
El Congreso de Jalisco siempre encuentra la forma de desafiar nuestra incredulidad.
En el marco de la glosa por el Primer Informe de Gobierno de Pablo Lemus, las y los legisladores dejaron plantada a Fabiola Loya, secretaria de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, que acudió a comparecer ante el Legislativo.
El asunto no es menor pues el desdén ocurrió la víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora hoy 25 de noviembre.
Para que se lleve a cabo la rendición de cuentas ante el pleno se requiere la presencia física de al menos 20 de 38 diputados y diputadas.
Según las crónicas periodísticas sólo había entre 12 y 15 presentes. Hice un cruce de información con fuentes del Congreso para identificar a los faltistas, pero es difícil.
Durante la glosa ha sido una práctica común que las y los diputados registren su asistencia y se retiren, por eso las comparecencias comienzan con “casa llena” y terminan vacías (otra forma de holgazanería legislativa).
En esta ocasión, las dos fracciones mayoritarias, Morena y Movimiento Ciudadano, cargan con la mayor culpa.
De la bancada morenista, con ocho integrantes, sólo estaban Candelaria Ochoa y Martín Franco.
De los 11 emecistas sólo había un par en el pleno. De su coordinador José Luis Tostado ni sus luces.
Entre los pocos presentes estaban las dos diputadas de Futuro, los tres de Hagamos, una del PRI, dos o tres panistas, entre otros.
La secretaria Loya lamentó la falta de quórum en el Poder Legislativo.
Este desaire muestra una profunda falta de sensibilidad política.
Si la violencia contra las mujeres es una emergencia en Jalisco, que la comparecencia de la responsable de rendir cuentas sobre el tema se suspenda por ausentismo legislativo revela prioridades extraviadas.
El mensaje es claro: la agenda de igualdad puede esperar… aunque afuera sigan matando, violentando y desapareciendo mujeres todos los días.
Si los mismos diputados que presumen compromisos con la igualdad ni siquiera pueden sostener el mínimo institucional -estar presentes y cumplir la ley-, poco puede esperarse de ellos cuando toca legislar, supervisar o defender derechos.
La oposición morenista desdeña fungir como contrapeso ante un tema urgente, pero la bancada oficialista de Movimiento Ciudadano exhibe un desdén aún más grave: el que dirige a su propio Gobierno y a su gobernador. La constante durante las glosas ha sido el ausentismo y el desdén a sus secretarios.
La ciudadanía toma nota y el descrédito, esta vez, se pinta de guinda y naranja.
Cortesía de El Informador
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