El Huracán “Erick” ascendió hasta categoría 4 al acercarse a la Costa mexicana, pero tocó tierra en categoría 3 y, al cierre de edición, bajó a depresión tropical.
Anoche se documentaron dos muertes por las crecidas de los arroyos. La primera fue en el municipio de San Marcos en la Costa Chica de Guerrero, donde falleció un niño de dos años tras ser arrastrado por la corriente de agua. La segunda fue un hombre que perdió la vida en condiciones similares por la fuerte corriente del Río Zahuapan, en Tlaxcala, que creció en las últimas horas como consecuencia de las intensas lluvias.
El huracán provocó la crecida de arroyos, encharcamientos en viviendas, suspensión de energía eléctrica, derrumbes y afectaciones en carreteras.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que anoche se restableció el servicio eléctrico al 51% de los 276 mil 885 afectados en Oaxaca y Guerrero.
Resultaron afectados 15 tramos carreteros, tres de ellos con cierres totales: la caseta Mitla-Tehuantepec, la autopista Barranca Larga-Ventanilla, con cuatro derrumbes, así como el tramo San Juan de los Llanos a Comaltepec y la carretera Pinotepa-Corralero, indicó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Un hospital del IMSS en Santa María Huatulco también sufrió afectaciones.
Por la tarde, la Presidenta Claudia Sheinbaum destacó que, pasada la emergencia, la Secretaría de Bienestar realizará censos de daños para brindar apoyos. “Agradezco a la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y a todas las instituciones federales, estatales y municipales, pero sobre todo a la población, que siguió las recomendaciones de forma muy responsable”.
Con una lluvia constante cayendo sobre Acapulco, residentes y turistas salieron anoche para caminar o visitar los pocos negocios abiertos, mientras persistían los efectos de la depresión tropical. “Erik” tocó tierra en una franja poco poblada de la Costa.
Las autoridades reportaron aludes, carreteras bloqueadas, líneas eléctricas caídas y algunas inundaciones. Los residentes costeros —sobre todo en Acapulco— tomaron la tormenta en serio, con los recuerdos del devastador huracán “Otis” en 2023 aún frescos en sus mentes.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, instó a los residentes de su Estado a no bajar la guardia después de que “Erick” tocara tierra en el vecino Oaxaca.
La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, comentó que por el momento no había reportes de personas heridas.
Hoy se prevén lluvias en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, así como precipitaciones fuertes a muy fuertes en el Centro del país.
La temporada de los ciclones tropicales 2025 podría registrar hasta 37 sistemas con nombre en los Océanos Atlántico y Pacífico, de los cuales al menos cinco podrían impactar en territorio mexicano, según las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional.
“Sentíamos que nos íbamos a morir”: pobladores
A la una de madrugada de ayer el huracán “Erick” golpeó a Charco Redondo, una comunidad afromexicana de la Costa Chica de Oaxaca. El viento bufaba, su sonido atemorizaba a los pobladores, mientras la intensa lluvia irrumpió violentamente al interior de sus hogares construidos con tablas, palos y láminas; luego, arrancó las láminas de los techos, las cuales volaban por los aires en un vaivén, como arrastradas por el cielo en un remolino.
Flavia Acevedo Marciche, su esposo y su familia, de ocho integrantes, entre ellos una bebé de un año, decidieron salir de la casa de apenas dos habitaciones y arrinconarse en un pequeño espacio, ante el temor de que cayera todo encima de ellos.
“Sentíamos que nos íbamos a morir en ese rato. Nos fuimos arrinconando porque era como un tornado, fue muy feo. Nos amaneció hasta las cinco de la mañana. Se mojó todo aquí”, recuerda mientras señala los bienes que se perdieron y cómo el huracán “Erick” destruyó su hogar.
Charco Redondo es una agencia del municipio Villa de Tututepec, cercana al océano Pacífico. Su población es en su gran mayoría campesina, se dedican al corte de limón, de plátanos y papaya, y algunos tienen un poco de maíz. En la localidad existen cerca de 200 viviendas, la mayoría construidas con materiales como madera, palos, láminas y hules; algunas son de material de construcción industrial como cemento, varilla y tabicones, pero con techos de lámina.
En esta población, el huracán, ya con categoría 4, se sintió desde la una de la madrugada y sus efectos terminaron aproximadamente a las cinco de la mañana.
Las viviendas no fue lo único que dañó el tifón, los campos de árboles de limones, papayas y plátanos quedaron destruidos, arrasados por el viento y la lluvia.
Antes de llegar a Charco Redondo, el camino de terracería está cubierto por árboles y ramas caídas; las huertas de limón, papaya y plátano fueron arrasadas a los costados. Algunos postes y cables del servicio de energía eléctrica también cayeron, y han provocado que la localidad no tenga energía eléctrica desde la madrugada de ayer.
De acuerdo con las autoridades municipales de Villa de Tututepec, una brigada de 250 personas atiende a las comunidades de esta zona con labores de limpieza y remoción de escombros de los caminos.
Sin embargo, en el trayecto, tanto de ida como de regreso, no se ven funcionarios municipales en estas labores; tampoco del gobierno del Estado, ni del federal. “Nadie ha venido”, dicen los habitantes.
En el municipio de Villa de Tututepec, formado principalmente por comunidades afromexicanas, resultaron con daños un total de 55 poblaciones tras el impacto del huracán “Erick”.
Víctor Figueroa Salina asegura que todas las viviendas sufrieron afectaciones e insiste en realizar el recorrido casa por casa para verificarlo; relata que las láminas que el huracán arrancó de los techos y de las paredes fueron arrastradas por el viento de 90 a 100 metros de distancia.
“Yo corrí porque pensaba que me iba a matar el huracán. Hasta rebuznaba ese huracán. Yo estaba acostado en la cama y empezaron a caer las tablas de mi casa, y pensé que me iban a caer encima”, recuerda.
Hasta el cierre de esta edición, los habitantes de Charco Redondo esperaban con ansias la llegada del Gobierno para que los apoyen a reconstruir sus hogares.

Afectaciones en Puerto Escondido
El impacto del fenómeno “Erick” en Puerto Escondido provocó serias afectaciones, principalmente a embarcaciones pesqueras y turísticas. El muelle de la playa principal y la bodega de los pescadores quedaron destruidos. Las fuertes olas y la marea invadieron la bahía, enterrando lanchas bajo la arena y dejando otras con severos daños estructurales. Durante la noche y madrugada, los pescadores intentaron rescatar sus embarcaciones, pero sólo lograron salvar tres. Everardo Loyola Ramírez, prestador de servicios turísticos, lamentó los hechos: “Nunca en mis 61 años había visto olas de ocho o nueve metros”. Su lancha quedó semienterrada y con fracturas. A pesar del daño, expresó su gratitud: “Mi casa, bendito sea Dios, todo en pie”. Aunque algunos reconocen que debieron haber retirado sus lanchas a tiempo, el fenómeno sorprendió por su magnitud.La comunidad ahora enfrenta la recuperación tras el golpe de la naturaleza; habitantes y autoridades trabajan en sinergia.
CT
Cortesía de El Informador
Dejanos un comentario: