Infraestructura del sector aéreo

Dicen que hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe. El problema es cuando el agua sigue escaseando y el pobre pato está sediento y no se ve para cuándo llegarán los suministros. Bueno, pues algo así le pasa a la infraestructura aérea, sobre todo la que está localizada en el centro del país, donde tanto el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) como las instalaciones de varias dependencias, como Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), encargada del Control de Tránsito Aéreo, y por otro lado, todo el sistema de atención en la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) requieren una revisión exhaustiva y presupuesto suficiente para apoyarlas.

En el corto plazo sobresale el tema del AICM porque -se ha dicho muchas veces- dentro de 10 meses tendremos la inauguración del mundial de futbol y se esperan 5 millones de visitantes que deberán desplazarse desde distintos puntos de la Zona Metropolitana hacia el Estadio Azteca y, desde luego, a la puerta de entrada del país, el Aeropuerto que hoy necesita una cirugía mayor para estar en condiciones de recibir pasajeros sin temor a cierres e inundaciones.

Sin embargo, también en otras dependencias hay carencias importantes. Seneam requiere equipos redundantes para no tener que recurrir a tecnologías ya superadas en casos de emergencia y también es urgente que se les autoricen las plazas para contratar más controladores aéreos y modernizar diversos sistemas.

En la AFAC, se sabe, todavía hacen falta supervisores bien capacitados y suele ocurrir que no hay insumos suficientes para la expedición de licencias y demás. Además, su presupuesto sigue siendo raquítico respecto a sus necesidades, sobre todo tomando en cuenta que la capacidad de generación de ingresos por servicios que suele prestar esta dependencia, es de más de 3 veces el presupuesto que se le asigna desde la SHCP.

Otra dirección que requiere mayor atención y desde luego presupuesto, es la de investigación de incidentes y accidentes, cuya labor es fundamental para que sirva como un importante referente, que ayude a saber a ciencia cierta si los parámetros de seguridad y las reglamentaciones se están cumpliendo cabalmente. Lo cierto es que hoy en día esta dependencia no tiene aún el lugar de privilegio que merece por su aportación a la seguridad de las operaciones y su papel como emisor de recomendaciones que ayuden a que la autoridad aeronáutica y los operadores realicen de una mejor manera su trabajo.

Hace unos días fue el aniversario de la creación de Seneam. En el evento conmemorativo, el secretario Jesús Antonio Esteva Medina, habló de este organismo en términos muy elogiosos, ponderó mucho a sus fundadores, como el Ingeniero Roberto Kobeh González, como uno de los pioneros que hicieron posible mantener este “guardián de los cielos”, que permanentemente está cuidando la seguridad en el espacio aéreo mexicano.

Hasta puso de ejemplo a este organismo a nivel América Latina en sus más de 40 años de historia y la necesidad de ampliar su capacidad técnica y la capacitación de su personal. Qué bueno que Seneam merezca la atención y los elogios del Secretario del ramo, ojalá que eso se traduzca en un apoyo puntual para evitar las carencias y el deterioro.

Cortesía de El Economista



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