El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el nuevo modelo de credencial para votar, tanto en territorio nacional como desde el extranjero, que incorporará tecnologías avanzadas y más candados de seguridad. Según un comunicado del INE, la renovación busca que el documento sea “prácticamente infalsificable” y esté alineado con las mejores prácticas internacionales en identificación ciudadana.
La producción de estas nuevas credenciales comenzará a finales del primer semestre de 2026, una vez concluya el actual contrato de fabricación y se implemente un nuevo centro de producción. El cambio llega justo al momento del anuncio de la polémica CURP biométrica, con la que el instituto ha dejado claro que no competirá cediendo su padrón.
Microtextos, tintas especiales y QR de alta densidad: así será la nueva credencial
De acuerdo con el comunicado, el rediseño aprobado por la Comisión del Registro Federal de Electores y validado por representantes de partidos políticos incluye recuadros con microtextos y elementos ópticamente variables, así como el reemplazo de las actuales tintas de seguridad visibles e invisibles por opciones termocromáticas, termoreactivas e infrarrojas. También contará con un diseño de seguridad de alta resolución para dificultar su falsificación.
En cuanto a materiales, se mantiene el uso del sustrato “Teslin” o equivalente, con una durabilidad mínima de 10 años y un recubrimiento de poliéster mylar o similar para el laminado. La novedad en accesibilidad será un elemento táctil, una muesca o corte especial en el borde, que permitirá a las personas con debilidad visual identificar la credencial sin ayuda.
Para la credencial desde el extranjero, se conservará la leyenda correspondiente y se añadirán códigos QR de alta densidad o datagramas al reverso, lo que facilitará el acceso rápido y seguro a información pública limitada para verificar autenticidad. También se incorporará una fotografía digital a color en el reverso, sustituyendo la imagen en tinta ultravioleta.
En un video informativo del INE, se recalcó que la credencial para votar es “pilar fundamental de la democracia mexicana” y que su actualización responde a retos de seguridad cambiantes.
Como anteriormente reportamos en Xataka México, este rediseño también forma parte de un plan más amplio de modernización tecnológica del INE, que ya contempla el desarrollo de una credencial digital complementaria y el uso de inteligencia artificial para detectar irregularidades en el padrón. El instituto emite alrededor de 15 millones de credenciales al año, y mantener un modelo robusto es clave para preservar su confiabilidad frente a intentos de fraude o duplicación.
Independencia frente a la CURP biométrica y defensa del padrón
Aunque la nueva credencial para votar llega en el mismo periodo que el lanzamiento de la CURP biométrica (que será obligatoria para trámites en bancos, escuelas y otras instituciones), el INE ha reiterado que no entregará su base de datos al gobierno federal. La consejera presidenta Guadalupe Taddei ha defendido que “nuestra credencial es diferente a la CURP: aquella genera identidad, esta genera poder político”.

En ese sentido, el consejero Arturo Castillo ha insistido en que la integridad e intransferibilidad de los datos del padrón son principios irrenunciables. La credencial seguirá siendo válida como identificación electoral y como símbolo del control ciudadano sobre el voto, incluso si la CURP biométrica gana terreno como documento para trámites cotidianos.
El INE estima que el nuevo modelo estará listo para producción a mediados de 2026, una vez que concluya el proceso de licitación para elegir a la empresa fabricante y se instale el nuevo centro de emisión. El calendario considera el tiempo para pruebas técnicas y ajustes en los procesos de personalización, impresión y distribución.
Cortesía de Xataka
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