El principal negociador de Hamas, Jalil al Haya, declaró este martes que el movimiento islamista está dispuesto a poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, pero exigió garantías internacionales de que Israel detendrá de manera definitiva su ofensiva militar sobre el enclave palestino, incluidas del presidente estadounidense Donald Trump y de los mediadores regionales. La declaración se produjo en medio de las negociaciones en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, donde se está definiendo la adhesión de Hamas al plan de paz impulsado por Trump, que busca establecer un alto el fuego permanente y un canje de rehenes y prisioneros entre ambas partes.
“Buscamos garantías reales de la comunidad internacional, del presidente (estadounidense) Donald Trump y de los países mediadores. Estamos listos para detener la guerra con total disposición y positividad”, afirmó Al Haya en declaraciones al canal Al Qahera News.
El dirigente insistió en que el movimiento palestino está preparado para acordar “la retirada de la ocupación israelí de Gaza, el canje de prisioneros y la liberación de los rehenes”, pero advirtió que “la ocupación israelí nunca ha cumplido con sus promesas”.
Garantías y desconfianza
Las negociaciones buscan implementar el plan de paz de 20 puntos propuesto por Trump, que contempla el fin inmediato de las hostilidades, la liberación de los rehenes israelíes a cambio de presos palestinos, la desmilitarización de la Franja y la formación de un gobierno de transición encabezado por el mismo, y otras figuras de la comunidad internacional. El plan abre también la posibilidad de futuras conversaciones sobre la creación de un Estado palestino, un punto rechazado de plano por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Por ello, Hamas exige que cualquier acuerdo incluya un compromiso verificable de que Israel no retomará su ofensiva una vez liberados los rehenes. “No confiamos en la ocupación ni siquiera por un segundo. Lo hemos experimentado dos veces en esta guerra”, sostuvo Al Haya, quien recordó que el grupo sufrió el mes pasado un bombardeo israelí en Doha del que él salió ileso, pero en el que murieron 6 personas.
Fawzi Barhoum, portavoz de Hamas, reiteró que solo habrá acuerdo si se garantiza un “cese del fuego permanente” y “la retirada completa del Ejército israelí de Gaza”. El movimiento islamista también demanda la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria, el retorno de los desplazados a sus hogares y el inicio inmediato de un proceso de reconstrucción “bajo supervisión de un organismo nacional palestino”.
Según fuentes egipcias citadas por Al Qahera News, el grupo pidió además “aclarar los mecanismos” para la implementación del plan y discutir la lista de prisioneros palestinos que Israel deberá liberar. Las posiciones, por ahora, se mantienen “sin cambios sustanciales”, según un funcionario de seguridad involucrado en el proceso.
“Fase crítica” del diálogo
Un alto funcionario de Hamas, en declaraciones anónimas para Al Jazeera, aseguró que el segundo día de conversaciones con los mediadores en Egipto se centró en los mapas de retirada de las fuerzas israelíes y en el cronograma para la liberación de los cautivos. La delegación del movimiento palestino exigió vincular las etapas de liberación de rehenes a las fases del retiro militar israelí, de forma que la entrega del último rehén israelí coincida con la retirada final de las fuerzas de ocupación.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, señaló que Israel ya debería haber cesado las operaciones en Gaza de acuerdo con el plan de Trump. “Esperamos los resultados de las negociaciones en los próximos días respecto al alto el fuego. Esta pregunta debería dirigirse primero al gobierno de ocupación israelí. Se suponía que debía cesar el fuego si eran ciertas las declaraciones del primer ministro sobre su compromiso con el plan de Trump”, dijo el funcionario en una rueda de prensa desde Doha.
Por su parte, el primer ministro y ministro de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abdelrahmán Al Thani, llegará este miércoles a Sharm el Sheij para sumarse a las conversaciones. Su presencia coincide con lo que las partes describen como una “fase crítica” del diálogo. En esta primera etapa se busca acordar una tregua temporal que permita la liberación de los 48 rehenes aún en manos de Hamas, 25 de ellos presuntamente muertos, a cambio de la excarcelación de cientos de palestinos por parte de Israel.
