Impresionante hallazgo en Pompeya: el descubrimiento de un “oecus” o salón de lujo reescribe la historia del arte romano

El yacimiento de Pompeya se ha convertido en una caja de sorpresas cuya capacidad para asombrarnos parece incapaz de agotarse. En diciembre de 2024, el Parque Arqueológico de Pompeya anunciaba un hallazgo excepcional: un lujoso salón (oecus) decorado con frescos de gran realismo.

¿Qué era un “oecus” en Roma y para qué servía?

El término oecus proviene del griego οἰκος (oikos), que significa “casa” o “habitación”. En el contexto de la arquitectura romana, un oecus era un espacio multifuncional dentro de la domus que se utilizaba para actividades sociales.

Vitruvio, en su tratado De Architectura, lo describe como una estancia de gran tamaño. Solía posicionarse adyacente al atrio o al peristilo y estaba destinado a los banquetes, las reuniones y las actividades ceremoniales. Los oeci se decoraban con especial esmero para impresionar a los invitados y subrayar el estatus social del propietario.

Existen distintas tipologías de oeci. Los tetrastylos contaban con cuatro columnas en las esquinas que soportaban el techo. Los corinthius, más elaborados, presentaban columnas decorativas de orden corintio, mientras la variante aegyptius mostraba influencia egipcia. La presencia de un oecus en una domus refleja tanto el gusto por el lujo como la necesidad de la élite romana de exhibir la propia riqueza riqueza en la vida cotidiana.

Peces en un fresco de Pompeya, Regio IX
Fresco con peces hallado en este nuevo salón. Fuente: Parque Arqueológico de Pompeya.

La Regio IX de Pompeya

La Regio IX es una de las zonas más interesantes de Pompeya por su diversidad arquitectónica y funcional. Situada en el sector central del yacimiento, entre las calles de Nola y de la Abundancia, esta región combina viviendas privadas, talleres y edificios comerciales. Este contexto mixto refleja la vida diaria de una Pompeya en auge económico antes de la tragedia del 79 d.C.

Entre los hallazgos más destacados de la Regio IX, se encuentra el complejo termal más grande de la ciudad, que se encontraba en construcción en el momento de la erupción del Vesubio. Otras estructuras, como la Insula dei Casti Amanti, evidencian la mezcla de funciones residenciales y comerciales de esta zona.

Arquitectónicamente, la Regio IX se caracteriza por el uso intensivo del opus incertum en los muros y por la integración de espacios verdes, como jardines y peristilos, dentro de las viviendas. Los frescos y mosaicos hallados en esta sección de la ciudad son representativos de los cuatro estilos pictóricos pompeyanos, lo que convierte a esta zona en un laboratorio clave para entender la evolución del arte parietal en Pompeya.

Representación parietal de un buey en un fresco de Pompeya, Regio IX
Representación de reses en uno de los frescos del oecus. Fuente: Parque Arqueológico de Pompeya.

Un salón de lujo para la élite

Un “oecus” de gran tamaño

El oecus descubierto en la Regio IX se ubica en una domus que aún no se había explorada en profundidad. El salón destaca tanto por sus dimensiones como por la calidad de su decoración pictórica.

La estancia, de planta rectangular, conserva paredes decoradas con frescos que pertenecen al segundo estilo pompeyano, fechado entre el 80 y el 20 a.C. Este estilo, también conocido como “estilo arquitectónico”, se caracteriza por la representación ilusoria de elementos arquitectónicos como columnas, frontones y balaustradas, que crean la sensación de profundidad y abren visualmente las paredes hacia paisajes o estructuras imaginarias.

Frescos de naturalezas muertas de gran calidad

Entre los elementos decorativos más destacados del oecus, se encuentran paneles centrales que representan bodegones con frutas, jarras de vino y animales destinados al consumo convivial. Estas composiciones, ejecutadas con un realismo impresionante, no solo cumplen una función ornamental, sino que también transmiten mensajes simbólicos relacionados con la abundancia y la hospitalidad. Los bordes de los paneles están decorados con motivos vegetales estilizados y figuras mitológicas menores, lo que refuerza la riqueza visual de la estancia.

El excelente estado de conservación de los frescos ha permitido identificar técnicas avanzadas de aplicación de pigmentos y la utilización de colores costosos, como el rojo cinabrio y el azul egipcio. Estos detalles subrayan tanto la capacidad económica del propietario como la pericia de los artistas que ejecutaron los frescos.

Este descubrimiento no solo amplía el corpus conocido del arte pompeyano, sino que también permite a los arqueólogos estudiar las interacciones entre arquitectura y decoración en espacios de representación doméstica. Por otro lado, el hallazgo contribuye al conocimiento de la distribución y uso de los oeci en la arquitectura doméstica romana y su función en la creación de estatus.

Restos de columnas pintadas y frescos con motivos animales y arquitectónicos, Pompeya, Regio IX
Columnas y frescos. Fuente: Parque Arqueológico de Pompeya.

El “secondo stile” pictórico en Pompeya

El segundo estilo pictórico de Pompeya se desarrolló entre finales del siglo II a.C. y principios del I a.C. Representa una evolución significativa respecto al primer estilo, centrado en la imitación de los revestimientos de piedra. Influido por el helenismo y las tendencias artísticas de la Roma republicana, el segundo estilo introduce la perspectiva y la arquitectura ilusoria como elementos compositivos clave.

Este estilo se caracteriza por la división de las paredes en tres zonas: un zócalo inferior pintado, una zona central con paneles figurativos o paisajísticos y un friso superior decorativo. Los motivos arquitectónicos, como las columnas y los arcos, están diseñados para simular profundidad y crear una experiencia inmersiva para el espectador. El uso de la perspectiva lineal y aérea se hace notar, sobre todo, en las escenas que representan paisajes urbanos o rurales, así como en las vistas de jardines y templos imaginarios.

El segundo estilo se encuentra en algunas de las residencias más importantes de Pompeya, como la Villa de los Misterios y la Casa de los Grifos. Estos ejemplos muestran cómo la pintura mural no solo decoraba, sino que también transformaba los espacios interiores en escenarios sofisticados que reflejaban el gusto y la ambición de sus propietarios. En este contexto, el oecus de la Regio IX se suma a un legado artístico que define el esplendor cultural de Pompeya.

Anguila y otros pescados en un fresco de Pompeya, Regio IX
Fresco con distintas especies de pescados. Fuente: Parque Arqueológico de Pompeya.

Un descubrimiento de gran relevancia

El hallazgo de este oecus en la Regio IX de Pompeya constituye un aporte crucial para el conocimiento de la vida doméstica y el arte mural de la época romana. La decoración de este espacio, ejecutada en el segundo estilo pictórico, ilustra la maestría técnica de los artistas y la capacidad de la élite pompeyana para emplear el arte como una herramienta de representación social. En definitiva, este descubrimiento refuerza la importancia de Pompeya como laboratorio arqueológico para estudiar las complejidades de la cultura romana.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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