Investigadores de la Universidad de Nanjing, en China, descubrieron que el uso de esponjas de melamina, también conocidas como “esponjas mágicas“, podrían causar un importante daño tanto al medio ambiente como al organismo. Y es que estos productos pueden liberar hasta 1.55 billones de microplásticos al mes.
De acuerdo con el estudio, publicado en Environmental Science & Technology, los científicos compararon la liberación de partículas microplásticas de diferentes marcas de estos productos. Las esponjas de espuma más densa se desgastaban más lentamente y producían menos fibras microplásticas que las de menor densidad.
El lado oscuro de las esponjas mágicas
El equipo realizó una serie de pruebas con esponjas de melamina fabricadas por diferentes compañías. Las frotaron contra superficies metálicas con distintos niveles de aspereza para simular un uso real y midieron cuántos microplásticos se desprendían. El resultado fue alarmante: cada gramo de espuma puede liberar alrededor de 6.5 millones de microplásticos por uso.
Si se toma en cuenta la venta mensual de este tipo de productos en plataformas como Amazon, se estima que tan solo ese grupo representa cerca de 1.5 billones de microplásticos esparcidos al ambiente en un mes. Eso sin considerar otras tiendas físicas o virtuales, lo que sugiere que la cifra total podría ser mucho mayor.
Los científicos también notaron que la cantidad de partículas generadas depende tanto de la densidad del material como del tipo de superficie con la que entra en contacto. Las esponjas más porosas tienden a desintegrarse con mayor facilidad, mientras que las más densas se desgastan menos y liberan una menor cantidad de partículas.
¿Cuál es el riesgo para la salud?
El problema de los microplásticos no es nuevo; no obstante, muchas veces se suele pasar por alto el peligro que representa para la salud. Según The Independent la ingesta de estas partículas puede provocar varias complicaciones de salud en las personas, como alteraciones en el sistema inmunitario y en el endocrino, además de varios tipos de cáncer.
Aunque aún falta investigación para comprender a fondo todos los efectos a largo plazo, los científicos coinciden en que reducir la exposición es una medida necesaria. Por eso, una de las recomendaciones principales del estudio es apostar por esponjas más densas y duraderas, que no se desintegren fácilmente. También recomiendan optar por alternativas más naturales.
Cortesía de Xataka
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