Egipto, anfitrión de las negociaciones, actúa como principal intermediario en la mediación indirecta junto a Qatar y Emiratos Árabes Unidos, mientras que el Comité Internacional de la Cruz Roja se declaró preparado para asistir en los intercambios de prisioneros y rehenes, como en ocasiones pasadas. También se espera la participación de una delegación turca encabezada por el jefe de los servicios de inteligencia, Ibrahim Kalin, y del enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, acompañado por el asesor presidencial Jared Kushner.
Desde la Casa Blanca, el presidente Trump aseguró que existe una “posibilidad real” de alcanzar la paz en Medio Oriente y prometió que Estados Unidos “hará todo lo posible” para garantizar el cumplimiento del acuerdo una vez firmado. “Tenemos mucho poder y lo usaremos para que todas las partes cumplan”, declaró durante una conferencia junto al primer ministro canadiense, Mark Carney, en la que sostuvo que su país busca “la liberación inmediata de los rehenes” y celebró que “todos los países del mundo” hayan apoyado su propuesta.
Días decisivos
El primer ministro israelí emitió un comunicado, con motivo del segundo aniversario del ataque del 7 de octubre, calificando los últimos dos años como “una guerra por nuestra propia existencia y futuro” que ha “cambiado el rostro de Medio Oriente” y degradado a las fuerzas alineadas con Irán en la región. “Ciudadanos de Israel, estamos en días decisivos. Seguiremos actuando para lograr todos los objetivos de la guerra: el regreso de todos los rehenes, la eliminación del régimen de Hamás y garantizar que Gaza no vuelva a representar una amenaza para Israel”, expresó el mandatario.
Por su parte, el presidente israelí, Isaac Herzog, expresó su respaldo a los “esfuerzos” de Trump y dijo “rezar por su éxito”, mientras reiteró que Israel “no descansará” hasta recuperar a todos los cautivos. En su mensaje por el aniversario del ataque de 2023, Herzog destacó “la valentía de los soldados y la unidad del pueblo israelí” frente a lo que calificó como “una atrocidad sin precedentes”.
Para las autoridades gazatíes, en cambio, la propuesta de Trump todavía debe ajustarse a la realidad. El embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahed, consideró que el plan de Trump representa “una oportunidad para detener el genocidio”, aunque advirtió que “el diablo está en los detalles”.
Durante un acto público en Santander este martes, el diplomático apuntó que lo único concreto del plan del estadounidense es el plazo de 72 horas para la liberación de los rehenes, pero que todo lo demás es “impreciso”, y no hace un buen trabajo en abordar otras cuestiones vinculadas al conflicto, como la “limpieza étnica” en Cisjordania. A pesar de ello, exhibió una inclinación a aceptar las condiciones impuestas, ya que “la prioridad es detener las matanzas y permitir la entrada de ayuda humanitaria”.
Sin embargo, pese a los llamados a un alto el fuego, en Gaza los ataques aéreos continuaron. Según reportó Al Jazeera, citando a la Defensa Civil del enclave, se registraron al menos cinco ataques aéreos en un mismo barrio de la capital, donde murieron al menos tres mujeres. En el este de Gaza, un niño recibió un disparo en la cabeza, mientras que también se reportaron al menos seis muertos en ataques separados en la zona de Khan Younis, en el sur.
Mientras tanto, la comunidad internacional mantiene la presión para lograr un acuerdo que ponga fin al conflicto. En ciudades europeas y árabes se suceden manifestaciones reclamando un alto el fuego permanente y la reconstrucción del enclave devastado. Los mediadores esperan que en los próximos días se logren avances concretos en torno a los mecanismos de intercambio de rehenes y a la retirada israelí, pasos que podrían marcar el inicio de una nueva fase de distensión para el conflicto, a dos años de su intensificación.
Cortesía de Página 12
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