En lo alto de una antigua pirámide en El Salvador, los arqueólogos han descubierto un conjunto de figurillas de arcilla de más de 2.400 años de antigüedad. Lejos de ser simples representaciones humanas, estos objetos parecen haber tenido un propósito mucho más intrigante: fueron diseñados para moverse. Con cabezas articuladas y expresiones sorprendentes, las figuras podrían haber formado parte de un antiguo ritual en el que, como en un teatro de sombras, daban vida a personajes o dioses olvidados.
El hallazgo ha sido realizado por un equipo de la Universidad de Varsovia, dirigido por los arqueólogos Jan Szymański y Gabriela Prejs, y documentado en la revista Antiquity. El sitio, conocido como San Isidro, se encuentra en una región de El Salvador cuya historia precolombina sigue siendo un enigma. Con poca excavación arqueológica y un pasado marcado por la actividad volcánica, la zona apenas ha comenzado a revelar sus secretos.
Figuras que parecen cobrar vida
Lo que hace que estas figuras sean tan singulares no es solo su antigüedad, sino su diseño. De los cinco ejemplares hallados, tres son especialmente llamativos: miden aproximadamente 30 centímetros de altura y poseen cabezas que podían girar mediante un sistema de cuerdas insertadas en pequeños orificios. Esta característica sugiere que eran algo más que simples adornos: pudieron haber sido utilizadas en rituales en los que, movidas por las manos de sus creadores, adquirían vida.
Las tres figuras más grandes presentan bocas abiertas, como si estuvieran a punto de hablar o cantar. Dependiendo del ángulo desde el que se observen, sus expresiones parecen cambiar: desde una mirada desafiante hasta un gesto de temor. Este detalle ha llevado a los investigadores a plantear que podrían haber sido usadas en representaciones simbólicas, en las que su movimiento y apariencia jugaran un papel clave en ceremonias religiosas o sociales.
Además, la disposición de las figuras en el sitio sugiere una organización intencionada. Cuatro de ellas parecen haber sido colocadas en una alineación específica, mirando hacia el oeste, una dirección asociada con la muerte en la cosmología mesoamericana. Este detalle refuerza la hipótesis de que podrían haber formado parte de rituales funerarios o de transición, en los que la recreación de escenas mitológicas tenía un poder casi mágico.

Un vínculo con otras civilizaciones antiguas
Este hallazgo no es un caso aislado. Figuras similares han sido descubiertas en otros sitios de Mesoamérica, como Tak’alik Ab’aj, en Guatemala. Sin embargo, hasta ahora, ninguna había sido hallada en un contexto tan bien conservado ni con características tan marcadas de articulación.
Otro detalle fascinante es que los arqueólogos encontraron colgantes de jade junto a las figurillas, un material que en la época tenía un alto valor simbólico y que también ha sido hallado en sitios arqueológicos de Nicaragua, Panamá y Costa Rica. Esto sugiere que los habitantes de San Isidro no estaban aislados, sino que formaban parte de una red de intercambio de bienes y conocimientos que se extendía mucho más allá de sus fronteras.
La identificación de una de las figuras como masculina, debido a sus rasgos faciales tatuados o escarificados, añade otra capa de complejidad al descubrimiento. Mientras que la mayoría de las figuras preclásicas de Mesoamérica representan mujeres, esta parece destacar como un personaje diferente, posiblemente un líder o un personaje mitológico.

¿Marionetas, dioses o ancestros?
La función exacta de estas figuras sigue siendo un misterio, pero los arqueólogos han propuesto varias teorías. Podrían haber representado deidades, ancestros o personajes de mitos locales. La capacidad de mover sus cabezas las hace particularmente llamativas para la hipótesis de que fueran utilizadas en rituales de representación, en los que una historia sagrada se recreaba de forma visual y performativa.
En la cosmovisión mesoamericana, recrear un evento significaba traerlo de nuevo a la realidad. Si un líder mandaba esculpir su imagen, no era solo una representación de su figura, sino una especie de “doble” que perpetuaba su presencia entre su gente. Esto plantea la posibilidad de que algunas de estas figuras fueran utilizadas como avatares de personas reales, quizás líderes que continuaban “mirando” a su pueblo incluso después de su muerte.
Otra teoría sugiere que podrían haber sido juguetes o herramientas didácticas, utilizadas para enseñar mitos, genealogías o conocimientos esenciales a la comunidad. La posibilidad de que estuvieran vestidas con ropa o adornos de materiales perecederos refuerza esta idea, ya que habrían sido fácilmente adaptables a distintos relatos y funciones.

Un hallazgo único El Salvador
San Isidro es un sitio en gran parte inexplorado, pero su importancia está comenzando a quedar clara. En una época en la que otras regiones mesoamericanas estaban desarrollando estructuras jerárquicas más rígidas, este lugar parece haber mantenido un modelo social más igualitario. La presencia de figuras articuladas sugiere un énfasis en la comunidad y la narración colectiva, en contraste con las sociedades altamente centralizadas que surgirían más adelante.
El descubrimiento de estas figuras también desafía la percepción de que El Salvador precolombino estaba culturalmente aislado. Al contrario, los artefactos encontrados aquí revelan conexiones con otros grupos mesoamericanos e incluso con regiones más al sur, demostrando la existencia de una red de intercambio de ideas y bienes mucho más extensa de lo que se creía.
Los arqueólogos continúan investigando el sitio de San Isidro, con la esperanza de encontrar más pistas sobre quiénes fueron sus habitantes y cómo vivieron. Por ahora, lo que está claro es que estas figuras han abierto una nueva ventana al pasado de Mesoamérica, mostrando que aún hay mucho por descubrir sobre las sociedades que habitaron esta región hace más de dos milenios.
Referencias
- Szymański J, Prejs G. Of puppets and puppeteers: Preclassic clay figurines from San Isidro, El Salvador. Antiquity. Published online 2025:1-17. doi:10.15184/aqy.2025.37
Cortesía de Muy Interesante
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