Hemisferio Norte cerrando cosechas, ahora, nos mudamos de hemisferio

Muy buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre es un placer saludarte. Mas aun, cuando los cambios de temporada nos obligan a cambiar de narrativa.

El hemisferio norte se apresta a cosechar los cultivos veraniegos, el hemisferio sur a plantearse una nueva campaña agrícola, el tiempo pasa y así de rápido estaremos dando cuenta de la cantidad de kilos producidos y el estado general de la demanda, la resultante es la lógica intersección que deriva en precio.

La frialdad de los números obviamente hace áspera la lectura que no de esbozos menos abstractos. Por ello, tratemos de darle color al evento y busquemos en los números respaldar decisiones en corto.

Hoy tenemos claro que los norteamericanos estarán cosechando un ciclo agrícola bastante generoso; de hecho, llevamos dos meses escuchando opiniones productivas que pronostican la madre de todas las cosechas; sin embargo, se ha tomado esto despacio y no ha derribado en efectos bajistas sobre las cotizaciones agrícolas en Chicago, al menos no a los niveles que sugieren tal morbo productivo.

Sea lo que sea, un kilo más o un kilo menos, me parece que saldremos llenos de abasto existente. la pregunta es si ese abasto se hará disponible o si el productor hará mercadotecnia fina usando los favores económicos que la administración Trump les está facilitando.

Sí, es correcto, la administración Trump estará dando nuevamente ayuda directa a los productores norteamericanos una vez que los chinos no compran soya.

Se está pasando el tiempo y parece ser que por lo que resta del año, Brasil será el abastecedor en jefe. El tema es el precio al que se opere, pero para eso hemos visto una dinámica impensada.

Resulta que, en contra de todo pronóstico, Argentina liberó la exportación de aranceles, o retenciones, o impuestos, o alícuotas exportadoras.

Por si no estás al tanto, el gobierno argentino cobra un impuesto a las exportaciones agrícolas y pecuarias, no es una tarifa igual para todos los productos, pero para que te des una idea, este impuesto para la soya es de 26 por ciento.

La semana pasada se anunció la medida y se dijo que lo registrado a exportación agrícola saldría a cero impuestos por un periodo hasta el 31 de octubre o la suma de 7,000 millones de dólares equivalentes, lo que sucediese primero.

El sueño del productor argentino es poder trabajar sin castigo fiscal, sin que el estado le confisque la renta productiva, y como la expectativa es siempre esta inercia, el productor tiende a mercadear despacio, justo lo que se necesita por si en algún momento este impuesto disminuye.

Y ya sucedió, la administración Milei bajo la alícuota, si te comenté que es del 26%, en el pasado era 33% así que la medida va en el camino correcto.

Argentina necesitaba dólares urgentes tras una corrida financiera producto de un revés electoral, cundió el pánico y para hacerse de dólares, el gobierno cambio la ruta.

Acto seguido, el inventario existente se tornó disponible, y eso es lo que finalmente nos interesa analizar, no lo que existe, nos gusta saber lo que está disponible, y tampoco lo que se hace demanda, sí lo que se torna en consumo. Argentina llenó la cuota de 7,000 millones de dólares en tres días. El campo acudió, pero no fue el campo el que anotó todo el beneficio.

Los detalles internos sobre la medida dan para una nota equivalente a un tratado, y el espacio traiciona, así que nos quedemos con el efecto de que esta comercialización, le permitió a China ser un comprador agresivo, asegurando embarques críticos que le compran más tiempo para negociar con la Casa Blanca.

China entiende bien el juego, ellos tienen tiempo, Trump no tanto.

La dinámica de precios sugiere espacios de bajas que podrían ser escandalosos, tenemos cielos abiertos para cosechar, el clima de arranque agrícola en Sudamérica no es malo. Veamos cómo lo existente se hace disponible, veamos si el apoyo económico al agricultor norteamericano le compra la capacidad de no entrar en pánico, y no vender arrebatadamente a pie de campo.

Nos movemos de hemisferio en términos de seguimiento agrícola, los norteamericanos en lo productivo podrán decir “misión cumplida”.

¿Estás en buenas manos?

Cortesía de El Economista



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