitoso de organización social que permitió a las mujeres desempeñar un papel central en la economía, la cultura y la política.

Este hallazgo también destaca la importancia de la arqueología genética como herramienta para reconstruir aspectos invisibles del pasado. Los huesos y las tumbas, que durante tanto tiempo solo ofrecieron pistas parciales, ahora pueden contarnos historias completas gracias a los avances en la tecnología del ADN. Cada vez más, estas investigaciones no solo confirman teorías previas, sino que abren nuevas preguntas sobre cómo vivieron y prosperaron nuestros antepasados.

La sociedad centrada en las mujeres de la Edad de Hierro británica es un recordatorio de que el pasado aún guarda secretos que pueden sorprendernos y desafiar nuestras expectativas. En un mundo dominado por narrativas patriarcales, estos hallazgos nos invitan a imaginar un pasado más diverso, donde las mujeres desempeñaban roles fundamentales en la construcción de sus comunidades. Y aunque las historias de reinas guerreras como Boudica ya habían dejado entrever este protagonismo, ahora la ciencia confirma que su influencia fue mucho más profunda de lo que pensábamos.

Referencias

  • Cassidy, L.M., Russell, M., Smith, M. et al. Continental influx and pervasive matrilocality in Iron Age Britain. Nature (2025). DOI: 10.1038/s41586-024-08409-6

Cortesía de Muy Interesante



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