Hay un culpable del mal olor en tu carro que pocos conocen: el aire acondicionado. Así puedes evitarlo

Pocos lo saben, pero ese mal olor que sale del aire acondicionado del auto no es normal ni se debe ignorar. Aunque muchos creen que se trata de un problema mecánico o de alguna fuga de gas, la causa más común está relacionada con algo tan simple como la humedad acumulada. Lo que en realidad ocurre es que, cada vez que apagas el auto después de usar el A/C, queda agua en el sistema de ventilación. Y si no se disipa correctamente, esa humedad se convierte en el ambiente perfecto para la formación de hongos y bacterias.

La peste que huele a trapo mojado o a caño no aparece de la noche a la mañana. Se desarrolla con el tiempo. Cuando el aire frío circula por los ductos sin que antes se haya ventilado correctamente, las paredes internas del sistema comienzan a retener partículas de suciedad que favorecen la aparición de moho. El olor viene de ahí. Y aunque el gas refrigerante está sellado y no tiene contacto con el habitáculo, sí pasa por un evaporador que enfría el aire. Ese evaporador es el lugar donde suele crecer la colonia de microorganismos que genera el mal olor.

La solución no siempre está en cambiar piezas ni llevar el coche al taller. Hay algo que puedes hacer desde ahora para evitar que el aroma empeore. En trayectos largos, conviene apagar el A/C unos cinco minutos antes de llegar a destino. Deja encendido el ventilador y permite que el sistema tome aire ambiente. Así se seca el evaporador. Esto evita que se acumulen restos de agua en los conductos y reduce la formación de bacterias. Si el olor ya está presente, hay productos espumosos que se introducen por las rejillas de ventilación y atacan directamente la zona contaminada.

Algunas marcas recomiendan revisar el filtro del habitáculo cada 15,000 kilómetros o antes si el auto circula en zonas con mucho polvo, según Car and Driver. Este filtro impide que partículas contaminantes entren al sistema. Cuando se satura, el aire no fluye correctamente y contribuye a que se acumule humedad en puntos donde no debería haberla. En la mayoría de los autos, cambiar ese filtro es algo que se puede hacer sin herramientas especiales. Está detrás de la guantera o debajo del tablero.

Detrás del mal olor hay una historia que pocos consideran: el auto sigue funcionando incluso cuando lo apagas. La humedad atrapada en el sistema permanece ahí durante horas. Y si esa humedad no se disipa, el sistema se convierte en incubadora de moho. Por eso el mantenimiento no siempre tiene que ver con piezas rotas, sino con hábitos de uso. Encender el ventilador sin aire frío antes de estacionar puede parecer irrelevante, pero hace toda la diferencia.

Apaga el A/C cinco minutos antes de llegar a destino con el ventilador activado.

Problemas complejos, soluciones sencillas

Parece un detalle mínimo, pero lo que está en juego es la calidad del aire que respiras. Todo porque los usuarios dejan el A/C encendido hasta apagar el auto. El sistema nunca se ventila y el problema comienza a crecer desde el primer día. El aroma desagradable es la señal de alerta. Y si no se atiende, incluso puede provocar irritación en los ojos o la garganta.

Cuidar el sistema de aire acondicionado no es algo técnico ni complicado. Es cuestión de entender cómo funciona y por qué la humedad se convierte en enemigo silencioso. Ese olor raro tiene causa concreta, y también una solución. Basta con prestarle atención.

Cortesía de Xataka



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