La relación entre Venezuela y la comunidad internacional se tensó luego de que la cancillería francesa ordenara a la embajada venezolana en París reducir su personal diplomático a tres funcionarios.
“Esta decisión es una medida de reciprocidad tras las acciones de las autoridades venezolanas, que rechazamos categóricamente”, declaró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Según la orden emitida desde el lunes, los agentes diplomáticos venezolanos afectados tienen un plazo de cinco días para abandonar el territorio francés.
La medida de Caracas, que también afectó a Países Bajos e Italia, fue justificada por el régimen de Nicolás Maduro afirmando que había una “conducta hostil” por parte de estos países. Sin embargo, la cancillería francesa desmintió estas acusaciones.
Esta reducción diplomática se suma a una creciente lista de bloqueos internacionales en torno a Venezuela, especialmente después de la toma ilegítima de Maduro tras su cuestionada elección en 2024, la cual ha sido calificada como fraudulenta por gran parte de la comunidad internacional.
Francia no es el único país que ha respondido a las acciones diplomáticas de Venezuela. Países Bajos, la semana pasada, ordenó a Venezuela reducir a la mitad su personal diplomático en el país, pasando de cuatro a dos representantes.
Mientras tanto, Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, también ha endurecido su postura hacia Venezuela. Trump manifestó su seria intención de cortar completamente las importaciones de petróleo venezolano, que hasta ahora han sido una fuente de ingresos crucial para el régimen de Maduro. “Probablemente vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos”, dijo Trump.
De cumplirse la amenaza de Trump, sería catastrófico para la economía venezolana. El petróleo es el pilar de la economía de este país, y Estados Unidos ha sido históricamente uno de sus principales compradores. Aunque las sanciones impuestas desde 2019 y la disminución de las exportaciones a Estados Unidos han reducido esta relación comercial, aún sigue siendo una fuente importante.
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Según datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU., las importaciones de petróleo venezolano se desplomaron a cero entre 2019 y 2023 debido a las sanciones, aunque se reanudaron parcialmente bajo la administración de Joe Biden como un incentivo para negociaciones políticas en Venezuela.
Si Trump cumple su promesa de cortar las importaciones restantes y endurecer las sanciones, las ya frágiles finanzas del país podrían recibir un golpe devastador.
Venezuela se queda más solitario en la arena de la geopolítica, pues sus vecinos que habían estado intentando mediar en una transición, ahora guardan un incómodo silencio tras las toma hostil de poder de Maduro, sin haber publicado los resultados oficiales de las votaciones.
Con las relaciones diplomáticas en deterioro, sanciones económicas y una crisis política que no parece cambiar, el futuro de Venezuela en el escenario internacional parece cada vez más incierto y sus ciudadanos se quedan con menor representación en el exterior.
Cortesía de El Colombiano
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