Hyundai se mantiene en México, pero también aumentarán su producción en Estados Unidos ante los aranceles de Trump

La incertidumbre golpea con fuerza a la industria automotriz mexicana, pero Hyundai ha dejado claro que no moverá su producción de Tucson fuera del país. En medio de la amenaza de aranceles de 25% impulsados por Donald Trump, el fabricante surcoreano confirmó a Xataka México que su estrategia será fortalecer su presencia tanto en el país como en Estados Unidos. Así, la Tucson seguirá fabricándose en Pesquería, Nuevo León, mientras que la producción en Alabama y Georgia crecerá para atender la demanda interna estadounidense.

“En línea con su estrategia global de producción eficiente y flexible, Hyundai Motor continuará optimizando sus operaciones de producción y logística. Como parte de este enfoque, Hyundai Motor Manufacturing Alabama (HMMA) incrementará la producción de la SUV Tucson para atender la demanda del mercado estadounidense. Asimismo, se reafirma que en México la producción de este modelo, actualmente manufacturado en el país como parte de la estrategia global de la marca, continuará realizándose en la planta de Kia en Pesquería, Nuevo León.En el contexto geopolítico y comercial actual, la exportación de Tucson se enfocará en mercados con los que México mantiene tratados de libre comercio”.

Hyundai México.

La decisión tiene un trasfondo estratégico. Hyundai prefiere no abandonar el esquema que le ha permitido posicionarse como el tercer grupo automotriz más grande del mundo. México es pieza clave. Desde aquí, la marca exporta hacia los mercados con los que existen tratados de libre comercio. De esta forma, podrá esquivar parte de los nuevos impuestos que Trump ya aplica desde abril a los vehículos fabricados fuera de Estados Unidos. Mientras tanto, el mercado norteamericano será abastecido también con modelos hechos directamente en Alabama, donde Hyundai incrementará su producción de Tucson de manera considerable.

Pero el movimiento no se detiene ahí. Hyundai anunció una inversión histórica de 21,000 millones de dólares en Estados Unidos que se ejecutará hasta 2028. El proyecto incluye la expansión de su nueva fábrica en Georgia y la creación de unos 14,000 empleos directos. De esta manera, el grupo busca blindar su negocio ante cualquier golpe arancelario futuro. La jugada refuerza su flexibilidad operativa en una época en la que las tensiones comerciales dictan el ritmo de las cadenas de suministro.

José Muñoz, presidente y director ejecutivo de Hyundai Motor Company.

Para Hyundai, el momento es decisivo. Sus ganancias al primer trimestre de 2025 han sido impulsadas en buena medida por las sólidas ventas en Norteamérica, por lo que perder acceso competitivo al mercado estadounidense no es una opción. La amenaza arancelaria, sin embargo, representa el mayor desafío en décadas para la industria mexicana. Aunque el T-MEC ofrece descuentos proporcionales según la cantidad de autopartes estadounidenses contenidas en cada vehículo, no todos los modelos logran cumplir al cien por ciento con los requisitos.

Aun así, Hyundai ha optado por mantener su apuesta en el país, enviando unidades terminadas a otros mercados estratégicos mientras refuerza su producción nacional en territorio estadounidense. La historia de Hyundai en esta encrucijada no es solo la de una marca. Es el reflejo de cómo la industria automotriz mundial debe reacomodarse frente a un panorama de proteccionismo creciente. México, Estados Unidos y Corea del Sur están ahora más entrelazados que nunca en una carrera donde la estrategia puede ser la diferencia entre ganar o perder mercados.

Cortesía de Xataka



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