“I Puritani”, un melodrama romántico italiano que no necesitó una mega puesta para brillar en el Colón

Estrenada en París en 1835, meses antes de la muerte temprana de su autor, I puritani de Bellini es una de las cumbres del melodrama romántico italiano, y la nueva apuesta del Teatro Colón para su temporada lírica. A falta de puesta en escena (ni siquiera se trata de una producción semi-montada, tal como se ofrecieron Anna Bolena e Il trovatore en temporadas recientes), sostienen esta versión una dirección experta y clara, coro y orquesta del más alto nivel y un muy buen cuarteto de solistas.

El argumento de I puritani, que gira en torno a la rivalidad de partidarios de los Estuardo y de Cromwell en tiempos de la Guerra Civil inglesa, es, como suele suceder, una excusa para un triángulo amoroso y para un despliegue de canto del más alto nivel.

Aquí, Elvira, doncella enamorada de Lord Arturo Talbo, es pretendida también por el puritano Sir Riccardo Forth; todo se complica aún más cuando Arturo ayuda a escapar a la viuda del rey asesinado usando el velo de novia de Elvira. Al creerse traicionada, ella enloquece tan rápidamente como después recobrará la cordura, y todo termina de manera feliz para los jóvenes.

Cuatro de los mejores cantantes de su tiempo confluyeron para dar vida a los personajes de Bellini, que los moldeó a la medida de sus fortalezas. Ellos (la soprano Giulia Grisi, el tenor Giovanni Battista Rubini, el barítono Antonio Tamburini y el bajo Luigi Lablache) alcanzaron un éxito tan resonante que se conoció a este equipo como el “Cuarteto Puritani”. Para esta versión, el Colón ha podido reunir a un cuarteto sólido de artistas de relevancia internacional, complementado con muy buenos elementos locales.

La soprano australiana Jessica Pratt es una de las intérpretes más requeridas para este rol a nivel mundial. Su Elvira responde al prototipo de la soprano lírico-ligera que ha prevalecido en la tradición más que a la voz dramática de agilidad. Lógicamente, su punto más alto estuvo en los pasajes que requieren coloratura y agudos espectaculares, como la polonesa “Son vergin vezzosa” del primer acto, y la cabaletta “Vien, diletto”, final de la escena de la locura; en otros, como la cavatina “Qui la voce sua soave”, sus notas centrales y graves tuvieron menos presencia (con la salvedad de que la orquesta en el escenario no contribuye al balance).

Pratt es una artista descollante y carismática que se mostró siempre compenetrada con su difícil rol y conectada con sus colegas y el director, y sus sobreagudos potentes hicieron delirar al público. Como Arturo, el tenor Francesco Demuro fue ideal; también conocedor cabal de este papel, del que es también uno de los mejores intérpretes de la actualidad, logró hacer frente a las temibles notas superiores con inteligencia y dominio técnico, y la línea de su canto preservó la belleza y flexibilidad.

Las voces graves también cumplieron con las expectativas y ofrecieron una versión acertada de su escena “Il rival salvar tu dei”. El joven barítono argentino radicado en Europa Germán Alcántara dio vida a su Riccardo con vocalidad acorde, compromiso musical y una gestualidad por momentos demasiado vehemente. A su lado, el bajo italiano Riccardo Fassi fue sólido en cada intervención, y en especial en su romanza “Cinta di fiori”. Como Gualtiero Valton, Bruno Robertson y Enrichetta di Francia, Hernán Iturralde, Gastón Oliveira Weckesser y María Luisa Merino Ronda tuvieron un desempeño impecable.

El legendario maestro italiano Maurizio Benini concertó con sabiduría, siempre conectado con la respiración de los cantantes, e infundió brío a una partitura de una riqueza muchas veces relegada; la respuesta de la Orquesta y el Coro a sus pedidos fue invariablemente precisa. En síntesis, un trabajo de equipo que demuestra que, aún sin despliegue escénico, es posible sostener casi tres horas de música sobre la roca sólida de un gran elenco, la excelencia de los cuerpos estables y la dirección de un especialista.

Il puritani, de Vincenzo Bellini Dirección musical: Maurizio Benini Teatro Colón, sábado 13 de septiembre. Repite 16, 18 y 21 de septiembre.

Cortesía de Clarín



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